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08 de marzo de 2017

AFA: sigue el sainete

El Torneo de Fútbol profesional no arrancó

Un periodista colombiano se manifestaba impotente para desentrañar el misterio de cómo, en el país de Messi y Maradona, el torneo de fútbol profesional se mantenía paralizado, y la AFA está transformada en un verdadero sainete. Es que los intereses que giran alrededor de la número 5, estimado amigo, hace rato que no tienen nada que ver con la pasión de millones de pibes y pibas, chicos y grandes, por el fútbol. 

Un periodista colombiano se manifestaba impotente para desentrañar el misterio de cómo, en el país de Messi y Maradona, el torneo de fútbol profesional se mantenía paralizado, y la AFA está transformada en un verdadero sainete. Es que los intereses que giran alrededor de la número 5, estimado amigo, hace rato que no tienen nada que ver con la pasión de millones de pibes y pibas, chicos y grandes, por el fútbol. 
Los dirigentes de los clubes, la comisión interventora de la AFA, la Conmebol, la FIFA y por supuesto el gobierno, vienen desde hace meses disputando por varios botines: la AFA, el reparto de los 3.200 millones de pesos por los derechos de televisación, y los múltiples negocios que se generan dentro y fuera de las canchas.
Como antes con el 38 a 38, esta semana que pasó, el espectáculo se dio luego que una asamblea de la AFA acordara el fin del contrato de Fútbol Para Todos heredado del kirchnerismo, paso previo a que el gobierno depositara los 350 millones de pesos acordados.
Cuando parecía que todo se encaminaba a un final feliz para los de arriba, justo en la semana que más necesitaba el macrismo poner en marcha el torneo de fútbol, aparecieron los jugadores reclamando el pago de las deudas salariales –varios meses en algunos casos– que tienen con ellos varios clubes.
Entonces el escenario se trasladó al Ministerio de Trabajo. La AFA amenazó con descontar los puntos y sanciones económicas a los clubes que no jugaran los partidos de los torneos de fútbol de las categorías Primera, Primera B, Primera C y Primera D a partir del viernes 3. Algunos dirigentes de clubes, a falta de “voluntarios” dijeron que jugarían con los juveniles, en un claro apriete a Futbolistas Argentinos Agremiados. Triacca, cuando no al servicio de las patronales, dictó la conciliación obligatoria, que fue desconocida por los jugadores.
 Pero como, otra vez, el dinero, repetimos, 350 millones de pesos, puesto por el gobierno quedó perdido en algún pasillo (¿o bolsillo?) de la AFA sin llegar a los clubes la noche del viernes 3, el gremio de los futbolistas ratificó el paro, y demostró que los juveniles no tenían apto médico ni seguro para jugar. Conclusión: los dirigentes tuvieron que dar marcha atrás, y el torneo no empezó… continuará.