Este año se cumplen 45 años desde la noche de los lápices. Un suceso histórico en manos de la dictadura más sangrienta que haya vivido nuestro país. Corría el 16 de septiembre de 1976, cuando irrumpieron y arrancaron de sus casas a alrededor de 10 estudiantes secundarios del Normal 3, el Bachillerato de Bellas Artes y el Colegio Nacional de La Plata, entre otros: Secuestraron y torturaron a Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ungaro, Daniel Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler. Los últimos 4 sobrevivieron, mientras que los primeros 6 aún continúan desaparecidos.
Este hecho fue parte de un operativo sistemático por parte de la dictadura fascista de Videla para barrer con las oleadas de luchas revolucionarias que atravesaban el mundo y en particular nuestra región, venían a barrer con la lucha contra la dictadura de Onganía, al calor del triunfo de la Revolución Cubana con el Che. Venían a barrer con el Mayo Francés, la Revolución Cultural China con Mao, la derrota del imperialismo yanqui en Vietnam y posteriormente con el Cordobazo.
Cuando nos enseñan sobre historia en la escuela, nos enseñan que en el golpe del `76 solo estaban metidos los yanquis, nadie nos dice que era un país en disputa por otras potencias. Pero esto lo entendimos con el maoísmo, nos permitió comprender que la URSS era socialista en palabra e imperialista en los hechos, y con esto entendimos los lazos de los rusos con el golpe. Se estaban disputando el control de nuestro país con el imperialismo yanqui.
Los pibes de la noche de los lápices eran parte de esos jóvenes rebeldes que luchaban día a día por cambiar la realidad. Que a través de encabezar el armado de sus Centros de Estudiantes, motorizaron la lucha por el boleto estudiantil en 1975, entendiendo que en el medio de la crisis social, económica y política que estaba viviendo el país, eran miles quienes quedaban fuera de las aulas por no tener plata para pagar el colectivo.
Muchos de los secuestrados eran militantes de la Juventud Peronista y la Juventud Guevarista, se organizaban con el resto de sus compañeros de sus escuelas con la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) en función de dar vuelta el viento a favor de los estudiantes y la patria.
Es muy importante que los jóvenes estudiemos, que conozcamos esta parte de la historia, porque constantemente los de arriba nos cuentan la historia que ellos escribieron, nos quieren meter que luchar no sirve y que no es posible cambiar la realidad ni todas las injusticias que día a día vivimos. Porque saben y no les conviene, que la rebeldía de los jóvenes tenga una orientación revolucionaria y que estemos dispuestos a barrer el viejo mundo.
El movimiento estudiantil hoy
Hoy, a 45 años de la Noche de los lápices los estudiantes secundarios/as/es reafirmamos las banderas que levantaban nuestros desaparecidos y seguimos peleando por condiciones para poder estudiar para que nadie se quede afuera de las aulas.
Con movilizaciones y caravanas en La Plata, Capital Federal y Rosario, Festivales como en Paraná, Córdoba y demás actividades por lugar en cada una de las escuelas, en camino a Cines debate como en La Matanza o Salta, los lápices siguen escribiendo la historia.
La Argentina no está al margen de las grandes oleadas de lucha que crecen en América Latina. A partir de la Ley Nacional de Centros de Estudiantes y la ofensiva por la disputa de los jóvenes de algunos sectores políticos, hoy los secundarios, secundarias y secundaries de la Argentina tomamos en nuestras manos y queremos ser parte de la política.
Las secundarias fuimos protagonistas de la gran marea verde que llevó a la lucha a millones de jóvenes por el derecho a educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir. Son miles los Centros de Estudiantes y Cuerpos de Delegados que se forman a lo largo y ancho del país, ayudados con la vuelta a la presencialidad y frente a un momento donde se agudiza la crisis social y económica que obliga a miles a dejar la escuela para salir a hacer changas para dar una mano en casa, porque no alcanza para la tarjeta del colectivo o porque en virtualidad costó muchísimo aprobar las materias sin wifi o dispositivos para conectarse y ahora se nos acumularon las materias del año pasado y este.
Ponernos a la cabeza de la organización y la lucha por esas necesidades permitió que las agrupaciones que integran el Movimiento de Unidad Secundaria ganaran la conducción del Centro de Estudiantes de la Quirós de Paraná, la escuela agraria de Bajo Hondo, el Nacional de Bahía Blanca y sacamos el 47% de los votos en el Chaparral de Quilmes quedando como segunda fuerza y con vocales en la comisión directiva.
Hoy los secundarios de la Juventud Comunista Revolucionaria y las direcciones de cada zona tenemos un desafío. En momentos donde el escenario político cambia con tanta velocidad y brusquedad, es necesario lanzarnos con ofensiva a acumular fuerzas revolucionarias para cambiar la correlación de fuerzas en los centros estratégicos y estar preparados para cuando llegue el momento de dar vuelta la tortilla, que no sabemos en qué momento va ser. Hoy todo el descontento y ganas de cambiar la realidad la acumula una parte de la derecha, ante la gran ofensiva propagandística y política que tienen para ir a discutir con los jóvenes cuál es el camino para salir de esta situación que llena de bronca a millones. Las experiencias de círculos de lecturas, meriendas rojas, stencileadas, afichadas y mesitas afuera de las escuelas nos dejan como enseñanza que cuando salimos a discutir y les ofrecemos la JCR como herramienta, los jóvenes secundarios la toman en sus manos.
No podemos dejar que otros acumulen esa rebeldía para profundizar las reglas de este sistema podrido, es nuestra tarea encauzar esa rebeldía en una salida revolucionaria que abra paso hacia otro tipo de Estado, donde se acabe con la opresión imperialista y la explotación de unos pocos sobre las grandes mayorías populares. Por eso invitamos a todos, todas y todes a sumarse a la JCR, que sea parte de la juventud rebelde que toma en sus manos la lucha por la revolución en Argentina que más temprano que tarde abrirá paso hacia un estado donde la clase obrera y el pueblo sean dueños de su destino.
Corresponsal
Hoy N° 1882 22/09/2021