La sala fue creada en 1984 por los vecinos del barrio llamado María Elena, que está ubicado en el km 26,700 de la Ruta 3, a 15 cuadras de la misma, en Gregorio de Laferrere. Desde 2015 lleva el nombre de Dr. Néstor Chino Oliveri en homenaje a su director durante cerca de 30 años, fallecido el 24 de junio de ese año.
Este barrio nació de un asentamiento de 57 manzanas con una población de unos 15.000 habitantes. Lo rodean varios barrios nuevos, muy populosos que se formaron también a partir de asentamientos: El Porvenir, Latinoamérica, La Juanita, Jorge Newbery, Villa Unión, etc. Si bien la sala está en la órbita de la salud municipal, su organización y dirección la realiza la Junta Vecinal con los trabajadores de salud y colaboradores. Su crecimiento en estos 35 años ha sido fruto de la lucha de vecinos y trabajadores de salud y de la CCC (Corriente Clasista Combativa) para dotar al barrio, de cada vez mayores niveles de salud.
En su línea de trabajo busca integrar a los vecinos a la problemática de salud del barrio, a través de los cursos de agentes sanitarios que se realizan en la propia sede. El lema que orienta su accionar sanitario -que luce pintado en un mural en el frente- es: “El pueblo debe tomar en sus manos la lucha por la salud”. Bajo esta consigna se han formado durante 30 años más de 600 vecinos como agentes de salud que colaboran con los problemas sanitarios más inmediatos del barrio María Elena y barrios aledaños. Esta experiencia de medicina social es conocida en diversos puntos del país, ya que ha recorrido diferentes encuentros de salud, provincias, ámbitos universitarios e incluso ha llegado al cine nacional a través de dos películas: “Cuento Chino, Clasista y Combativo” de Pepe Salvia y “Masamadre” de Mariana Arias y Ana Barry.
El personal está integrado por: pediatra, odontólogo, médicos clínicos, ginecóloga, obstetra, psicólogo, trabajadora social y enfermeras. La sala cuenta con una enfermería que distribuye medicamentos para la mayoría de los pacientes a través del Plan Nacional (CUS), también hay un comedor que funciona hace 10 años de lunes a viernes entregando una vianda a 200 personas; además distribuyen 5.000 kilos de leche -provistos por la Municipalidad- para las familias con niños. Esta distribución, a quiénes y cómo la entregan, lo decide la organización de mujeres de la sala, así como la mantención de la cocina diaria y la obtención de los alimentos, los que provee el gobierno a través de sus planes muchas veces son insuficientes y ellas salen a recorrer el barrio para obtener donaciones de los comercios vecinos. También la institución tiene un Departamento de Comunicación que edita una revista denominada “Salud para la lucha y lucha por la salud”.
La consigna es atender a todos
Si bien hay un responsable para la labor cotidiana, la organización es horizontal y se hacen reuniones mensuales con todo el personal, donde evalúan el trabajo y discuten en forma autocrítica la labor realizada.
Atiende de lunes a viernes de 8 a 16 hs y los sábados de 8 a 14hs. Como decía siempre el Chino Oliveri, la consigna es atender a todos los que llegan a la sala. Por sus prestaciones integrales (comedor, dación de leche, talleres de diferentes tipos, actividades recreativas) pasan diariamente cerca de 300 personas, provenientes del barrio María Elena y barrios aledaños.
Los principales problemas de salud en la población de la zona.
Los niños. La sala realizó un censo nutricional en el año 2012 donde alrededor de 150 personas, trabajadores de salud, agentes sanitarios, delegados de manzana del barrio, la ambulancia y estudiantes de medicina de la UBA, midieron y pesaron a casi 1.000 niños del barrio entre 0-12 años. El censo mostró que el 23% de los niños tienen bajo peso, el 10%, sobrepeso, un total de 33% con dificultades de peso. La investigación realizada fue volcada en seis tomos que contienen la tabla de información de cada uno de los chicos. En él detectaron que los principales problemas en la población infantil son la desnutrición e infecciones de todo tipo: de la piel, de las vías respiratorias, digestivas; estas dos cuestiones aparecen en alrededor del 80% de los niños. “El tema de las infecciones tiene que ver fundamentalmente con la contaminación ambiental; el agua contaminada de las napas y cursos fluviales, la falta de cloacas, los basurales, sumado a las intensas lluvias y el calor, produce el caldo de cultivo para el surgimiento de las epidemias infecciosas”, dicen los profesionales de la sala.
La juventud. En la juventud la cuestión principal de salud son las adicciones; el alcohol, el tabaco, la marihuana, la cocaína, la pasta base o paco. Una franja importante de la adolescencia está muy comprometida con estas adicciones. “Tenemos que reconocer que se nos hace difícil tratar este problema con la precariedad de medios que tenemos y en las condiciones en que se encuentra la juventud: tiene dificultades para obtener un trabajo, estudiar, no hay centros culturales y deportivos a su alcance y se suma el señoreo de los narcos en los barrios. Nosotros tenemos una experiencia importante ya que hemos tratado un grupo de jóvenes durante 7 años -de 1997 a 2004- por lo tanto conocemos el problema. Entendemos que hay que actuar rápidamente, toda esta situación se ha agravado en los últimos años y las políticas del Estado en este terreno, no existen o han fracasado”, manifiesta Hugo Pololla, psicólogo social y actual responsable de la sala.
Otro tema muy importante es el embarazo adolescente; se da en las muy jovencitas donde son “hermanitas” de sus hijos y la mamá es la abuela. Es un tema no resuelto de salud pública. Así como el machismo, la secundarización de la mujer, con los maltratos que también se expresa en los jóvenes. En esta problemática se apoyan en organizaciones de género como la Casa de la Mujer y Amas de Casa del País para prestar asistencia y realizar un seguimiento de los casos.
Los adultos. Las principales cuestiones que demanda la población adulta tienen que ver con enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, los problemas cardiovasculares y el alcoholismo, esto último está muy extendido tanto entre hombres como en mujeres. Los adultos de más de 40 años, algunos son alcohólicos consuetudinarios, otros de fin de semana pero el alcohol ocupa un lugar importante en su vida con las consecuencias que eso conlleva, tanto en la salud como en las relaciones familiares. Para tratar la diabetes han constituido hace años grupos de diabéticos todos los miércoles donde trabajan el tema”.
Inundaciones. La sala está radicada en una zona de La Matanza que padece permanentemente inundaciones; este es un tema que gravita sobre la atención sanitaria, pero también en esas situaciones presta asistencia con elementos a las familias, realiza campañas solidarias o sirve de albergue para algunos casos. En algunas ocasiones uno de los “actos de salud” consiste en recorrer escuelas para asistir a los evacuados después de lluvias intensas por el desborde del Río Matanza. Ha pasado el tiempo y persiste el problema para los lugareños, agravado por el desmadre de los arroyos. ¿Qué hace la Acumar (Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo) a quien la Corte Suprema de Justicia le dio un plazo para limpiar la cuenca? Las obras no se hacen y esta situación impacta sobre la salud de la población, provocando enfermedades infecciosas, pulmonares, etc. Las condiciones ambientales determinan en gran medida la salud de las personas. Como decía, el Dr. Ramón Carrillo “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”.
Hoy N° 1760 27/03/2019