Las organizaciones sociales hace 5 años conmovieron la Argentina enfrentando al macrismo hambreador y entreguista. Partieron desde la iglesia de San Cayetano en Liniers por decenas de miles, conquistando medidas importantes como la ley de Emergencia Social. Estas luchas de los movimientos sociales junto a otros sectores populares fueron la base para lograr la unidad del pueblo que permitió la constitución del Frente de Todos y la derrota electoral de Macri en el 2019.
La Corriente Clasista y Combativa, con sus tres vertientes, desocupados, jubilados y ocupados, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la Federación Nacional Campesina (FNC), y con la adhesión del PTP y el PCR, marchamos este 7 de agosto por:
- El proyecto de ley de Tierra, Techo y Trabajo, presentado por el diputado nacional Juan Carlos Alderete, que resume la necesidad de millones de desposeídos y es bandera de lucha de las organizaciones sociales que vienen peleando en medio de la pandemia, que agravó la crisis que nos dejó la política de quienes derrotamos en las calles y en las urnas en 2019. Necesitamos miles de unidades productivas en la construcción de viviendas populares, miles de puestos de trabajo para los que en esta pandemia llevamos un año y medio en la primera línea, como promotores/as de salud, de prevención en violencia de género, como “las Ramonas” que cocinan día a día en los barrios para darle de comer a miles y miles personas. Y como los jóvenes que luchan contra la drogadicción en Ni un Pibe Menos por la Droga.
- Paritarias libres
- Salario mínimo, vital y móvil de acuerdo a la canasta familiar.
- Jubilación mínima al 82% móvil con movilidad según la inflación.
- Recuperar el patrimonio nacional, nuestros recursos naturales como el litio y el petróleo y nuestra soberanía con el control del Río Paraná, y de nuestro mar continental.
- No al FMI
- Suspensión del pago de la deuda ilegítima y usuraria, hasta su investigación