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07 de septiembre de 2011

Entrevistamos a compañeros de Libertador Gral. San Martín quienes nos relataron cómo fue el combate del 28 de julio en tierras del Ingenio Ledesma, y cómo lograron no ser desalojados.

7 horas de combate

Hoy 1385 / Toma de “el triángulo” en Libertador, Jujuy

—¿Cómo fue la toma y la resistencia en el Triángulo?
—El 20/7 marchamos convencidos, entusiasmados y con mucha bronca a tomar la tierra de Ledesma, el lugar al que todos llaman “El Triángulo”. Después se fue agregando más gente a la toma y tuvimos que empezar a reducir el tamaño de los lotes para que entráramos todos.

—¿Cómo fue la toma y la resistencia en el Triángulo?
—El 20/7 marchamos convencidos, entusiasmados y con mucha bronca a tomar la tierra de Ledesma, el lugar al que todos llaman “El Triángulo”. Después se fue agregando más gente a la toma y tuvimos que empezar a reducir el tamaño de los lotes para que entráramos todos.
Permanecimos varios días y nadie nos llamó para negociar, hasta que el 27 tuvimos un diálogo y surgió una propuesta para una nueva negociación. Se consultó a la asamblea y se aceptó ponernos en el borde de la toma, del lado de adentro del alambrado, para negociar el 28. Más a la noche nos enteramos que preparaban la represión sin previo aviso, en la madrugada.
—Hicimos asambleas y nos preparamos para la represión. No había llegado ninguna orden, y la gente decidió quedarse y defender la tierra. Se les avisó a todos los barrios, nos quedamos esa noche despiertos y preparados.
A las 6 y 20 de la mañana sin ningún aviso y sin mostrar la orden, iniciaron el desalojo. La infantería venía por la parte de las viviendas, y por el camino interno del Ingenio, también entraron y empezaron a voltear las carpas. Peleamos desde distintos sectores del predio, armando barricadas, también en las calles.
En un principio los hicimos retroceder, pero luego tuvimos que retroceder nosotros, porque empezaron a tirar muchísimos gases en el predio y en las casas del barrio. Retrocedimos hacia los barrios. Los dirigentes nos distribuimos en los grupos. Yo estaba en el monte, en la falda del río, con unos 150 varones; peleábamos contra un grupo de infantería y policías que tenían hondas, peleábamos casi cuerpo a cuerpo y esto duró bastante tiempo.
Luego, ellos refuerzan el ataque con más infantería y caballería que nos hace retroceder al Barrio Aredes. A las 10 hs. ya habían ganado el predio. Nosotros estábamos en los barrios resistiendo y nos enteramos que cae un policía, dentro de El Triángulo, en un extremo cerca de las cañas.

 

—¿Cómo lograron recuperar “El Triángulo”?
—Varios días antes veníamos preparándonos para cuando llegara el desalojo. Teníamos distintos elementos: hondas, piedras, barricadas, e ideas de cómo defender el predio.
La noche anterior a la represión habíamos ido a los barrios a charlar con las distintas barras de jóvenes, luego vinieron muchos de esos chicos a combatir, y nos sirvió mucho toda la experiencia que teníamos del ‘97 y las otras represiones como te conté anteriormente.

—Fue muy importante habernos replegado sobre los distintos barrios porque eso nos permitió sumar miles de jóvenes y familias afectadas por la brutal represión que se metió en las casas impunemente.
Cerca del mediodía nos enteramos de que habían caído tres chicos más. Eso despertó mucha bronca en la gente. Se intensificó la lucha y se endureció el combate. Nosotros calculamos que en ese momento éramos más de 3.000 jóvenes.
Fue muy importante la participación de las mujeres: las más jóvenes combatían a la par nuestra (se agarraban a piñas con la policía), y las de más edad nos seguían por todos lados con baldes con agua, bolsas con piedras y pedazos de limón.
Así fue como se logró hacer retroceder a la policía que custodiaba la comisaría y que finalmente fue destrozada e incendiada. Esto fue hecho con mucha bronca y mucho odio a la policía. Había mucha bronca y una gran decisión de que no podíamos perder el Triangulo.

 

—¿Cómo organizaron los grupos de autodefensa?
— Teníamos organizados distintos grupos integrados algunos con los compañeros conocidos que son los que participan en las distintas obras públicas. También había grupos integrados por los jóvenes de los barrios, donde siempre compartimos fútbol y otras cosas.

—Fue claro cómo el personal de seguridad de la empresa participó de la represión. Pusieron personal de seguridad entrenado, camionetas, motos y máquinas. El armamento que usaron fueron postas de goma, de plomo y gases lacrimógenos. Tuvieron también expertos tiradores con armas de fuego calibre 22 y 9 mm. Ellos jugaron para que no volviéramos al predio y para esto metieron intrigas con servicios conocidos por nosotros, que combatían a nuestro lado y que nos decían que ya habíamos perdido El Triangulo y que era mejor que nos fuéramos a cortar la ruta o a incendiar la municipalidad.
El plan de la empresa con las fuerzas represivas era desalojarnos del predio, dejarnos un policía muerto y así aislar a la CCC del resto de la sociedad, detener a los dirigentes y nuevamente implementar el terror en el pueblo ya que el poder estaba siendo cuestionado.
 Nosotros ganamos la batalla política y militar por El Triangulo, después de una pueblada que duró 7 horas de combate.