Como escribimos hace un año: “El Vasco fue el dirigente inolvidable de los estudiantes correntinos, presidente de la Federación Universitaria del Nordeste (FUNE) y actor principal del “Correntinazo”, que hizo estallar el “polvorín” de odio acumulado bajo los pies de la dictadura de Onganía.
Como escribimos hace un año: “El Vasco fue el dirigente inolvidable de los estudiantes correntinos, presidente de la Federación Universitaria del Nordeste (FUNE) y actor principal del “Correntinazo”, que hizo estallar el “polvorín” de odio acumulado bajo los pies de la dictadura de Onganía.
Constructor de una corriente antiterrateniente entre los campesinos pobres y medios. Primero desde las Ligas y luego por muchísimos años al interior de la Federación Agraria Argentina. Contra esa matriz terrateniente, que desde la colonia expulsa a miles de argentinos de sus tierras, incluyendo el genocidio cuando fue necesario. Y que unida a la dependencia imperialista son las dos grandes montañas que hasta el día de hoy oprimen al pueblo y la nación
Pilar de la lucha antigolpista y de la resistencia a la dictadura de Videla desde su pueblo Arteaga, fundido con sus habitantes, para aguantar el período más cruel de la Argentina. Candidato en las elecciones comunales a la salida de la dictadura y a diputado nacional en las elecciones de 1991.
Actor principal de muchas luchas del campesinado, pero sobre todo de la gran Rebelión Federal Agraria del 2008, desde su inicio en los actos de Chacareros Federados en Maciel, armando los piquetes desde abajo y buscando la confluencia con los sectores populares.
Y partícipe entusiasta, a pesar de su estado de salud, en la conformación de la Federación Nacional Campesina, como herramienta de los criollos y originarios que pelean su tierra y su lugar en el mundo”.
Hoy, frente a la expulsión de 90.000 productores del campo, por la política proterrateniente, extranjerizadora y concentradora de la tierra y de la producción practicada por el kirchnerismo a lo largo de los últimos doce años.
Y frente a la crisis de las economías regionales, en muchos casos llevadas a situaciones límites y terminales, como el caso de la fruta, el arroz, la leche, el azúcar, los citrus, etc. etc.
Se levantan luchas a lo largo y a lo ancho del país que movilizan a miles de productores agrarios.
Es cuando más sentimos la ausencia del Vasco, del dirigente agrario, del dirigente del Comité Central de nuestro PCR.
Nuestro recuerdo no puede ser nostálgico. Sino que implica tomar en nuestras manos su decisión y firmeza en la lucha y en el frente único. En su capacidad de abrir la cabeza sin prejuicios, frente a las nuevas situaciones. En su sencillez en los éxitos y su capacidad de autocritica en los errores.
Y en su capacidad para luchar por la unidad del Partido y la Juventud, para que sirvan al pueblo y encabecen su lucha revolucionaria.
“Hasta la victoria….”