-Una primera pregunta, pensando en los que no vivieron ese período es ¿qué fue el golpe de Estado de 1976?
-Para comprender el golpe de Estado hay que poder conocer el momento histórico que se vivía, que tuvo como punto de inflexión el Cordobazo de 1969. A partir de ahí hubo un proceso de revolucionarización de grandes masas, en medio de la oleada que venía de la década de 1960, en la que hubo grandes debates en torno a la necesidad de cambiar el mundo. Estuvo la lucha emancipadora en Argelia, la influencia de la Revolución Cubana en América Latina, el Che Guevara, el Mayo Francés, la Revolución Cultural Proletaria, entre otros. El golpe fue precisamente para poder parar ese proceso de revolucionarización abierto. Además de golpear al peronismo, por los elementos de resistencia que éste tenía. Tras la muerte del general Perón se fue creando, a partir de fines de 1974, un clima golpista con el objetivo de generar adhesión en las masas. Fue precisamente René Salamanca, nuestro compañero secretario de los trabajadores mecánicos cordobeses, quien planteó públicamente por primera vez la necesidad de unir al pueblo argentino para frenar el golpe de Estado.
Para ese golpe se unieron las fuerzas más reaccionarias de la Argentina y todos los sectores proimperialistas de la Argentina, los proyanquis, los prorrusos, europeos, todos, junto a los grandes oligarcas. El objetivo era desmantelar las conquistas logradas, liquidar los cuerpos de delegados, golpear al movimiento obrero, frenar el entusiasmo de los jóvenes por cambios revolucionarios, etc. Nosotros durante todo ese periodo tuvimos una política de denunciar los preparativos golpistas en medio de grandes debates con otros sectores del campo popular, que no veían con malos ojos la caída de Isabel Perón.
El golpe de Estado de 1976 instaló la dictadura más feroz que conoce nuestra historia, con la más brutal represión que se ha vivido en nuestro país que sólo tiene parangón en el genocidio de los pueblos originarios.
Hoy todos hablamos de desaparecidos, pero hay que contarle a los jóvenes que no conocieron esa época, que para nosotros era inimaginable que existiera la figura de la desaparición. No sabíamos el paradero de quienes eran secuestrados, no existía la figura del desaparecido como tal.
Por otra parte, la dictadura además de implementar la represión, hizo una brutal campaña de silenciamiento y culpabilización de todos los que luchaban, utilizando los medios de comunicación para poder instalar esta campaña.
-Contanos un poco de cómo fue la lucha contra la dictadura y de los inicios de la organización de las Madres de Plaza de Mayo.
-El pueblo argentino ha sido un ejemplo en la resistencia antidictatorial, y en la lucha contra la represión y la impunidad, desde ese momento hasta la actualidad. Tenemos orgullo de cómo ha peleado nuestro pueblo, y las Madres de Plaza de Mayo fueron la expresión más avanzada de esa resistencia. Las Madres salieron a la calle, no fue un discurso contra otro, fue la resistencia en las calles lo que impuso la existencia de los desaparecidos, interpelando al poder desde su aparición pública, con sus consignas que fueron primero “aparición con vida de los desaparecidos” y después “castigo a todos los culpables”.
Hay que decir que la dictadura no tuvo consenso popular, a diferencia de otras dictaduras en Latinoamérica y en el mundo. Hubo numerosos paros y luchas, y hubo miles y miles de solidaridades anónimas en las épocas de mayor terror, que ponían en riesgo a quien la ejerciera, y sin embargo hubo solidaridades todo el tiempo.
El modelo de las Madres quedó como una impronta, como un telón de fondo que marcó y estimuló el desarrollo de toda la lucha de las mujeres que tiene la dimensión actual. Las mujeres tuvimos un rol protagónico en las diferentes experiencias que se llevaron a cabo.
El PCR, así como tuvo un papel muy importante en la lucha antigolpista, inmediatamente de producido el golpe decide participar en la resistencia antidictatorial. Todos los compañeros nos quedamos en la Argentina, incluso los presos que tuvieron la posibilidad de ejercer la opción de salir del país. El Partido nos encomendó la tarea de participar activamente en la lucha contra la represión y en la solidaridad con los y las presas políticas y con los familiares de los compañeros desaparecidos. Así, con compañeras que tenían hermanos, hijos o parejas desaparecidos participamos desde el inicio junto a las Madres de Plaza de Mayo. Aún antes que estuvieran las Madres, que se organizan en abril de 1977, realizamos reuniones nacionales con familiares de desaparecidos y presos, con los que recorríamos las instancias oficiales en condiciones extremadamente difíciles, para poder pelear por noticias y por la libertad de quienes estaban presos, y por la libertad de todos, que en ese momento no denominábamos todavía detenidos desaparecidos. Acompañamos el movimiento de Madres de Plaza de Mayo desde antes que se conformara, ya que conocíamos a algunas de las fundadoras. También colaborábamos con Emilio Mignone, que tuvo un papel muy importante en ese momento.
Quiero resaltar que todo este proceso de lucha, el de las Madres en particular, fue en la calle, ocupando la plaza de Mayo, nada más ni nada menos. Esto fue fundamental para toda la lucha antidictatorial.
Todo este proceso de lucha del pueblo argentino sigue hasta hoy, y ha conquistado logros históricos: el juicio a las juntas militares, y la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida, que permitieron la continuidad de los juicios a los genocidas hasta hoy.
-El pueblo argentino viene peleando por memoria, verdad y justicia desde hace muchos años y contra la impunidad de ayer y de hoy ¿Cómo es esa pelea ahora, y por dónde pasan sus ejes centrales?
-Se cumplen 45 años en un momento muy especial. La derecha y los sectores reaccionarios proimperialistas que gobernaron los últimos años en nuestro país, llevan a cabo una ofensiva fascistizante, que pretende arrasar con las conquistas logradas. En el marco de la propia pandemia se ve, sin hacer extrapolaciones, que así como la dictadura utilizó los medios, la derecha utiliza los medios con todo tipo de argumentos anti cuarentena, anti vacunas, después en reclamo por las vacunas, para crear un clima “destituyente”, para poder volver a retomar las riendas que tuvieron durante el gobierno de Macri, en el cual devastaron el aparato productivo nacional, liquidaron conquistas sociales, aplicaron la doctrina Chocobar y negaron el genocidio.
Nuestra idea es que jamás sirve conceder a estos sectores. La historia argentina ha demostrado que las concesiones sólo fortalecen a la derecha. En el plano de los derechos humanos hay deudas con el pueblo argentino, hay presos y presas políticas, debemos pelear por la libertad de Milagro Salas. Está la represión en Formosa, que es inaceptable.
Solo la firmeza nos va a permitir avanzar en el camino de que no haya más vulneraciones a los derechos humanos. Hay que seguir la lucha por el castigo de todos los genocidas, por la restitución de la identidad de los y las jóvenes apropiados, por la apertura y difusión de todos los archivos de la dictadura, por justicia para Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, y todas las deudas de impunidad que hay con nuestro pueblo.
Nuestro pueblo, este 24 de marzo se volverá a expresar de las más diversas formas, teniendo en cuenta la situación de la pandemia. Estamos conversando con distintos sectores qué tipo de actividades presenciales, en las calles y plazas, y virtuales podamos coordinar, repudiando el golpe, reivindicando a nuestros 30 mil detenidos desaparecidos, y volviendo a reclamar contra la impunidad de ayer y de hoy.
Hoy N° 1856 17/03/2021