Nuestra corriente lleva tu nombre, Ana Sosa, por docente, tucumana, madre de tres hijos, militante del Partido Comunista Revolucionario desaparecida por la dictadura el 8 de agosto de 1976 en el Día del Niño en la Colonia del Ingenio Concepción. Tu vida es un ejemplo para todos nosotros y una bandera de lucha por tus ideales.
Nuestra corriente lleva tu nombre, Ana Sosa, por docente, tucumana, madre de tres hijos, militante del Partido Comunista Revolucionario desaparecida por la dictadura el 8 de agosto de 1976 en el Día del Niño en la Colonia del Ingenio Concepción. Tu vida es un ejemplo para todos nosotros y una bandera de lucha por tus ideales.
Al decir de su nieta, Ana Daneri: "Fue privada de su libertad y recluida en el Arsenal Miguel de Azcuénaga, sufrió las más atroces aberraciones y fue asesinada y arrojada al Pozo de Vargas para el ocultamiento de su cuerpo. Eso es lo que en 40 años pudimos reconstruir después de los valientes testimonios de sobrevivientes y la incansable lucha de miles de profesionales y militantes que investigaron, lucharon y llevaron a la justicia lo que pasó". Recientemente fueron recuperados sus restos en dicho centro clandestino de detención.
El acto contará con la presencia de dos de sus hijos, Lucía y Diego Reynaga, se pasará un video realizado por su nieta Ana y harán uso de la palabra Rosa Nassif y Marta Gómez.
Expresaba Josefina Racedo en su homenaje en Tucumán el 4 de agosto de 2006: " Conocer su valentía nos hará sentir más orgullosos de su compromiso y de que puso todo su coraje hasta el final en servir al pueblo. Porque allí en el seno de los más pobres y necesitados fue donde la levantaron, porque era allí que estaba haciendo posible la revolución. Había generado el odio de los patrones, al punto tal que tuvieron que poner sus camionetas para secuestrarla. Y por eso tuvieron que no devolvérnosla, porque de hacerlo ellos iban a reconocer que los había derrotado. Y los derrotó finalmente con su silencio comunista".
Ana Sosa formó parte de los miles de luchadores populares desaparecidos y asesinados. Era docente de Ciencias de la Educación, desde las aulas luchó por una educación que no sea reproductora de la ideología dominante. Siempre estuvo convencida que sólo a través de un proceso revolucionario se podrán satisfacer las necesidades de los trabajadores y el pueblo. Su legado de lucha incansable se multiplica y se fortalece ante cada intento de las clases dominantes de convertir la educación en herramienta de opresión.
Tu lucha Ana y la de tantos otros docentes que dieron su vida hoy nos recuerdan que vale la pena luchar, que es justo rebelarse ante cualquier injusticia y que es posible otra realidad sin hambre, sin miseria, sin explotación.
Ana Sosa presente!! Ahora y siempre!!