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08 de julio de 2015

Una vez más los trabajadores de Acindar en Villa Constitución, Santa Fe, responden con un contundente paro a los avasallamientos de la empresa, en este caso la medida es en contra de 12 despidos, 6 compañeros efectivos y 6 contratados.

Acindar parada contra los despidos

Un camino de unidad y lucha

 

 
Cabe recordar que los compañeros vienen protagonizando varias luchas en los últimos meses: el paro por el despido sin causa de un compañero hacia fines del año pasado y el comienzo del 2015, el justo paro que protagonizaron contra el impuesto a las ganancias y que fue sumamente importante a nivel nacional ya que provocó que la cúpula de la UOM nacional encabezada por Caló decretara la libertad de acción para los metalúrgicos, quienes masivamente se manifestaron en contra del injusto impuesto a las ganancias. También vienen de protagonizar una medida con corte de horas extras contra el mismo impuesto a las ganancias y en definitiva poniendo en discusión de todos los trabajadores las paritarias del sector, hecho que provocó un acuerdo más justo para los compañeros.
En definitiva se vive una situación muy compleja donde cada día aparecen nuevos matices; lo que está claro es que la empresa no está dispuesta a relegar un centímetro sus inmensas ganancias y que busca mediante cualquier pretexto que la variable de ajuste sean los trabajadores. Pero se han encontrado con un movimiento obrero que está dispuesto a dar la pelea por las causas justas y que mediante métodos democráticos como las asambleas generales, por sector, junta de delegados, etc., viene demostrando la unidad necesaria para hacerle frente.
 
Un paro en contra del ajuste
El conflicto comenzó el martes 30/6 por la noche, momento desde el que está paralizada la planta, luego de la decisión de la empresa de no renovarle el contrato a seis empleados con casi cuatro años de antigüedad. 
Sin embargo el miércoles la situación se agravó, ya que la empresa les impidió el ingreso a otros dos obreros de planta en el mismo momento en que se realizaba la asamblea para rechazar la cesantía de los 6 contratados. Se decidió el paro y el miércoles por la noche la empresa respondió con otros 4 despidos. De esta forma, los despidos aumentaron a 12 (6 de planta y 6 contratados) y la medida de fuerza se fue renovando con lo que sería el cambio de turno de los trabajadores. El jueves por la tarde se realizó una reunión con el Ministerio de Trabajo, la empresa, la Comisión Interna y el Gremio desde donde surgió una propuesta de conciliación voluntaria con la empresa por una semana, donde la empresa congelaba la situación de despidos pero sin que los obreros pudieran entrar a la planta. Esta propuesta fue rechazada profundamente en una asamblea el jueves por la noche, “nada con los compañeros afuera” fue la definición, por lo tanto la fábrica continuaba parada. El viernes tras una reunión en el Ministerio de Trabajo volvieron acercar una propuesta de conciliación voluntaria, proponiendo el ingreso de 2 de los 6 obreros efectivos y rever la cesantía de los contratados, esta propuesta se llevó a una nueva asamblea con la firme convicción de seguir en la lucha y sosteniendo la medida que viene desde el día miércoles, la asamblea decidió ir por el mismo camino en una muestra de profunda unidad y se definió sostener el paro hasta el lunes (al cierre de esta edición).
 
Situación compleja
Es necesario decir que esta cronología estuvo llena de debates entre los trabajadores; en el transcurso de los días se fueron aclarando algunas situaciones para entender con mayor claridad la posición adoptada por la empresa y por ende definir la medida más justa para darle respuesta.
Según fueron analizando y contando miembros de la Comisión Interna hay varios puntos a tener en cuenta que demuestran la complejidad y que el conjunto de los compañeros vienen debatiendo:
La empresa hace varios meses que viene planteando achicar los costos y aumentar la productividad y para eso la única receta es hacerlo con menos personal, o sea la variable de ajuste son los trabajadores. Esto implica reducir los planteles con despidos o con la no renovación de los contratos a trabajadores con funciones diarias dentro de la fábrica, lo que trae aparejado 2 grandes debates: 
Por un lado hay aproximadamente 100 compañeros que trabajan con contratos que se renuevan mes a mes, algunos de ellos vienen hace más de 3 años en esta situación, una forma de flexibilización que hace imposible a los compañeros planificar su vida, sus obligaciones, gastos, etc., alrededor de un trabajo fijo y además sabiendo que ante la mínima brisa que toque a la fábrica ellos van a ser los primeros en pagar las consecuencias. Es como tener una amenaza continua y las miradas sobre la nuca observándolos en su rendimiento. El debate sobre el pase a planta de los contratados está a luz del día y es por demás de justo.
La otra realidad es que la mayoría de los contratados cumplen funciones diarias dentro de la empresa, lo que demuestra que son necesarios dentro de los planteles de cada sector, por lo tanto el despido de alguno de ellos implica el achique del personal en áreas de altos riesgos atentando contra la seguridad y la salud de los compañeros, aparte de tener que realizar la misma tarea con menos gente. Varios hechos demuestran que el tema de la seguridad y la salud de los compañeros no es un tema menor, sin ir más lejos días atrás dejaba la vida en la fábrica un compañero de Paraná Metal, otros dos compañeros años atrás en los hornos de la misma Acindar, la reciente explosión de la planta de Reducción Directa (Redi), el problema con el horno de la colada que no trajo consecuencias de milagro, etc. Por lo tanto la empresa demuestra que la seguridad de los compañeros es un tema sin importancia a la hora de bajar los costos con menos trabajadores.
La posible caída en la producción en Acindar, es un hecho que se puede presumir debido a una disminución en las ventas a Brasil. El país vecino atraviesa un proceso de recesión y devaluación de la moneda por lo tanto ha disminuido la compra de acero de Acindar y elige conseguirlo a más bajo precio: el acero chino. De la producción de Acindar el 70% es destinada al mercado interno y aproximadamente un 30% de la producción se exporta, siendo Brasil uno de los principales destinos. 
El fuerte ingreso del acero chino es otra de las preocupaciones y genera debate dentro del movimiento obrero. Como mencionamos anteriormente su bajo precio hace que Brasil elija este producto y no el de Acindar, pero además se ha observado un fuerte ingreso en nuestro país. Cabe mencionar que en los puertos de Rosario se han observados barcos repletos de palanquillas procedentes de China, como así también la situación que atraviesa la planta de Campana con más de 1.000 suspensiones y riesgos de despidos por el ingreso de caños sin costura desde el gigante asiático. El acuerdo estratégico del gobierno con China y los últimos tratados firmados que profundizan esta dependencia comienza a afectar a varios sectores de la industria local, sumado a la superproducción que China tiene en acero hacen de este tema un punto central para el conjunto de los trabajadores y avecinan grandes luchas en defensa de las industrias locales.
Otro de los temas que se han ido dilucidando es el problema energético y por ende la caída del gas que altera el funcionamiento de la fábrica. Existen rumores que la fábrica conociendo esta situación preparaba una parada en la producción de dos semanas y que aprovechó esta situación para los despidos, ya que cuenta con días para desgastar la medida de los trabajadores.
En los próximos meses se vienen las elecciones nacionales y está claro que para Acindar esto nunca fue indiferente, ya que el modelo productivo debe tener su alianza con los grandes sectores empresariales. No es para descartar que la fábrica utilice el conflicto, que es real, para mandar mensajes al poder político y económico, incluso para discutir –con despidos de por medio– los acuerdos del gobierno con China. En este marco podemos mencionar lo que está ocurriendo en México donde el grupo Arcelor Mital despidió a miles de trabajadores que hoy se encuentran movilizados en contra del ingreso del acero de China.
 
Ante las dificultades: unidad y lucha
Los trabajadores de Acindar muestran un camino, sea cual fuese la causa han respondido con la lucha y la unidad. Han sabido dejar las diferencias a un costado y priorizar los acuerdos partiendo de apoyarse sobre la opinión de todos los trabajadores en forma democrática. Los debates continúan y es cierto que hay varias posiciones pero a nuestro entender crece el protagonismo del movimiento obrero que busca la unidad y se hace fuerte en la lucha.