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09 de noviembre de 2016

En el Chaco se hizo un trabajo de unidad multisectorial, de meses, para llegar a Buenos Aires y plantearle al gobierno nacional las principales urgencias en la provincia, en especial de las comunidades rurales y originarias.

Abrirle la mano al gobierno

La marcha desde el Chaco

“Venimos haciendo una lucha provincial en la que queda claro es necesario abrir la mano y darle vuelta el brazo a la política de Macri, que no tiene nada que ver con las economías regionales”, explica Rodolfo Schwartz, secretario del PTP-PCR de Chaco y agrega: “Macri dijo que iba a duplicar la producción de soja. Aumenta la ida del campo, la desocupación, porque para este proyecto de agricultura sin agricultores, el gobierno necesita que el campo esté vacío”. 
En la zona del Impenetrable donde se está defendiendo el territorio con uñas y dientes, porque los grandes monopolios quieren usarlos para invertir, los compañeros tienen en claro que esta pulseada hay que darla nacionalmente para dar vuelta esta política. Para “dar vuelta el viento”, como dijera años atrás Mártires López (dirigente de la Unión Campesina de Chaco y de la Federación Nacional Campesina) muerto en defensa de la tierra en el 2011.
“Los pueblos originarios tienen una doble opresión: una de clase, la mayoría en Chaco como campesinos y otra como nación oprimida. Hay una lucha muy importante porque se están queriendo entregar 320 mil hectáreas de la gran reserva a una asociación armada por el gobierno actual. El gobierno de Capitanich había armado otra asociación para entregársela a los árabes pero con la lucha se impidió. Por ahora está frenada”, dice Schwartz. 
Los compañeros plantean que la entrega de tierras sea en forma democrática y participativa, que se forme un consejo con representantes de sus organizaciones, que sea el adjudicatario de esas tierras porque son los más representativos y porque son las formas de unidad que tenían los pueblos originarios.
 
Tierra para trabajar y para vivir
Víctor Gómez, originario de Castelli (entrada del Impenetrable), es presidente de la Federación Nacional Campesina del Chaco, y explica: “El 21 y 22 de mayo, en el congreso de la Federación, anunciamos que íbamos a hacer la marcha. Los campesinos venimos haciendo varios cortes de ruta porque cada vez que le pedimos al gobierno tenemos que hacer corte de ruta. A veces recibimos combustible, pero muy tarde: Alcanzó a sembrar el que tiene roturada la tierra. Hemos hecho varios cortes para conseguir la semilla. Si sale todo bien, como organización vamos a tener semillero. Esas semillas son para distribuir a todos los compañeros que quieran trabajar la chacra. Este es el reclamo nuestro”.
 
Para que los hijos no se vayan del campo
El segundo reclamo, explican los compañeros, es la construcción de vivienda rural. Los hijos crecen, arman sus familias y son obligados a migrar a otras provincias, abandonando la chacra, por falta de oportunidad en el campo. “En Pampa del Indio está don Pano, una sola persona tiene 40 mil hectáreas y las comunidades indígenas tienen una o dos hectáreas. En un lote de cien hectáreas viven 27 personas. Yo tengo un hijo que ya tiene un chico, y entonces él tiene que tener un lugar. Las hijas que ya tienen hijos tienen que tener sus propios lugares”, explica Gómez. 
Bernardo es de la comunidad wichi del Impenetrable. “En la punta del Chaco”, indica. El esfuerzo para llegar a Buenos Aires para hacer el reclamo es enorme. Quienes salieron de Comandancia Frías tuvieron que recorrer 1.500 kilómetros hasta Buenos Aires. Salieron el lunes 31 a las 5 de la madrugada de sus lugares, recorrieron 300 kilómetros en camión hasta llegar a Resistencia y van estar de regreso en sus casas el lunes, cuando se está cerrando la edición de este semanario. 
El reclamo de Bernardo, al igual que la mayoría de su comunidad, es por tierra. “Cada gobierno que viene, nos quita nuestros territorios, alquila a los terratenientes, a empresarios japoneses para hacer turismo, nosotros no podemos salir a nuestros territorios para sacar frutos de nuestros campos. Esas tierras, donde siempre vivimos, hay remedios naturales. La tierra es nuestra madre. Desde hace 500 años nosotros venimos reclamando nuestros territorios”. 
 
Salud en las comunidades
Bernardo denuncia: “Tenemos hermanos que se mueren a causa del dengue. No hay remedios. Los funcionarios del Chaco vienen a Buenos Aires y dicen que allá no hay más pobreza. En nuestra provincia hay mucha desnutrición. Donde estamos no hay agua, no hay remedios, no hay doctores, no hay ambulancias. Totalmente abandonados. Pero cuando son las elecciones los políticos vienen a nuestra zona con unas pocas bolsitas de mercadería”. Mónica Figueroa es de Castelli, cuenta que el hospital es grande “pero es una cáscara vacía, no hay medicamentos, no hay médicos. Ni en la guardia. Una vez al médico de guardia lo tuvieron que internar y no había quién lo asistiera”, se lamenta.
 
Exterminio silencioso
El gobierno nacional y el gobierno de la provincia se vienen uniendo en el proceso de desalojo de las tierras para proyectos productivos de soja. Son las 308 mil hectáreas, parte del territorio donde ellos hoy están viviendo. Los compañeros explican que no van a permitir la entrega: “el compañero Mártires López que murió en el 2011, fue por las mismas tierras que hoy están en disputa. Ellos quieren llevar el turismo, lo único que van a ver ahí son gente pobre que no tiene para comer”, explica Mónica.
Gladys de la CCC de Chaco explica: “Desde hace cinco meses se viene trabajando por la marcha multisectorial de las economías regionales para que sea de amplia magnitud, donde se sumen los distintos sectores campesinos, medios, pobres, agricultores, originarios”. Para esta unidad multisectorial, los compañeros lograron sumar a los estatales de UPCP, los docentes de Sitech, y los estudiantes universitarios de la FUNE.
 “El presidente y los gobiernos tienen que entender que cuando la gente hace eso es que hay necesidad y hay hambre, porque hay falta de trabajo, hay desnutrición –retoma Gladys-. Porque hay muerte silenciosa que no se ve. Con esta marcha queremos decirle a Macri que la medida que ha tomado no ha favorecido a ninguno de los sectores que se han logrado unir en esta gran marcha  multisectorial. En el Chaco hay más de 10 terratenientes muy importantes que si se les cobrara lo que les tendrían que cobrar por hectárea, tendrían para juntar plata para dar respuestas al pueblo”. 
Mónica agrega: “Nosotros tuvimos reuniones con el gobierno provincial reclamamos esta situación pero no quieren entender. Así que por eso nosotros nos hacemos presentes en esta marcha para que los compañeros reclamen por producción, salud, educación y no que terminen en las villas, en los barrios, donde lo único que les espera es la droga y la prostitución. Hoy por hoy no hay nada en la mesa. Vos antes tenías cien pesos y te podías comprar varias cositas, hoy no te podés comprar nada”. Gladys aprovecha y pasa el aviso del próximo Encuentro Nacional de Mujeres, que será en el Chaco, donde, cuenta orgullosa, “Ya se conformó una masiva Comisión Organizadora”.
 
Queremos producir para vender
La mayoría de las comunidades vive de lo que produce. Como explicaba Víctor Gómez, además de tener un semillero para parar la olla de sus familias quieren vender lo que producen. “Nosotros queremos producir para vender… en una hectárea de zapallo coreano tenés una cantidad de fruta, vos no podés comer todo, entonces hay que vender algo para que pueda mantener su familia. Pero no hay precio, la cooperativa no compra. Te dicen que porque no ponemos químicos para que la fruta tenga buena apariencia”.
Bernardo explica que en el Impenetrable producen para su comunidad “maíz, zapallo, algodón, distintas plantas, sandía, lechuga”. Las tierras son muy ricas “por eso nos quieren acorralar”, fundamenta. Mónica agrega: “Los compañeros antes producían cebolla, zapallo, sandía. En una época se produjo algodón. Ahora viven de las artesanías que les pagan muy poco. Les lleva tiempo a las compañeras tejer las yiscas y no les pagan lo que les deberían pagar. No hay una política para eso tampoco”. 
 
La situación es grave
Rodolfo reflexiona que es un momento de incertidumbre política. Pero que no es para titubeos porque la situación es grave. “El gobierno está guardando presupuesto para el año que viene para la campaña electoral. En septiembre de este año sólo se había gastado en vivienda de toda la Argentina, el 26,4% del presupuesto. Por eso tenemos que abrirle la mano. No tienen tapujo en abrirles a todos los imperialistas que vienen a la Argentina. Ahora los dólares que vienen al país son para endeudamiento y para la soja, la extranjerización de nuestros campos. Creemos que el rumbo está marcado. La luz que ellos dicen que hay en el túnel es la luz de la crisis que viene en contramano y que hay que frenarlo antes de que sea más grave la situación para nuestro pueblo, nuestra Argentina, porque la dependencia se profundiza”.
Al cierre de esta nota los compañeros, ya de vuelta en Resistencia, marcharon a la Casa de Gobierno provincial para exigir que cumplan los acuerdos (ver recuadro en página 10).