La “Justicia” norteamericana absolvió de culpa y cargo al terrorista anticubano-venezolano de la CIA Luis Posada Carriles. Después de un juicio de tres meses, una corte de Texas resolvió el asunto en menos de tres horas. Los tribunales estadounidenses no lo juzgaban por sus crímenes contra los pueblos –entre ellos el cubano–, sino por once cargos consistentes en mentir a las autoridades de inmigración.
La “Justicia” norteamericana absolvió de culpa y cargo al terrorista anticubano-venezolano de la CIA Luis Posada Carriles. Después de un juicio de tres meses, una corte de Texas resolvió el asunto en menos de tres horas. Los tribunales estadounidenses no lo juzgaban por sus crímenes contra los pueblos –entre ellos el cubano–, sino por once cargos consistentes en mentir a las autoridades de inmigración.
Las 73 acusaciones de homicidio calificado, presentadas por el gobierno venezolano de Chávez, por la voladura de un avión de pasajeros en Caracas el 6 de octubre de 1976, siguen quedando pendientes.
Se sindica a Posada Carriles como autor intelectual del peor atentado terrorista en América Latina y de varios ataques terroristas contra Cuba –entre ellos la voladura de un avión civil cubano en 1973 y atentados con bombas en centros turísticos de la isla–, además de haber coordinado guerrillas contrarrevolucionarias en América central como empleado de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
Por esas causas pasaron miles de documentos de prueba y numerosos testigos. Sin embargo, y pese a la pretendida “guerra contra el terrorismo” iniciada por George W. Bush y continuada por Obama, con un pedido de extradición presentado por Venezuela, y estando prófugo de la ley en otros países, Posada Carriles vivió largos años libre y cómodamente en Miami.
Para la “Justicia” yanqui, el único crimen de este infame integrante de la “gusanera” cubana y sirviente del imperialismo yanqui es su ingreso ilegal a Estados Unidos en 2005.
