Desde el colegio tomado, cuyo frente quedó “decorado” con los carteles “escuela tomada” y “reclamamos la presencia provincial”, nos dice Sofía Reynoso, presidenta del Centro de Estudiantes: “Esta obra tan necesaria se comenzó y se interrumpió muchas veces a lo largo de más de 20 años. Nos cansamos de las promesas, la desidia y la hipocresía de los funcionarios. En febrero pasado el ministro de Educación provincial Sánchez Zinny vino a Tandil a inaugurar algo, habló con la directora del Poli y le dijo “que en 6 meses se termina la obra”. Nos dio un ‘celular personal’ y nunca contestó nuestras llamadas.
“En el mes de junio, vino a Tandil el vicegobernador Salvador. Fuimos muchos estudiantes, nos metimos en el acto y nos tuvo que atender, le entregamos una carta que prometió ‘darle a la gobernadora’. Como buen inoperante que es, nunca lo hizo.
“El 5 de setiembre, Florencia Castro, representante regional de la Subsecretaría de Educación, después de una manifestación grandísima que hicimos, como de 2.000 personas, dijo ‘ya está firmado el contrato, el lunes se reinicia la obra’. Pero no había seguro y todos sabemos que sin seguro no se puede hacer la obra… A Florencia se le cayeron algunas lágrimas, mientras decía ‘que ella era de Tandil y quería poder seguir caminando por la calle’. La obra, por supuesto, no empezó el lunes”. Otro personaje es el intendente Lunghi, que suele decir “que su gobierno prioriza la educación pública”, pero nunca apareció por el colegio a ver qué problemas había.
“Todo esto nos llevó a la decisión de tomar el Poli, continúa diciendo Sofía. Dicen que nunca se había hecho algo así en Tandil y la toma causó gran impacto. Al principio los directivos querían que nos fuésemos, decían que iba a venir la policía y otras cosas así, pero decidimos quedarnos. Estuvimos muy unidos y con mucha organización en la toma. Muchos padres nos apoyaron, también otros Centros de Estudiantes y los gremios docentes. En el Concejo Deliberante se acaba de aprobar una resolución de apoyo garantizando la intervención del municipio en la obra si la provincia vuelve a incumplir.
“Logramos un paso adelante: se acaba de firmar un acta pública con el inspector de la DPI (Dirección Provincial de Infraestructura) donde figura el compromiso expreso de empezar y terminar la obra en 120 días contados desde el 8 de octubre. Por eso, en asamblea decidimos levantar la toma. Los estudiantes, los docentes y los padres, vamos a controlar paso a paso que esto se cumpla”.
En medio de una gran alegría y emoción, con abrazos y cantando “Llamen a Mauricio y a Vidal, para que vea, que este pueblo pelea y pelea, por la educación” se levantó, luego de tres días, la toma del Poli de Tandil.
Corresponsal
Hoy N° 1739 17/10/2018