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21 de mayo de 2014

El lunes 12/5 comenzó la lucha de los ferroviarios del Sarmiento, con trabajo a reglamento, en reclamo del aumento del 40% en paritarias y la eliminación del impuesto al salario, el cobro de la deuda por la liquidación de tickets y el resarcimiento por el cambio de firma (de TBA-Cirigliano), que fue definida por una masiva Asamblea el 7/5 en la Seccional Haedo. El lunes 19, los trabajadores aceptaron la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo, por 15 días.

¡Aguante la lucha de los ferroviarios del Sarmiento!

Mientras el gobierno compra trenes chinos

Es una lucha justa por un reclamo que lleva más de dos años, ante los oídos sordos del gobierno y el silencio de la dirección de la Unión Ferroviaria (UF). Y es parte de la pelea que se expresó en el paro del 10/4 para que el pueblo no pague la crisis en medio de la inflación desbocada, el impuesto al trabajo y los tarifazos. 

Es una lucha justa por un reclamo que lleva más de dos años, ante los oídos sordos del gobierno y el silencio de la dirección de la Unión Ferroviaria (UF). Y es parte de la pelea que se expresó en el paro del 10/4 para que el pueblo no pague la crisis en medio de la inflación desbocada, el impuesto al trabajo y los tarifazos. 
El gobierno en boca de su ministro Randazzo desató una brutal campaña antiobrera y mentirosa, culpando a los ferroviarios y sus delegados de la situación, intentando, como en la lucha docente, enfrentar a los trabajadores con los usuarios y el pueblo en general, focalizando solo en el reclamo del resarcimiento como “un acto demencial de quienes ganan $20.000 y quieren que el Estado les regale $300 millones”. Los medios de comunicación, oficialistas y opositores, acompañaron esta campaña demonizando a los trabajadores, pero no lograron, hasta ahora, volcar a la mayoría de los usuarios para esta posición, ya que las demoras en el servicio “son un poco peor, pero todos los días viajamos muy mal” como dicen muchos. 
La lucha por el 40% se da en medio que la UF está firmando por un 27% en cuotas, y que a los delegados paritarios del Sarmiento Sobrero y Reynoso no los convocan.
El reclamo del resarcimiento tiene sus antecedentes. Lo consiguió para una situación similar el Sindicato de Camioneros hace varios años. Y fue otorgado a ferroviarios del San Martín, el Roca y el Belgrano Sur en 2010 en un acta firmada por este mismo gobierno y la UF, donde se plantea que es una suma otorgada en “reconocimiento al trabajador ferroviario por el esfuerzo realizado para preservar el sistema ferroviario de transporte de pasajero en beneficio de la sociedad debido a la situación que atravesaba el servicio”. No es plata que salga de los impuestos, es deuda con los trabajadores que tiene el Estado y su ex socio-amigo Cirigliano, ¡que la paguen!
No es como dice el mentiroso de Randazzo, los trabajadores no ponen palos en la rueda. La política del gobierno, en complicidad con los concesionarios y los sindicalistas traidores, fue lo que llevó al colapso del transporte público, y a las 52 muertes por la masacre de Once. Mientras los trabajadores y las fuerzas políticas que acompañamos veníamos denunciando la situación y enfrentando el vaciamiento del ferrocarril. El pueblo del Oeste viaja cada vez en peores condiciones. Por otro lado, la medida del trabajo a reglamento muestra que el servicio no es peor gracias al esfuerzo de los trabajadores, que hacen lo imposible para que los trenes funcionen.
El tema de fondo es que la “revolución ferroviaria” del gobierno fue pintura y plasmas mientras los trenes se dejaban caer para poder ofrecer “la solución”: comprar trenes a los chinos, en lugar de fabricarlos acá y así reactivar los talleres, estatizando Emfer y desarrollando la industria nacional, defendiendo la fuente de trabajo en el país. 
Primero, con sus amigos-socios Cirigliano, Roggio y Romero. Ahora, con la Sofse y la gestión estatal del Sarmiento, el objetivo del gobierno es hacer negocios con los chinos, sus socios más importantes, mientras se mantienen las concesiones privadas en las demás ramales y en la carga (adonde también entraron los chinos). Este es el plan estratégico, la “revolución ferroviaria K”, una nueva dependencia del país, esta vez con el imperialismo chino. Lo demás es jueguito para la tribuna. Y además tratar que Randazzo quede con la imagen menos chamuscada posible para poder ser candidato a presidente, apoyado por la burocracia sindical de los traidores como Sasia de la Unión Ferroviaria.
Por eso, la lucha de los ferroviarios del Sarmiento necesita de la más amplia solidaridad popular. Está en juego la discusión paritaria por un salario justo y derechos adquiridos, y deudas con los trabajadores. Pero además es parte de la pelea por derrotar la política de ajuste K, que en el transporte descarga la crisis sobre los trabajadores y el pueblo, que son los usuarios, para remachar una nueva dependencia con el imperialismo de China.