¡Qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hicimos el Encuentro!, sonó una vez más en las gargantas de miles de encuentreras que arribaron a la ciudad de Salta, quienes vencieron todas las dificultades a las que nos enfrentamos las mujeres a la hora de salir de nuestras casas: suspender nuestro trabajo o estudio, organizarnos para tomarnos cuatro o cinco días –dependiendo de las distancias- para compartir, debatir, emocionarnos, polemizar, diferenciarnos, llegar a acuerdos sobre cómo resolver el problema de nuestra doble opresión en esta sociedad que nos subyuga.
Miles, un año más, reafirmamos la necesidad de seguir forjando el camino de las luchas y mantener vivo el espíritu de los Encuentros: autoconvocados, autostenidos, horizontales y democráticos.
Multitudinaria apertura
Miles llegamos a una Salta que nos recibió con calidez y los brazos abiertos. Por la mañana del sábado 11, en el estadio del Club Delmi, mientras la música norteña acompañaba la cálida bienvenida de las salteñas, miles de mujeres nos congregamos desde temprano con nuestras banderas, nuestras consignas y pancartas contra la trata, el femicidio, la carestía, por educación sexual, anticonceptivos y aborto legal, seguro y gratuito, etc.
Como mandan las tradiciones en el Noroeste, se realizó un extenso y emotivo ritual de la Pachamama para inaugurar el Encuentro. A continuación se leyó el documento de bienvenida de la Comisión Organizadora: éste expresó los reclamos de las mujeres de nuestro país para resolver las necesidades en trabajo, salud, vivienda, acceso a la tierra, y las conquistas del movimiento de mujeres a partir de las luchas y de los Encuentros, por lo tanto la necesidad de mantener este espacio conquistado durante estos 29 años.
En la apertura se reflejó el trabajo abnegado de una comisión organizadora que trabajó durante todo el año para recibir a miles; y el trabajo colectivo, a pulmón, en cada rincón del país, para estar una vez más presentes.
Al terminar el acto, los complejos problemas organizativos de alojamiento, becas y entrega de carpetas fueron superados con el esfuerzo de la Comisión Organizadora y miles de mujeres, venciendo así las maniobras de sectores del kirchnerismo para obstaculizar el normal desarrollo del Encuentro.
Talleres
Ya promediando las 15 hs del sábado, se dio inicio al debate en los talleres en sus 62 problemáticas, los que se extendieron hasta el domingo por la tarde, y como es costumbre, se dio la lectura de las conclusiones, al cierre, el lunes por la mañana.
En la mayoría de los talleres, se pudo debatir democráticamente. Fue la participación activa de numerosas agrupaciones kirchneristas, que intentaron pasar revista de las conquistas del movimiento femenino como si fueran mérito del proyecto político del gobierno de CFK y trataron sin éxito de defender la “década ganada”; estos argumentos fueron rebatidos en cantidad de talleres donde se los confrontó el testimonio de la realidad de las luchas que se recorrieron para conseguir leyes de emergencia provinciales contra la violencia, o con la realidad que viven mayoritariamente las mujeres en sus barrios con la inflación, la agudización de la superexplotación en las empresas, el impuesto al salario, la agudización de la violencia de género, la trata, el narcotráfico; etc. Fue conmovedor el testimonio de mujeres sencillas que dejaban en ridículo el “relato K”.
Multitudinaria marcha
La tradicional marcha del Encuentro arrancó el domingo por la tarde al finalizar los talleres. Todos los colores e identificaciones, todos los carteles, remeras, canciones, batucadas se expresaron en unas 25 cuadras compactas del recorrido que arrancó en el Monumento a la Memoria y finalizó en el Monumento de la Batalla de Salta del 20 de Febrero ya al anochecer.
A lo largo de las treinta cuadras recorridas estuvieron todas las expresiones respecto de la política de género, diferenciándose con sus canciones y consignas, que permitió culminar unitariamente una de las más grandes en la historia de los Encuentros.
Mar del Plata nos espera
Tras la lectura de las conclusiones, se propusieron como próximas sedes para el 30 Encuentro Nacional de Mujeres, la Ciudad de Buenos Aires, Chaco y Mar del Plata.
Luego de que se leyeran las propuestas, argumentando por qué debe realizarse el Encuentro en esas ciudades, se procedió a la elección de la sede y por unanimidad fue elegida Mar del Plata.