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27 de septiembre de 2011

Declaración
Montevideo - Uruguay, 27 de mayo de 2011

8° Encuentro Antiimperialista y Revolucionario de América del Sur

Política y Teoría N° 73 (106) / Septiembre - noviembre de 2011

Realizamos este 8° Encuentro, persistiendo en un camino de unidad y solidaridad  de los partidos y organizaciones, antiimperialistas y revolucionarias de América del Sur, que nos ha permitido aprender de las grandes luchas que  han venido librando la clase obrera, el campesinado y los pueblos y nacionalidades indígenas y la juventud del continente en cada país, durante el  auge de estos años. Luchas que han ido forjando a nuestros partidos y organizaciones como destacamentos de combate del proletariado.

Realizamos este 8° Encuentro, persistiendo en un camino de unidad y solidaridad  de los partidos y organizaciones, antiimperialistas y revolucionarias de América del Sur, que nos ha permitido aprender de las grandes luchas que  han venido librando la clase obrera, el campesinado y los pueblos y nacionalidades indígenas y la juventud del continente en cada país, durante el  auge de estos años. Luchas que han ido forjando a nuestros partidos y organizaciones como destacamentos de combate del proletariado.
La situación mundial está signada por la gigantesca, profunda y prolongada crisis económica internacional, la agudización de las contradicciones del sistema imperialista capitalista, el desenvolvimiento de la lucha de los trabajadores y los pueblos e importantes cambios en la situación política del mundo. Esto ha tenido grandes repercusiones en nuestro continente y  generado nuevas condiciones para la lucha de  la clase obrera, los pueblos y los revolucionarios contra la profundización de la dependencia, el saqueo de  los recursos naturales, la opresión y explotación de las clases trabajadoras, que intentan los países imperialistas para encontrar una salida favorable a la crisis.

La crisis económica mundial

La crisis económica internacional iniciada en abril del 2007 en los EE.UU es la mayor crisis económica del sistema capitalista imperialista en su historia. Es una crisis cíclica de sobreproducción relativa de una gran magnitud y profundidad que viene conmoviendo la economía de los monopolios y los países imperialistas, aunque en forma desigual, que afecta a los estados dependientes y a los trabajadores en todo el mundo.
La crisis expresa  la contradicción existente entre el carácter social de la producción y la apropiación privada de los bienes y riquezas producidas, contradicción fundamental del modo de producción capitalista-imperialista.
La caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008 obligó al gobierno de Bush a apelar a los dineros públicos, a un mayor endeudamiento del estado para evitar la quiebra de los grandes bancos y monopolios como  ocurrió en 1930, incrementando en grandes magnitudes el déficit fiscal.
 Esto se continuó por el gobierno de Obama y produjo una fenomenal emisión de títulos del Tesoro (y de dólares en consecuencia). También obligó a todos los países imperialistas, en acuerdo del G8, a tomar medidas semejantes: millones de millones (billones) de dólares fueron volcados a la banca privada y los monopolios  para frenar su caída, a costa de un aumento fenomenal del déficit y del endeudamiento de los estados y sus bancos centrales. También China tomó medidas semejantes en grandes dimensiones.
De esta forma se socializaron las pérdidas, mientras la burguesía monopolista se quedó con gigantescas ganancias. Se produjeron  recuperaciones relativas que dependen de fondos públicos. Pero estos rescates han generado un gran endeudamiento estatal y han incrementado a nuevos límites la deuda pública de muchos países.  En EEUU, el déficit público está cerca de  superar al PBI. Japón está en una situación similar.  En Europa varios países imperialistas están afectados seriamente, y varios países están al  borde de la quiebra. Europa trata de defenderse cerrando sus mercados. En esta  fase de la crisis EEUU utiliza el predominio internacional del dólar para descargar su crisis sobre otros países. Europa, defiende su moneda y cierra  mercados.  China, ante la restricción de los mercados para la exportación de sus productos realizó primero un  ajuste con despidos masivos que provocó grandes huelgas y rebeliones. Luego volcó fondos para el consumo interno, y afronta el incremento de la inflación.
Como resultado de la inyección masiva de fondos públicos hacia fines de 2009 las economías de algunos  países imperialistas comenzaron a mostrar una leve recuperación, como en los EE.UU, Alemania y Francia, basada en la superexplotación obrera, sin que implicara una disminución de la desocupación; el consumo sigue deprimido y el crédito escaso. Millones de personas no encuentran trabajo y millones más se suman a los que viven en la pobreza extrema en todo el mundo.
Esta situación es inestable y lo es aún más la  situación de Grecia, Irlanda y Portugal a pesar de que recibieron gigantescos financiamientos internacionales.
El alza del precio de las  materias primas en América Latina  y el flujo de capitales en varios países produjo una cierta reactivación, reactivación que no impidió la caída del 2009, y que está supeditada a factores internacionales, incluida la especulación. Esto impacta particularmente en el nuestros países en el incremento incesante de los precios de los alimentos.
Al igual que en el pasado, la burguesía monopolista  descarga el peso de la crisis sobre los hombros de los trabajadores y los pueblos para lograr la recuperación económica del sistema y de sus empresas. Vivo ejemplo de ello son las medidas de ajuste planteadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central de la Unión Europea y los gobiernos de Grecia, Portugal, Irlanda, Rumania, y España que golpearon con dureza a los trabajadores de esos países. Más, los pueblos no concilian con esas medidas: las combaten. En Europa la clase obrera juega un papel fundamental en la resistencia y se moviliza bajo la consiga “Que la crisis la paguen los capitalistas que son los responsables y no los trabajadores”. A la resistencia del pueblo griego, de los trabajadores ingleses, de los jóvenes franceses se suman ahora “los indignados” españoles.
Los EEUU, América Latina y el Caribe, Asia y África también son escenario de combates populares en contra de la crisis y de sus beneficiarios.
Por su magnitud e intensidad ésta es la crisis más grave en la historia del capitalismo, sin embargo no por ello el sistema se derrumbará por sí solo. La experiencia histórica nos muestra que tiene capacidad de recuperación, pero es evidente que los efectos negativos de la crisis provoca además de la resistencia, la desconfianza de los pueblos en el capitalismo crezca y se generen mejores condiciones para el trabajo revolucionario, para que las masas entiendan que no hay salida en el marco de este sistema decadente, que son  necesarias las revoluciones  de liberación nacional y social que rompan la dependencia con el imperialismo y asuman que el socialismo es el futuro necesario para  la humanidad.
Sin duda, esta crisis es una oportunidad para que las fuerzas revolucionarias avancen.

 

La agudización de las contradicciones 
Continuamos  en la época del imperialismo y la revolución proletaria.
Esta crisis agrava las contradicciones fundamentales del sistema: la contradicción entre la clase obrera y la burguesía, la contradicción de los pueblos y las naciones oprimidas con el imperialismo, y las contradicciones interimperialistas.

 

Los cambios de la situación política mundial
Hay grandes cambios en el plano internacional. El imperialismo yanqui que sigue siendo la principal potencia económica y militar en un mundo multipolar, y  principal enemigo de la clase obrera y los pueblos de América Latina, está en plena crisis económica. Viene perdiendo terreno ante el avance de China, Europa, la mayor presencia de Rusia, que ha recuperado peso  político, y la  mayor incidencia de la India y también de Brasil. A la vez, sufre el empantanamiento en las guerras de agresión en Irak y Afganistán, interviene a Libia en colusión con Francia e Inglaterra. En complicidad con  el estado genocida de Israel agrede al pueblo palestino.
Los levantamientos populares y democráticos de los pueblos árabes han derribado gobiernos reaccionarios y proimperialistas, como en Egipto y  Túnez. En las grandes movilizaciones han jugado un nuevo e importante papel la clase obrera, las mujeres  y la juventud.  Los imperialistas yanquis y europeos tratan de aprovechar las justas rebeliones populares para incidir en el desenlace.
En Asia se destacan  el desarrollo de la lucha de la clase obrera en  China, en Corea del Sur y Japón, los combates del campesinado, y la lucha democrática en Myanmar, Tailandia y Paquistán, la guerra popular en la India y Filipinas y la experiencia revolucionaria en curso en Nepal.
En América Latina, la clase obrera, el campesinado, los pueblos y nacionalidades indígenas, las mujeres, y la juventud, vienen librando importantes combates por sus derechos, por la libertad, la democracia y contra la dominación imperialista, que produjeron en varios países el derrocamiento de gobiernos corruptos y reaccionarios y en otros el surgimiento a través de las elecciones de gobiernos democráticos, que exhibían posturas antinorteamericanas. Permitió la creación de la ALBA y la UNASUR. En la actualidad algunos de esos gobiernos están revirtiendo su curso. El imperialismo yanqui, aún debilitado por su  crisis, por el auge de las luchas populares, por el surgimiento de gobiernos antiyankis y la mayor presencia de sus rivales imperialistas europeos, rusos y chinos, actúa para mantener lo que considera su “patio trasero”. Promovió el golpe de Estado en Honduras, impuso siete  bases militares en Colombia, efectuó el envío de miles de efectivos militares a Haití, después de muchos años puso en operaciones la 4ª Flota, continúa con el bloqueo contra Cuba y vuelve a amenazar a Venezuela.
¡La lucha continúa! La liberación de los trabajadores y los pueblos, la ruptura de las cadenas de la dependencia imperialista es y será obra de ellos mismos y responsabilidad irrenunciable de nuestras organizaciones y partidos.

 

La lucha de los pueblos en américa latina

(Textos a cargo de la Organización o Partido de cada país)

Argentina:
Aprovechando el viento de cola de los precios internacionales de las  materias primas, en especial la soja, el gobierno de los Kirchner, que tuvo inicialmente una situación de gran debilidad, ha logrado fortalecerse. Su política económica, muy lejos de la declamada, nacional y popular, ha profundizado la dependencia del país. En el campo, ha avanzado la concentración de la propiedad de la tierra, de la producción y la extranjerización, en aras de una monoproducción sojera, destruyendo otros cultivos esenciales y la ganadería. El grupo económico de los Kirchner ha avanzado sobre la base de las posiciones en el gobierno, en varias esferas (Petróleo, pesca, minería, juego, construcción, etc.) Ha hecho grandes concesiones a distintos imperialismos, en especial el imperialismo chino.
A pesar de la propaganda de una política de  inclusión social, ha aumentado la desigualdad. El ingreso del  80% de los trabajadores, tanto en blanco, como tercerizados y en negro,  está por debajo de la canasta familiar. La inflación,  que supera el 25%, golpea duramente, particularmente el precio de los alimentos.
El gobierno que se dice de los DDHH, no sólo mantiene la política de judicialización de las luchas populares, con más de 5000 dirigentes políticos, sociales, procesados, sino que en el último tiempo se han producido asesinatos en la represión a manifestaciones, y la acción no sólo de la policía, sino también de patotas en coordinación  con ella.  
El  bloque de las clases dominantes està profundamente dividido,  fragmentado.
Se mantiene el auge de luchas, con algunas que han sido particularmente emblemáticas, como las de los petroleros de Santa Cruz  por salarios, que lograron en asambleas de 5000 obreros, echar a la  dirección sindical traidora.
Nuestro partido ha planteado 10 puntos programáticos para unir a las fuerzas populares en un frente popular, patriótico, democrático y antiimperialista., para torcerle el brazo a la política K y conquistar, por el camino de la lucha y de las puebladas, un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático para avanzar hacia la revolución de liberación nacional y social.

Chile:
Crece con fuerza la lucha de amplios sectores populares en Chile. Son importantes las luchas reivindicativas  que movilizan y politizan a amplios sectores, donde no sólo se protesta en contra de las políticas del actual gobierno que representa a la vieja derecha chilena, sino que  además, en contra de los partidos agrupados en la Concertación donde se reúnen los partidos que gobernaron Chile, después de la salida de la dictadura militar y a los cuales hoy, se les denomina como  la nueva derecha, ya que estos sectores, no sólo mantuvieron y profundizaron el modelo económico a partir de la imposición y profundización del sistema capitalista en su versión  neoliberal y profundamente pro imperialista, sino que, ampararon la impunidad; la represión y aplicación de la Ley antiterrorista sobre los pueblos que luchan; la monopolización de la economía; la tercerización de amplios sectores de trabajadores, etc.
Ante el ascenso de la lucha popular de los estudiantes de la enseñanza media, así como de los estudiantes universitarios, se alza con fuerza la voz de los pueblos, demostrando cada vez más, la pérdida del temor a la protesta popular, enfrentando con energía y decisión la represión de los aparatos de seguridad que son y seguirán siendo uno de los pilares  fundamentales sobre el que descansa el sistema de dominación capitalista. En especial debemos resaltar la lucha en contra de las alzas del transporte público, el cual aumenta periódicamente sus valores, sin guardar relación con la calidad de sus servicios los que provocan cada vez mayores grados de indignación y por lo cual se amplían las luchas de repudio.
Hoy se levanta con fuerza la demanda de ASAMBLEA CONSTITUYENTE, pero con un acento claro en la participación, donde amplios sectores puedan proponer, discutir y elaborar  una NUEVA CONSTITUCIÓN para Chile, entendiendo este proceso como un importante paso en la politización de amplios sectores haciendo posible el atraerlos a las ideas progresistas y revolucionarias.

Colombia:
El actual gobierno de Juan Manuel Santos, quien ha reemplazado a Uribe Vélez que gobernó durante ocho años, ha mantenido el modelo de acumulación y crecimiento, pero con cambios tácticos de importancia: el gobierno actual se ha llamado de “unidad nacional”, agrupando a los partidos de las clases dominantes, a la vez que promueve la política perversa de la cooptación de los líderes populares y de izquierda como mecanismo de desmovilización del movimiento popular, mientras mantiene la represión, persecución y asesinato de los líderes y luchadores populares y revolucionarios.
Con Santos sigue de manera más sistemática la entrega de los recursos del país a los monopolios imperialistas, profundizando el modelo de saqueo y explotación, que se ha venido imponiendo desde 1894, por medio de las políticas de seguridad democrática o de guerra contra la insurgencia y de represión contra el resto del movimiento popular. La crisis humanitaria desatada por la expulsión por  medios violentos de cuatro millones de campesinos que engrosan el semiproletariado en las grandes ciudades, que significa miseria pobreza, y desempleo. Todo esto con el objetivo de control de tierras, por parte de terratenientes provenientes del narcotráfico y el paramilitarismo impulsando los megaproyectos de, por ejemplo palma africana, para exportación. También este modelo favorece la inversión de capital imperialista y el control de industrias, bancos y comercio, logrando para la gran burguesía inmensas utilidades e igual para los imperialistas.
Un modelo centrado en los últimos diez años en lo minero energético, níquel, oro, petróleo y carbón;  de igual manera las políticas neoliberales de privatizaciones, flexibilidad laboral y tercerización, que ha golpeado a la clase obrera y demás trabajadores, como reduciendo el índice de sindicalización, políticas que también han golpeado a maestros y estudiantes. La guerra que se mantiene es también un factor de inestabilidad y  puede ser de impulso  de las luchas.
El movimiento popular y revolucionario ha iniciado un importante repunte en donde se están expresando no solo las organizaciones populares sino también las revolucionarias, buscando avanzar en las necesarias tareas democráticas antiimperialistas y por una sociedad socialista.

Ecuador:
En el Ecuador, la lucha de la clase obrera, del campesinado y la juventud, de los pueblos y nacionalidades indígenas, del pueblo negro, continúa su marcha: demanda la satisfacción de sus necesidades inmediatas, el incremento de los salarios, la tierra para el que la trabaja, el agua, la vivienda, la salud y la educación; defiende los derechos sociales y sindicales, las libertades públicas y la democracia, el ambiente y la naturaleza, la soberanía y la independencia contemplados en la Nueva Constitución; toma posición en la confrontación política que enfrenta a los capitalistas, abiertamente reaccionarios y reformistas por un lado y las fuerzas patrióticas, democráticas, de izquierda y revolucionarias que impulsan los combates sociales y políticos por el cambio verdadero, por la revolución y el socialismo.
En este camino enfrentan las falacias proclamadas por el Presidente Correa de la “revolución ciudadana”, “el socialismo del siglo XXI”, del “buen vivir” que pretenden afirmar un proyecto demagógico que apuntala la dominación imperialista capitalista. Oponen a esos infundios ideológicos la necesidad y la posibilidad de la revolución social; el derrocamiento del capitalismo y su superación por el socialismo; el sumak kawsay o buen vivir para los trabajadores y los pueblos. Se trata de una lucha teórica, ideológica y política que se expresa en todos los acontecimientos de la vida económica, social y política en la cual, el partido revolucionario del proletariado, el PCMLE se esfuerza por el cumplimiento de sus tareas y revolucionarios.
La perspectiva de la revolución y el socialismo sigue planteada, es una cuestión cierta a mediano plazo; sus reservas, el movimiento de la clase obrera y de los pueblos, las organizaciones y partidos de izquierda están lozanas y sus potencialidades son extraordinarias.

Paraguay:
El modelo del Viejo Estado se mantiene y el gobierno de Lugo cada vez más alineado a los sectores de derecha, hace que las proclamas de reformas vayan quedando arrinconadas.
Paraguay es un país dependiente, por lo tanto la disputa de los imperialismos es permanente.
En los últimos meses del año 2010, de nuevo se dio impulso desde el gobierno los proyectos de las privatizaciones y concesiones.
Es innegable que los partidos tradicionales están en crisis, el partido colorado no se pudo reponer aún de la última derrota electoral. Se encuentra profundamente dividido, a pesar de que en la victoria de la intendencia de Asunción aparecieron “unidos”, esto es muy poco duro. En esta coyuntura, en el Partido Colorado aparecieron acaudalados empresarios, fortunas de origen dudoso, aplicando la política a platazo.
El Partido Liberal no pudo hasta hoy estabilizarse como partido de Gobierno y de la Alianza, también sus disputas internas son muy fuertes, carece de liderazgo.
Los otros partidos socialdemócratas de la alianza no han crecido electoralmente y mantienen un escuálido apoyo del gobierno de Lugo, sin mucha incidencia den la política nacional.
En 2013 llegan las elecciones y ahora es el centro de debate de todos los partidos políticos; nadie impulsa programas para combatir y transformar la pobreza, la miseria, la falta de empleo, la migración, el envenenamiento de las comunidades campesinas por los sojeros, etc. El gobierno nacional para paliar un tanto, empieza a repartir migajas con programas asistencialistas.
El gobierno es claramente asistencialista: Itapú invierte grandes sumas de dinero a pequeños comités. A la vez, en el 2011 se prevén 1.500 nuevas mejoras habitacionales en asentamiento campesinos, pero se olvidan del gran déficit de vivienda en nuestro país expresado en los sin-techo. Se invierte en asistencialismo y se deja de lado la producción nacional.

Venezuela:
Venezuela es un país capitalista dependiente, con una economía sustentada principalmente en la industria petrolera, cuenta con una población de 27.788.000 habitantes, distribuidos en 916.445 km2, con una concentración del 93% de la población en las grandes ciudades, quedando menos del 7% de la población en el campo, lo que confirma la presencia de un proletariado en expansión, de carácter urbano, vinculado a procesos industriales y de servicios.
El presidente Chávez a lo largo de su gobierno ha implementado medidas, que si bien no resuelven los problemas de manera estructural, son un paliativo importante que le ha permitido a los sectores populares, recuperar y mejorar beneficios perdidos durante las épocas del neoliberalismo, que incluyen entre las más relevantes: mejoras salariales, jubilaciones, estabilidad laboral, vivienda, educación y salud gratuitas. Ha iniciado un proceso de recuperación de tierras dirigido a garantizar la seguridad alimentaria y la recuperación y nacionalización de empresas.
Sin embargo Venezuela no escapa a la realidad mundial, donde la crisis también se presenta, por supuesto, con las particularidades del caso, marcadas en lo fundamental por  el desarrollo del proceso bolivariano, que ha creado condiciones de apertura democrática, con el desarrollo de un marco legal que permite consolidar importantes derechos dirigidos a satisfacer las necesidades fundamentales de la población, que aun, cuando no son más que medidas y libertades dentro del marco de la democracia burguesa, constituyen Elementos importantes que permiten caracterizarlo como un gobierno de plenas libertades democráticas, anti-imperialista (en lo fundamental anti-Norteamericano). Donde la clase obrera en su lucha diaria  va cualificando su conciencia de clase, que le permite ver con más claridad la necesidad de apoyar las trasformaciones democráticas, aclara sus dudas, develando la realidad de la dominación burguesa y la esencia explotadora del capitalismo, y clarifica sus posiciones antiimperialistas, que no es sólo la denuncia de los Estados Unidos, sino la lucha frontal contra cualquier imperialismo y sus agentes nacionales, fortaleciendo su organización revolucionaria e impulsando la unidad con sus aliados históricos, los campesinos pobres y todos los demás sectores de la sociedad oprimidos por el imperialismo.
El proceso Bolivariano en Venezuela, se prepara para enfrentar otra prueba que marcará su futuro. En el 2012 se realizarán las elecciones presidenciales por la reelección de Chávez. Ya el imperialismo y sus lacayos de la oposición preparan el ambiente, avizorándose un clima de confrontación permanente con el desarrollo de un plan dirigido al debilitamiento de la imagen del gobierno, en su intento por derrotarlo electoralmente, de no lograr su cometido, recurrirán a la figura del fraude electoral y a la agresión directa con el apoyo militar del imperialismo.
Ante esta realidad tan evidente, hoy más que nunca se requiere la profundización del proceso en Venezuela y la consolidación de la unidad revolucionaria, para derrotar al imperialismo y sus lacayos nacionales.
No a la intervención imperialista en venezuela

Uruguay:
En los 6 años de los 2 gobiernos oportunistas del Frente Amplio y a pesar del crecimiento económico relativo desde el 2004, basado en los altos precios internacionales de las materias primas y del gran flujo de capitales, ha habido una pobre y lenta recuperación de salarios y jubilaciones, de lo perdido en la crisis del 2002. El porcentaje de la masa salarial en el PBI está en un 22%, un 10% abajo del anterior a la crisis, lo que refleja que el crecimiento actual tiene como una de sus bases la mayor explotación de los trabajadores. El gobierno habla de cifras históricas de ocupación pero persiste un 35% de trabajo precario e informal y la mayoría de los nuevos puestos de trabajo estables tiene muy bajos salarios. El 70% de los asalariados percibe un cuarto de la canasta familiar.
La deuda externa se ha duplicado desde el 2005 y se ha pagado hasta por adelantado, ha habido un contrarreforma agraria, donde los monopolios del complejo forestal-celulósico y la soja ya abarcan 2 millones de has.,  hay una concentración y extranjerización creciente que ronda en un tercio de la superficie cultivable del país; hoy la pastera Stora-Enzo es el principal terrateniente con 255.000 has.
Estos gobiernos proimperialistas del oportunismo, apoyados por la mayoría de las direcciones del PIT-CNT (central obrera) y FEUU (estudiantes universitarios), y en general por los partidos de la derecha tradicional, han firmado nuevos acuerdos con el imperialismo yanqui, el TPPI y el TIFA, intentaron un TLC, acuerdos de “cooperación contra el terrorismo”, incrementado las tropas y el nivel de agresión en Haití y el Congo. Han firmado un TLC entre Israel y el Mercosur. Han entregado la tierra, los frigoríficos, el arroz a los imperialistas europeos y a grandes capitales brasileros. Cada día avanza también el imperialismo Chino, en sus inversiones y como principal destino de la soja, la celulosa y posiblemente del hierro de Aratirí.
Mujica no ha hecho otra cosa que prometer un giro a la izquierda para llegar al gobierno y luego profundizar la entrega y la explotación, y en estos días ha defendido objetivamente el mantenimiento de la impunidad por los crímenes de la Dictadura Militar Fascista.
Todo esto ha generado condiciones para que la clase obrera, los estudiantes,  los jubilados y sectores pequeños y medios del campo se movilicen permanentemente. La lucha se abrió camino a pesar del oportunismo, hubo paros generales y todo tipo de movilizaciones estos años, en especial en el 2010 donde se juntaron los Consejos de Salarios y el Presupuesto Nacional, y donde incluso en el terreno electoral se refleja el castigo popular, con el voto a la Asamblea Popular y el voto blanco y nulo crecientes en las elecciones. nacionales y más aún en las municipales.

 

Acciones comunes y solidaridad a desarrollar:
• Solidaridad con el pueblo de Haití. Exigimos el retiro de todas las tropas extranjeras.

• Libertad para todos los luchadores  sociales y revolucionarios, presos políticos en América Latina y el mundo.

• Basta de criminalización de la protesta social y política, y de la persecución, tortura y asesinato de los luchadores sociales, y revolucionarios.

•Derogación de las “leyes antiterroristas” que fueron impulsadas por el imperialismo yanqui.

• Solidaridad con la lucha de los pueblos indígenas. Contra la represión y el asesinato.

• Solidaridad con el pueblo uruguayo y su lucha contra la ley de impunidad y por el juicio y castigo de los culpables de los crímenes de la Dictadura.

• Libertad para los cinco patriotas cubanos presos en EE.UU. Basta de bloqueo a Cuba.

• Contra las amenazas y provocaciones  del imperialismo yanqui a Venezuela.

• Contra la intervención militar del imperialismo yanqui y sus aliados en Irak, Afganistán y Libia

• Solidaridad con la justa lucha del pueblo palestino y la rebelión de los pueblos árabes

• Libertad para los campesinos ecuatorianos y al estudiante Marcelo Ferreira, condenados por “terroristas” por el gobierno de Correa.

• Por la anulación de las imputaciones judiciales a los 600 campesinos paraguayos en lucha por la tierra.

• Libertad a los presos políticos Mapuches y fin  la ley “antiterrorista” en Chile

• Solidaridad con las luchas de la clase obrera. Que la crisis la paguen los monopolios y el imperialismo.

• Apoyo al Seminario Internacional Problemas de la Revolución en América Latina a desarrollarse en Quito, Ecuador del 11 al 15 de Julio de 2011
 

 

Partido Comunista revolucionario de la Argentina- PCR
Partido Comunista (Acción Proletaria) de Chile- PC (AP)
Partido Comunista de Colombia –Maoísta – PCC-M
Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador- PCMLE
Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Pyahurá – MPRPP
Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela- PCMLV
Partido Comunista Revolucionario del Uruguay- PCR