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02 de marzo de 2011


Acuerdo político electoral en Santa Fe

Hoy 1358 / Hacia el reagrupamiento

La campaña por el PTP
Numerosas entrevistas se hicieron en la provincia, para alcanzar una cifra aproximada a las 2.000 adhesiones, de las 4.000 necesarias para avanzar en la personería del PTP. Con un despliegue de menor a mayor y todavía sumamente desparejo. Con zonales que hacen punta, un gran despliegue de la Juventud y lugares donde no se ha largado.

La campaña por el PTP
Numerosas entrevistas se hicieron en la provincia, para alcanzar una cifra aproximada a las 2.000 adhesiones, de las 4.000 necesarias para avanzar en la personería del PTP. Con un despliegue de menor a mayor y todavía sumamente desparejo. Con zonales que hacen punta, un gran despliegue de la Juventud y lugares donde no se ha largado.
Pero esas entrevistas, hechas en barrios obreros, de desocupados, plazas céntricas, etc. fueron muy importantes para salir de una discusión a puertas cerradas, con muchos rasgos de subjetivismo, y meternos en la realidad. Dejar de hablar de “las masas” en general y de atribuirle a esas “masas” lo que nosotros pensamos y por lo menos aproximarnos a los distintos sectores, las distintas opiniones, a veces contradictorias en la misma persona con la que hablamos.

Distintas corrientes
Dejar de hablar en general de “la complejidad de la situación política” para justificar cambios de tácticas y pasar a precisar los rasgos principales de esa complejidad. En primer término el crecimiento de una corriente contradictoria, que aparece en todos los sectores, y que considera al kirchnerismo, como mínimo, como lo menos malo de lo que aparece.
Esa corriente es alimentada con un número cada vez mayor de medios de difusión, periodistas, artistas, etc., que en muchos casos es falsa y comprada, pero en muchísimos otros es el resultados de una ofensiva del kirchnerismo por “izquierda”, permanente y sostenida, apoyada en temas populares como derechos humanos, antiyanquismo, contra la Sociedad Rural y la patria sojera, etc. etc. Apoyada en medidas concretas tomadas por el gobierno.
Para citar las últimas: la denuncia del trabajo esclavo de los obreros rurales, la detención del “Momo” Venegas, la actitud frente al avión de Estados Unidos, incluso el abandono de Pedraza a su suerte. Todos los días hay un hecho nuevo en esa campaña a la ofensiva, que tiene un objetivo principal: que Cristina gane en primera vuelta para asegurar el control de la Argentina para el poderoso grupo político y económico K, sus monopolios y terratenientes amigos y su socio imperialista principal: China.
A la vez las entrevistas ponen de relieve los sufrimientos de una parte muy importante de las masas, al ritmo del trabajo en negro, la subocupación, la desocupación, etc. agravadas todos los días por una inflación intrínseca a la política del gobierno como forma “indolora” de descargar los efectos de la crisis sobre las espaldas del pueblo. Partiendo de allí se puede horadar el doble discurso y demostrar que este gobierno en realidad no tiene nada de nacional y popular, y que es expresión concentrada de sectores de la burguesía intermediaria, entreguista.
Para lo cual no hay que insultar ni etiquetar, sino demostrarlo con argumentos y paciencia, convencidos de que tenemos la razón.
Los asesinatos de luchadores populares en Formosa, en el Parque Indoamericano, y el de Mariano Ferreyra, han comenzado a corroer fuertemente la imagen de Cristina en sectores de artistas, periodistas, sacerdotes, que son decisivos a la hora de formar opinión pública.
Hay sectores también que han calado el doble discurso y que repudian la mentira y la prepotencia de Cristina. Y el hecho fundamental de que bajo los gobiernos K se ha llegado a niveles nunca vistos de monopolización y extranjerización de las empresas, las minas, la tierra, los puertos.
El otro rasgo predominante es que no se abandona el protagonismo, que tuvo su punto culminante en el Argentinazo y el “que se vayan todos”. Nadie espera pasivamente para resolver sus problemas, se despliegan muchas luchas y aún los jerarcas propatronales tienen que asumir esto como un rasgo de la realidad, para mantener su dominio en los grandes sindicatos.

Discutir y discutir
No se hubiera podido unir a la mayoría del Partido y los movimientos de masas que impulsamos, para desplegar la campaña por la personería del PTP y sobre todo para cambiar nuestra posición táctica de voto en blanco, para explorar caminos que nos ayuden al reagrupamiento de las fuerzas populares frente a la ofensiva K, sin esas entrevistas y un gran esfuerzo para discutir en los comités del Partido y en la Juventud estas ideas.
Con la paciencia necesaria para tratar de no dejar en el camino a nadie. Concientes de que la posición de voto en blanco fue mantenida por muchos años, que hay compañeros que no conocieron otra táctica y sobre todo porque durante muchos años fue muy justa y permitió hacer crecer al Partido, mientras otras fuerzas de izquierda por el camino del electoralismo retrocedían fuertemente. Y porque el Partido no es monolítico y hay distintas opiniones, posicionamientos, que no los vamos a resolver sin una gran discusión democrática.
Tenemos que dar respuesta simultáneamente a la corriente que viene votando en blanco con nosotros durante años (con elementos anarquistas), con la corriente partidaria de dar la batalla electoral (con elementos que magnifican sus posibilidades). Se acordaba más rápidamente con pelear por la personería legal, por el PTP.
Pero la pregunta principal en el Partido, en la CCC, que hubo que responder fue: ¿con esta táctica abandonamos la lucha, la revolución? En el caso de los originarios con más precisión: durante tantos años nos dividieron por religiones, por punteros políticos que por eso creció tanto Pueblos Originarios en Lucha ¿y ahora vamos a hacer nosotros lo mismo? ¿Vamos a pasar a ser punteros?, y en broma se agregaba ¿encima gratis?
La propia discusión de la situación política fue aclarando nuestra táctica como lo que es: una táctica que nos permita avanzar mejor entre las masas y en el reagrupamiento popular necesario para aproximarse a la revolución, trabajando para lograr un acuerdo que ayude a ese objetivo en un terreno arduo y complicado para nosotros: el electoral.

Las negociaciones
Ese camino fue necesario y muy útil, a su vez tuvo un costo: la demora en abordar las negociaciones concretas frente al adelantamiento de las elecciones provinciales. Entrevistamos a la casi totalidad de las fuerzas opositoras y aquellas con las que tenemos relaciones permanente, como el socialismo y sectores del radicalismo.
Con el socialismo se hubiera podido formalizar una alianza en el marco del Frente Cívico, pero al tener ellos posibilidades de ganar en alianza con el radicalismo (Alfonsín-Binner), un acuerdo programático se transformaba en imposible, dada la validez del “teorema de Baglini”: que lo popular de un programa electoral suele estar en proporción inversa al cuadrado de la distancia al gobierno.
Finalmente decidimos que de todas las posibilidades concretas lo más coherente con nuestros objetivos era un acuerdo con las fuerzas que en Santa Fe han constituido el Movimiento Proyecto Sur: el partido Proyecto Sur, el Partido Socialista Auténtico, Libres del Sur (en ese momento), el MST y sectores de la CTA y la Federación Agraria. En su conjunto expresan una posición antikirchnerista (limitada por cierto ataque al “bipartidismo”) y un programa reformista avanzado. Pero además son una parte mayoritaria de las fuerzas con las que nos unimos en la lucha económica y política diaria y con las que hemos forjado lazos de unidad difíciles de romper por los provocadores, que como las brujas “que los hay, los hay”.

Un acuerdo público
Acordamos que el acuerdo debía ser público, programático y equitativo. Pero también acordamos que lo principal debía ser lo público. Ya habíamos sufrido presiones para incorporar candidatos de las llamadas “organizaciones sociales” ninguneando a nuestro Partido. Y también la “sugerencia de que sea con el PTP y no con el PCR” y nos parecía que podíamos ceder en lo equitativo, pero no en lo público. Sostuvimos que lo que existía era el PCR y con él se hacía la alianza, que en la medida que avanzara la legalización del PTP, iba a aparecer en todo lo legal. Y desde ya que la campaña electoral, que irá junto con la campaña por la personería del PTP, la haremos “PTP-PCR”. Pero había que hacer aceptar el PCR.
De la ronda de discusiones teníamos la idea de que podíamos llegar a un acuerdo programático que por supuesto no incorporara todas nuestras 10 medidas, pero que tampoco incluyera puntos que lesionaran nuestros principios principales.

El acuerdo
Finalmente realizamos dos discusiones colectivas y numerosas entrevistas bilaterales, llegando a la siguiente formulación: que es un acuerdo político público y programático, donde el PCR actúa en igualdad de posiciones con los demás partidos y limitado por ahora a las elecciones provinciales, con la idea de avanzar hacia la elección nacional y hacia acuerdos políticos más profundos si fuera posible.
Aceptamos que las listas vayan como Movimiento Proyecto Sur, alianza inscripta meses antes por el PSA y MST mientras quede claro lo anterior.

En cuanto a lo equitativo, la generosidad no es el fuerte de otros partidos, la fiebre “electoralista” desata pasiones poco edificantes y crea campo propicio para los que entraron al acuerdo para romper de adentro. Por eso y la tardanza con que entramos, aceptamos el 5º lugar para diputado provincial, el 3º a concejal de Rosario, y tenemos dos candidatos a senadores departamentales, dos candidatos a intendente y más de veinte compañeros en las listas comunales.
A 12 horas de la entrega de las listas, cuando creíamos que se podía romper la alianza por debates en el Partido Proyecto Sur, inesperadamente se precipitó el retiro de Libres del Sur, producto de un debate nacional, que nos dejó al borde de que cayeron muchas de las listas a entregar. Con un esfuerzo muy grande de todos, finalmente se presentaron.

El escenario electoral
Una decisión política errónea que no compartimos, hace que no presentemos candidato a Gobernador, con lo cual peleamos en “Primera B” en lugar de “Primera A”. Es cierto que marchamos a una gran polarización entre el Partido Justicialista y el Frente Cívico y Social (socialismo), pero eso hay que enfrentarlo desde la política.
El escenario electoral es muy complejo. Para sorpresa de algunos se unificó el Partido Justicialista por presión de Cristina, a través de su operador, el “Chueco” Mazzón. Lo que hace una diferencia esencial con el 2009, donde el PJ se unificó en el antikirchnerismo y Rossi (genuflexo con los K), por fuera del PJ no llegó al 10% de los votos para el gobierno.
Ahora por dentro del PJ juegan Rossi (fortalecido), Bielsa (K “sensato”, alentado con todo por Cristina) y dos no kirchneristas o antikirchneristas “lavados”, frente al silencio y abstención de la “gran esperanza” anti K: Carlos Reutemann.
El socialismo, enfrascado en una interna desaforada como nunca se vio y con operaciones del gobierno por dentro (Lipschitz), tuvo que reconocer que podía perder la provincia y a último momento unificó los candidatos de la interna para la ciudad de Rosario, pero lleva cuatro listas a la interna obligatoria. Hay que tener en cuenta que el resultado anticipado de las elecciones de Santa Fe, como las de Córdoba van a tener mucha incidencia en las elecciones nacionales a Presidente.
Y por último, una alianza del PRO y sectores duhaldistas presentan al cómico Del Sel -de los Midachi- como gobernador.

Final abierto
O sea que en Santa Fe son elecciones con final abierto, en las cuales debemos y podemos jugar un papel importante, si mantenemos la lucha en las calles y la lucha por la unidad popular (no solo con los que estamos unidos electoralmente) e incluso la lucha por mantener la unidad lograda frente a las mezquindades y provocaciones.
Un símbolo de esto fue que el mismo día que presentamos las listas, la CCC y Pueblos Originarios en Lucha ocuparon la Municipalidad de Rosario por promesas incumplidas de trabajo.

Ahora marchamos a completar antes de fin de marzo las adhesiones pedidas por la Justicia y a precisar en el seno de la alianza las características de la campaña y el programa provincial. El tiempo dirá el resto.