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21 de marzo de 2018

Trabajadores aceiteros de Santa Fe

No a los despidos en Cargill

Los trabajadores de las plantas de Villa Gobernador Gálvez y Alvear del monopolio imperialista estadounidense Cargill, continúan en plan de lucha ante los 45 despidos realizados por la empresa en el mes de enero.

Del total de trabajadores, sólo 8 acordaron su desvinculación con la empresa, mientras que otros 37 siguen reclamando su reincorporación. A esto se le suman los despidos en la planta de Bahía Blanca.

Marcos Pozzi, delegado de Cargill, explicó en una entrevista en el programa La Brújula de la Semana (FM Wox Rosario) que en el mes de enero la empresa ofreció retiros voluntarios a una cantidad de operarios, lo que en principio se entendió como un accionar habitual, con el correr de los días se transformó en amenazas de despido a las personas que no aceptaban el retiro. “Luego de tomar una serie de medidas logramos ser atendidos por la empresa y nos dijeron que no se iba a despedir a nadie. No nos quedamos tranquilos con eso y presentamos una denuncia en el Ministerio de Trabajo de la provincia. Se realizó una audiencia donde la empresa no se presentó y al otro día comenzaron los despidos. Luego Cargill realiza los despidos en Bahía Blanca para hacer un conflicto interjurisdiccional, sacarlo de la provincia y llevarlo a la nación donde sabemos que ellos juegan en su verdadero terreno”.

Desde la empresa se dijo que los retiros voluntarios ofrecidos se debían a un “proceso de transformación” que se está llevando adelante con el objetivo de “buscar nuevos perfiles que se adapten a las necesidades del negocio”. Un dato a tener en cuenta es que esta multinacional es la principal exportadora de granos y aceites en el país, y el año pasado aumentó su caudal en un 30%, por lo cual es imposible pensar que esta situación obedece a algún tipo de crisis económica.

“Nosotros entendemos todo esto como un ataque a nuestro convenio. Lo que dicen cuando se refieren al ‘cambio de perfil’, es porque pretenden un nuevo personal más adoctrinado y que pueda realizar toda tarea que la fábrica pretenda, y está directamente relacionado con la reforma laboral” declaró Pozzi, y sostuvo que “no es casualidad que ataquen a nuestro convenio porque nosotros somos un sindicato que durante todo este tiempo ha luchado entre otras cosas contra de la tercerización”.

En este marco de conflicto, cabe recordar la reunión entre Mauricio Macri y el CEO de la multinacional, David Mac Lenann en el mes de enero, precisamente una semana antes de los despidos. En esta reunión se habló de nuevas inversiones y proyectos que llegarían al país por parte de la empresa.

Este conflicto tiene antecedentes en la no homologación de la firma de autoridades de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (Ftciodyara), sindicato al que pertenecen los trabajadores despedidos.

Las autoridades fueron elegidas de manera abierta a todos los trabajadores y con voto secreto y directo. “La certificación de autoridades que corresponde al Ministerio de Trabajo de la Nación, nunca apareció y esto trae otras consecuencias como no poder crear las autoridades que conduzcan la obra social. Lo que creemos es que esta situación de despidos es la punta de lanza que usa Cargill para hacernos frente” advirtió el delegado.

Dos días antes de que venciera la conciliación obligatoria, la empresa comenzó a vaciar la fábrica, sacando mercadería, computadoras, datos y mandando a los jefes de turnos a otras plantas. “Pretenden desangrarnos fuera de la planta” afirmó Pozzi. “El día que a los compañeros no los dejaron entrar, instalamos la carpa afuera, hicimos una asamblea de la cual participaron compañeros de otros sectores y decidimos entrar todos a trabajar. Creemos que ese fue un buen golpe de efecto porque quedaron al borde de hacer un lock out patronal”.

En esta instancia de lucha lo que pretenden los trabajadores es hacer que el reclamo llegue a la comunidad y se entienda que esta situación va más allá de este conflicto en sí. “Nosotros tenemos bien en claro que esto es una lucha de clases. Tenemos no sólo compañeros despedidos sino también la interrupción de 40 proyectos familiares. Vamos a empezar a invitar a la comunidad a que vengan a participar y vean de qué se trata el conflicto, y entiendan la verdadera cuestión de esta lucha. Esto es otra forma de meter la reforma laboral que paramos en diciembre. No es casualidad que a Aceiteros y a la Bancaria la traten de esta manera, porque somos los que siempre reclamamos lo que le corresponde al trabajador, que es el salario mínimo vital y móvil, si nos quieren adoctrinar a nosotros, no quiero imaginarme lo que le espera a los otros sectores”, finalizó el delegado.

 

Muestras de solidaridad y comunicado de aceiteros

La diputada por el Frente Social y Popular, Mercedes Meier, junto a compañeros del PTP de Villa Gobernador Gálvez se acercaron a la carpa de los trabajadores de Cargill para mostrar solidaridad con el reclamo. “Esta es una pelea de la comunidad para evitar no sólo los despidos sino que avancen con sus planes de reforma, flexibilización laboral y de ava- sallamiento de las libertades sindicales. Este apriete de la empresa avalado por el gobierno lo tenemos que frenar entre todos” remarcó la diputada provincial.

Por otra parte los trabajadores aceiteros lanzaron un comunicado en el que remarcan que es “importante en estos momentos el apoyo de estos espacios políticos diversos, sumado a las organizaciones sociales y sindicales que vienen demostrando que la unidad en la lucha es el único camino posible para lograr la reincorporación de todos los trabajadores despedidos arbitrariamente”

Desde las Agrupaciones René Salamanca en la CCC de Santa Fe emitieron un comunicado de solidaridad en el que expresan: “luego de las enormes movilizaciones populares de diciembre del 2017 y del 21F del 2018, donde una inmensa mayoría del pueblo con su clase obrera al frente, enfrentó la política de hambre y ajuste del macrismo, quieren castigar a todos aquellos que se oponen a los planes entreguistas y antiobreros. Es muy importante rodear este conflicto de solidaridad y explicar a la opinión pública que Cargill, que factura $700.000 por minuto y es la mayor exportadora de soja y biodiesel carece de argumentos para semejante decisión. A ello hay que agregarle que la motivación de fondo es ir por el Convenio Colectivo de Trabajo flexibilizando al máximo a los obreros. En una palabra, como no han podido imponer todavía la Reforma Laboral, tratan de hacerlo por lugar. Y donde encuentra un gremio que se les planta, lo castiga no reconociendo a las autoridades elegidas democráticamente por el conjunto de los trabajadores. Tal es el caso de Aceiteros y su Federación, como la seccional Alberdi de Uatre en Tucumán y subterráneos de Buenos Aires”. El apriete de la empresa avalado por el gobierno lo tenemos que frenar entre todos.

 

Corresponsal

 

Semanario Hoy N° 1710 21/03/2018