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02 de octubre de 2010

En la Argentina kirchnerista se sigue condenando a las mujeres, muchas jóvenes, a un callejón sin salida donde lo que encuentran es miedo, silencio, y una condena que llevarán en el cuerpo y en el corazón.

Aborto: una herida añeja con sangre joven

Hoy 1229 / La verdadera educacion sexual, otra cuenta pendiente del kirchnerismo

El aborto es primero una difícil decisión para la inmensa mayoría de las mujeres del pueblo. Es la última opción a la que llega una mujer después de haber transitado un camino difícil y para muchas tortuoso.
A muchas en el final del camino las encuentra la muerte, a otras las heridas, aunque reparadas, las acompañarán siempre. Y otras no podrán ser mamás cuando verdaderamente lo elijan pues su útero ya fue castigado en la clandestinidad.
Es la última opción pero no en una situación donde una pueda elegir libremente qué hacer, porque en una sociedad donde la mujer continúa siendo doblemente oprimida las elecciones y decisiones son opciones pautadas. Falsas opciones.
El aborto es la última opción porque simplemente y terriblemente se trata de un embarazo no deseado. Es simple si tuviésemos la posibilidad verdadera de no quedar embarazadas. Y es terrible porque nadie quiere ser madre si no lo ha decidido. Y es más cruel todavía cuando en la soledad y en el desamparo, la mayoría de las mujeres tienen que decidir terminar con un embarazo.
“En la región de Sudamérica… alrededor del 70% de los abortos inseguros ocurren entre las mujeres de menos de 30 años…”
“En la Argentina se realizan unos 460.000 abortos inducidos por año, según datos del Ministerio de Salud de la Nación sobre morbilidad materna severa. Entre 1995 y 2005, la cantidad promedio de egresos hospitalarios de mujeres por complicaciones post aborto creció un 27,5 por ciento. Mientras en 1995 se registraron 53.978 egresos de hospitales estatales por abortos espontáneos y provocados, en 2005 la cifra ascendió a 68.869 egresos, de los cuales la mitad corresponde a mujeres de entre 20 y 29 años.” (Pagina/12; 18/7/08).
En el aborto se expresa la doble opresión que sufrimos las mujeres. Y se expresa también lo que gobiernos como el de los Kirchner le niegan a las mujeres.

Educación sexual:
una cuenta pendiente

Se aprobó una Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable y el programa correspondiente para su aplicación, pero si bien en algunos lugares se reparten anticonceptivos, esto no alcanza. Cuando una es joven y comienza su vida sexual, ¿quién nos informa? ¿en la escuela? ¿en la salita? ¿en el hospital? La verdadera educación sexual no existe.
Se aprobó una Ley de Educación Sexual, pero el gobierno conciliando con los sectores reaccionarios de la Iglesia deja a criterio de cada escuela qué dar, qué informar. Por lo tanto la gran ausente en la escuela es la educación sexual.
“Una de cada cuatro mujeres que utilizan píldoras anticonceptivas comete errores… entre mujeres de 15 a 45 años, el 23% de las usuarias de alguna de las 50 marcas disponibles en el país comete errores que reducen la efectividad del método y aumentan la posibilidad de quedar embarazada. Que una de cada cuatro mujeres cometa errores en la toma de la píldora y que el 29% de los embarazos no planificados ocurra justamente por alguna equivocación en la forma de usar la píldora es una tendencia común en América latina y es un patrón de falta de educación sexual”, dijo a La Nación la ginecóloga Alicia Figueroa, miembro del Comité de Desarrollo del Celsam (viernes 3 de agosto de 2007).
Con repartir anticonceptivos no alcanza (y menos ahora que para el 2008 se bajó un 11%, el presupuesto en el Programa de Salud Sexual). Hacen falta profesionales que puedan ir al encuentro de los jóvenes en las escuelas, de las mujeres en las salitas y hospitales. Porque cuando una mamá ya ha parido hijos que se hambrean y decide no tener más, hay quienes le imponen seguir pariendo el hambre.
Hay muchas que llegan a un embarazo que no desean porque no cuidarse es una “prueba de amor”. Y hay otras que si se cuidan y “las descubren tomando pastillas”, son acusadas de putas y presas del golpe y el maltrato.

Evitando la muerte:
aborto inseguro

Cuando las mujeres quedan solas en la clandestinidad de decidir hacerse un aborto, apelan a la solidaridad de otras mujeres. El miedo a la muerte impera y entonces ¿qué hacer?
Hace un par de años en el boca a boca se repite “Oxaprost”. Es el nombre comercial del misoprostol. Un medicamento que se utiliza para tratamientos traumatológicos y que como efecto colateral provoca la pérdida del embarazo.
“Seis de cada diez cajas de Oxaprost se venden sin receta, y tienen como destino la práctica de abortos… El 80 por ciento de lo que se vende bajo receta es prescripto por obstetras y ginecólogos, y sólo el resto por traumatólogos o gastroenterólogos, que son los especialistas que supuestamente más deberían hacerlo. Calculamos que 75 por ciento de los pacientes que consumen este producto son jóvenes adolescentes que intentan resolver un embarazo no deseado” (explica Néstor Luciani, titular del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires; en Clarín 30/3/08).
El uso se ha generalizado sobre todo entre las jóvenes, porque da la tranquilidad de que no vas a un lugar donde no sabes quien te lo hace o corres el riesgo de infecciones. Pero el tema es que muchas veces no se sabe en que dosis y cómo usarlo, por lo que en muchos casos se comienza con pérdidas que no terminan con el embarazo, en otros casos donde se utiliza este método abortivo más de una vez  las heridas en el útero a la larga provocan infertilidad.

Muerte en la pobreza
Para cientos un aborto es una sentencia de muerte. No hay dinero para hacerlo en la clandestinidad de una clínica limpia y con un profesional. Tampoco hay como conseguir esa pastilla que dicen que funciona. Y entonces recurren a lugares y formas en las que sobre el dolor y el silencio se suma la muerte.
Cinismo el de este gobierno que aprobó una guía para la atención post  aborto reconociendo: “el aborto representa un grave problema de salud pública en los países en desarrollo, siendo en la República Argentina la primera causa de muerte materna.” (Resolución 989/2005 – MSA – Guía para el Mejoramiento de la Atención Post Aborto).

Decidir una vida digna
Son miles las que no pudieron cuidarse en sus relaciones sexuales: porque no sabían (no conocían los métodos anticonceptivos), porque se lo exigían (como “prueba de amor” o fidelidad). Porque sabían, pero no podían (no tenían acceso, o por falta de dinero o porque donde debían dárselos no lo hicieron).
Son miles también las que son víctimas del descuido en sus relaciones sexuales: bajo los efectos de la droga y el alcohol que este gobierno impone a la juventud, quedan embarazadas en noches de descarga frente a la falta de futuro que nos quieren imponer.
Son miles las que no desean tener una relación sexual: porque han sido obligadas, chantajeadas. Violadas, bajo las garras ultrajantes de los abusadores que están caminando en la calle o habitan nuestras familias con la impunidad que les garantizan policías y jueces cómplices de la violencia sexual contra las mujeres.
Son miles las que no quieren llevar adelante un embarazo, pero no pudieron evitarlo. A ellas las obligó este gobierno kirchnerista que profundiza la falta de educación sexual, el descuido que envenena en el cóctel de droga y alcohol, el abuso impune de los violadores, el maltrato de quienes se adueñan del cuerpo de las mujeres como objeto de su propiedad.
Y es este mismo gobierno el que las empuja a la soledad de un aborto clandestino, con pastillas, con laxantes, con agujas de tejer, con aborteros bien pagos o mal pagos, con silencio, con miedo, con vergüenza y con heridas. Y para muchas el final del camino es la muerte.
Nos urge a miles arrancarle al gobierno kirchnerista: La educación sexual verdadera en las escuelas y en los hospitales. La atención digna en los hospitales para las miles que llegan desechas por abortos inconclusos. La despenalización del aborto para que no se mueran más mujeres en callejones sin salida.
Queremos esto porque cuando nos organizamos avanzamos, hemos conquistado leyes y programas pero solo tomando en nuestras manos las necesidades urgentes podremos abrirle la mano a este gobierno, para conquistar: la información para decidir, los anticonceptivos para no abortar y el aborto legal seguro y gratuito para no morir.
Las mujeres que año a año nos juntamos en el Encuentro Nacional de Mujeres ponemos sobre la mesa nuestras experiencias de lucha y de organización, compartimos nuestras ideas y entre todas llegamos a conclusiones que desnudan las verdaderas razones de nuestra situación.
El aborto lo sufrimos miles, cientos de mujeres de nuestro pueblo se mueren y aunque las ideas en torno a este tema son muchas, estamos de acuerdo en que en la mayoría de los casos somos empujadas a un callejón sin salida al que nadie quiere llegar.
Somos miles las que luchando por transformar las situaciones injustas queremos avanzar en conquistar la verdadera posibilidad de elegir cuando quedar embarazadas y cuando parir hijos, hijos de la dignidad, hijos del pan y del trabajo.