Como en otras oportunidades, pese al clima de amedrentamiento que impera en el Indec, donde se pasea campante la patota kirchnerista que comanda Guillermo Moreno, gran cantidad de trabajadores salieron del edificio, para reiterar sus reclamos contra la intervención y denunciar la manipulación de las estadísticas, particularmente del índice de precios al consumidor.
Frente a la sede del Indec se encontraban delegaciones de trabajadores estatales de distintas reparticiones, diputados nacionales como Claudio Lozano y Eduardo Macaluse, dirigentes de la CTA como el candidato por la Germán Abdala 1 en Capital, Carlos Chile, y numerosas comisiones internas, organizaciones sindicales, políticas y sociales, entre ellas la CCC y el PCR de Capital Federal. Este último, en un párrafo de su adhesión, expresa que los trabajadores del Indec “son un ejemplo que ha ido marcando a fuego la política antinacional y antipopular del kirchnerismo”.
En un acto previo al abrazo, hablaron el diputado Claudio Lozano, quien rechazó el proyecto de reformas del Indec aprobado en Senadores, y defendió el que se viene llevando adelante en Diputados. Luego hablaron el secretario adjunto Raúl Llaneza y el general de la Interna de ATE-Indec, Daniel Fazio.
“No bajamos los brazos”
Entrevistamos a una compañera, integrante de la Junta Interna de ATE-Indec.
—¿Qué opinión tenés del proyecto aprobado en senadores?
—En principio, opinamos que esta media sanción es un avance porque se ha puesto, ni más ni menos que en el Congreso de la nación, una temática que los trabajadores del Indec venimos llevando adelante y poniendo el cuerpo desde hace tres años y medio. No han tenido más remedio, los diputados y senadores, que ponerse a considerar lo que venimos planteando.
Lo que ha salido en concreto no contempla ninguno de los puntos que hemos pedido, que son cuatro cuestiones básicas: primero, se tiene que ir la intervención y la patota. No puede haber concursos con estos señores adentro. Ana Edwin sigue siendo nada menos que directora de recursos Humanos, así que imagínense qué puede suceder con los trabajadores. Por otro lado, pedimos que al menos se cumplan las actas firmadas por el gobierno en agosto de 2007, que era pasar a planta 48 a todos los trabajadores, para que no haya contratos de un mes. Nosotros a eso le sumamos el reclamo de pase a planta permanente de todos los trabajadores que estaban al 30 de agosto de 2007. Porque la Constitución establece que los trabajadores del Estado tienen que tener estabilidad, para que no suceda lo que ha pasado, que por temor a quedarse sin trabajo, muchos han permanecido en silencio ante el atropello que ha habido. Los trabajadores públicos tenemos que tener estabilidad para poder dar a conocer las irregularidades cuando las hubiere, que es lo que hicimos un sector poniendo en peligro nuestro propio trabajo.
Además estamos pidiendo que todos los compañeros que se han ido o fueron desplazados durante la intervención tengan la posibilidad de volver al Instituto, porque esos son recursos humanos que formó el Indec durante muchos años, de una calidad muy alta, lo que justamente dio que el Indec fuera uno de los Institutos más importantes de Latinoamérica.
Este proyecto del Senado no considera ninguno de estos puntos. Nosotros estábamos trabajando en otro proyecto en Diputados, que tomaba algunos de los puntos reclamados. Antes de hacer un nuevo Indec, independiente, lo primero es nombrar un interventor designado por una comisión bicameral, para que lleve adelante las tareas que hemos propuesto. Con lo que salió de Senadores, si bien es un avance que hayan tomado el tema del Indec, corremos un peligro muy serio, porque la población puede pensar que por fin se resolvió lo del Indec, y esto no es así, y puede terminar en una lavada de cara y nada más. Por eso queremos alertar a toda la población, y no vamos a bajar los brazos. Seguimos peleando por un verdadero Indec para la Argentina.
—La intervención sigue insistiendo con su argumento del “fraude patriótico”
—Totalmente. Han reproducido un artículo de El Cronista donde dice que si se sinceran las estadísticas hay que pagar más a los bonistas. Admiten que han modificado las estadísticas, lo cual no es un problema nuestro, porque nosotros no estamos defendiendo a los bonistas ni al FMI, ni nada por el estilo.
—En esta situación ¿qué se puede esperar del Censo que prepara el gobierno?
—Nosotros decimos que el Censo de población va a ser un nuevo fracaso, como ha sido el Censo Agropecuario, del que al día de hoy todavía no se han podido cerrar los datos. Esto porque ha sido desplazado el personal que tiene experiencia en los censos, hay tareas que se tendrían que haber comenzado dos años atrás y se hicieron hace tres meses. Va a ser un nuevo fracaso, para el que han aumentado en varios millones el pre- supuesto. Por lo que además, va a ser un gran costo para el presupuesto y por ende para la Argentina.