El triunfo de la lista Rojo y Negro contra la Celeste y el aparato urribarrista kirchnerista de la provincia, aún no fue reconocido por la Junta Electoral oficialista.
La presencia militante en las calles, la solidaridad recibida desde todo el país y las denuncias presentadas en los medios y ante el juez Grippo, suman para presionar y exigir el cese de las maniobras fraudulentas de la Junta Electoral y de la conducción Celeste de Agmer.
El triunfo fue ajustado pero inobjetable: se ganó por 39 votos sobre 13.000 emitidos.
Esta cifra y el aparente “empate técnico” esconden el colosal esfuerzo militante que implicó, para la lista Rojo y Negro, sin recursos económicos y contra todo el aparato oficial (en el gremio y en la provincia), recorrer la provincia escuela por escuela y localidad por localidad para comenzar a cambiar 26 años ininterrumpidos de conducción Ce-leste en Agmer.
La mejor “propaganda” fue la lucha, y los departamentos donde la Rojo y Negro ganó y creció fue donde, contra la mentira y la desinformación que promovió la conducción del gremio, los docentes reconocieron en César Baudino y los demás compañeros a quienes estuvieron encabezando en todos estos años las luchas por un salario acorde a la canasta familiar real, condiciones justas de trabajo y por la educación pública.
Era sabido que la burocracia oficialista enquistada desde hace décadas en Agmer no iba a entregar el gremio sin dar batalla y ahora, de los modos más sucios y antidemocráticos que conociera nuestro gremio, se resisten a escuchar lo que los docentes les dijeron.
Impugnando por formalidades urnas en las que perdieron, extendiendo los plazos a su antojo, recontando una y otra vez los mismos votos para ver si el resultado cambia, quedándose con las urnas a su exclusivo cuidado durante 36 horas; la Junta Electoral (de mayoría oficialista) está buscando desde hace dos semanas el modo de robarse la elección.
Su presidenta, Beatriz Montaldo (ex secretaria general del gremio, Celeste, y ex diputada provincial), actualmente sirviente rabiosa del urribarrismo, ahora dice que hay “irregularidades” en varios departamentos y que hay que hacer las elecciones de nuevo.
Defender en las calles lo conseguido en las urnas
La pelea sigue. Diariamente, desde la realización de las elecciones (miércoles 12/11), los compañeros de la Rojo y Negro se movilizaron hasta la sede central de Agmer para exigir la proclamación del triunfo que se consiguió en las urnas. Cuentan con el apoyo de trabajadores de otros gremios (principalmente de la agrupación 1° de Mayo – CCC en ATE) y la conducción de la CTA, seccional Paraná, así como de estudiantes de la CEPA y de Utopía, y Centros de Estudiantes secundarios y de la UNER y de la UADER.
Todo el esfuerzo que se pueda acercar desde las distintas organizaciones sindicales, sociales y políticas que breguen por una clase trabajadora unida y combativa, es necesario en estos días para apurar la definición del conflicto.
Los compañeros de la Agrupación Ana Sosa (CCC) de Entre Ríos, partícipes de todas estas instancias de lucha, sostienen que el triunfo de la Rojo y Negro en Agmer es necesario no sólo para los trabajadores de la educación de la provincia sino para fortalecer la construcción de una lista Lila fuerte y federal que pueda disputarle la Ctera a Maldonado, Yaski, Nenna y compañía.
El lunes 24, en una nueva maniobra, la Junta Electoral planteó que hay que hacer de nuevo la elección en varios departamentos, por “irregularidades”. Como dijo César Baduino, secretario general electo, “tenemos la conciencia tranquila. Nosotros no estuvimos aquí anoche a oscuras, como lo hizo la presidenta de la Junta Electoral haciendo vaya uno a saber qué”, mientras decenas de militanes cantaban “Que salga la Montaldo/que la queremos ver/ la quiere saludar/ la nueva conducción de Agmer”.
Al cierre de esta edición (25/11), los docentes de la Rojo y Negro de toda la provincia marchaban hasta la sede central del gremio en Paraná, para hacer crecer la confluencia, la solidaridad y la presión en las calles, hasta ganarles en ese terreno también lo que ya se les ganó en las urnas.
