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13 de noviembre de 2012

Trabajar para el paro, la unidad de las fuerzas populares, y la campaña de afiliación al PTP.

Ahora, un gran paro nacional activo

Hoy 1445 / La hora política

1. El 8N

1. El 8N

“El cacerolazo del 8N fue una multitudinaria y heterogénea movilización de protesta y reclamos al gobierno” (Comunicado del PTP y el PCR, 9/11). El gobierno K no lo ve así. La presidenta afirmó que los caceroleros “tienen una visión distorsionada del país”, Aníbal Fernández los calificó de “ultraderecha paga”, el “Cuervo” Larroque los trató de “zombis”, y el diputado Kunkel los calificó de “sediciosos” por violar el principio ultraliberal de que “el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”.

Hubo grupos, minoritarios, de la derecha clerical, conservadora, gorila, etc. Algunos de esos grupos fascistas, como los de Cecilia Pando y Biondini, soncriados y amamantados desde los servicios del Estado, siempre funcionales al gobierno de turno para descalificar protestas. Pero el “aporte” más importante del gobierno K fue inflar el peso político del macrismo a través de sus medios. Siempre el gobierno K busca polarizar con Macri: hay grandes negocios con el padre del jefe de gobierno porteño, y acuerdos políticos y de negocios en la Legislatura capitalina.

También Clarín, embarcado en la pelea por el 7D, se ocupó de inflar e inclinar hacia sus intereses el contenido del cacerolazo, con propaganda producida que desentonaba con la multitud de pancartas caseras mucho más ligadas a los reclamos populares.

 

 

2. Mentiras y verdades

¿Quién tiene una “visión distorsionada del país”? ¿los asalariados que reclaman un plus de fin de año para que el impuesto a las ganancias no les robe el medio aguinaldo, o la presidenta que mantiene ese impuesto antiobrero debiendo saber que el salario no es ganancia?, ¿los jubilados que reclaman el 82% móvil, o la presidenta que vetó la ley que lo establecía para poder seguir saqueando la Anses?, ¿los habitantes de Pico (La Pampa) que tuvieron que hacer una pueblada para imponer la cárcel del asesino y violador de una niña ante la impunidad del gobierno, la justicia y la policía; o la ministra Garré que afirma que “la inseguridad” es “una sensación”?

¿Quién ve la realidad?: ¿los marinos de la fragata Libertad que defendieron con sus armas el intento de ocupación del barco, o la presidenta y su ridículo canciller que no hacen nada serio para traerla de vuelta a la Argentina?

¿Quién tiene los pies puestos sobre la tierra?: ¿los que reclaman que se investigue la deuda externa y no se pague la que es ilegítima, fraudulenta o de la dictadura; o la presidenta que se jacta de que este gobierno es el mejor pagador de deuda de la historia, que se dispone a pagar 3.385 millones de dólares en diciembre, mientras la justicia y los fondos buitres imperialistas nos embargan la fragata Libertad, y en cualquier momento la corbeta Espora?

¿Quién miente?: ¿los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados y los productores de la ciudad y el campo, que protestan para que la inflación no les devore sus ingresos, y la crisis no los lleve al hambre y la quiebra, o el gobierno que niega la inflación y la crisis?

¿Quién lucha por la justicia?: ¿los 5.000 procesados por pelear por sus derechos, con huelgas, piquetes, y también con cacerolas; o el gobierno que los procesa, que mantiene como vicepresidente a un estafador, que mantiene como altos funcionarios a los responsables de la masacre de Once, de la crisis energética, y que anuncia que va a cerrar las causas del genocidio dictatorial cuando más del 80% de esos crímenes siguen impunes y no tienen cabida en los juicios actuales?

 

 

3. El malhumor y la bronca

El gobierno fue perdiendo el control de gran parte del movimiento obrero y popular. Lo fue perdiendo por su política de descargar la inflación y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo. En oposición a esa política, con diversos matices y posiciones y con mediaciones, se fue produciendo la unidad de acción de fuerzas obreras y populares. El gobierno quedó abrazado alcolaboracionismo gratis de la CGTde Caló y la CTA de Yasky.

El gobierno K trabajó con todo para impedir la confluencia de un centro coordinador de la lucha obrera, campesina, originaria, estudiantil y popular. Fracasó en el Congreso de Federación Agraria como antes en el de la FUA.

A partir de una política justa de unidad para la lucha, se avanzó desde el paro nacional de la CTA junto a las principales organizaciones de desocupados, jubilados, campesinos pobres y medios, originarios y estudiantes. Eso creó las condiciones para que empalmara la CGT que dirige Moyano hacia el paro nacional, al que ha anunciado que se sumará la CGT Azul y Banca.

En ese proceso de unidad de acción de fuerzas obreras, campesinas, estudiantiles, originarias y populares, se volcaron nuevos afluentes con los dos cacerolazos, con la heterogeneidad que está a la vista. Todo este proceso fue lo que llevó a que el gobierno perdiera las calles.

 

 

4. Afiliar al PTP para preparar el paro nacional

El gobierno, por su política, pierde terreno entre los asalariados y en las capas medias, y trata de sostener su aparato clientelar usando las necesidades de los de más abajo. La re-reelección se le hace difícil. Se agita el peronismo, que necesita del presupuesto oficial para sobrevivir, pero teme ser arrastrado por la sordera del gobierno frente a los reclamos populares.

En las luchas obreras y populares, las masas buscan defender lo conquistado e ir por más. Que los caceroleros protesten contra el gobierno, y que en su gran mayoría le den a esa protesta formas que no se identifican con las derechas opositoras, muestra que lo que crece en esos sectores también es defender lo conquistado e ir por más.

La clave, ahora, está en trabajar con audacia, en las grandes empresas, y en las masas, para preparar un gran paro nacional.

Hay muy buenas condiciones para un gran reagrupamiento de las fuerzas obreras y populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas. Un reagrupamiento que recoja programáticamente lo que están expresando las masas con sus luchas para que la crisis la paguen los que juntaron plata con pala gracias al gobierno K, para potenciar las luchas, y también, para las próximas elecciones.

La campaña de afiliación al PTP avanza con el viento a favor de lo que viene de abajo.Empalma con cientos y miles de trabajadores, campesinos, estudiantes, mujeres, jóvenes, originarios, etc., que buscan un puesto de lucha, y una fuerza que trabaje para una salida política que vaya por más. También la afiliación al PCR. Fuerzas para la lucha de masas por sus urgencias y necesidades, y fuerzas con firmeza en la lucha política para que la clase obrera ocupe el centro de la escena, con un programa que la una al conjunto de las masas populares.

Preparar el paro nacional y afiliar al PTP no son tareas opuestas. De aquí al paro, toda la campaña de afiliación tiene que hacerse mostrando la necesidad y la importancia del paro, y proponiendo que se afilien al PTP para incorporarse a la preparación del paro. Y que esos nuevos afiliados se sumen a la campaña de afiliación al PTP, para incorporar más brazos a la preparación del paro.

La campaña de afiliación al PTP exige apoyarse en las masas y tener una línea de masas. Y vocación y voluntad para que el PTP y el PCR se conviertan en fuerzas de masas. Acumulando fuerzas en la lucha económica y en la lucha política, incluso en las elecciones, para profundizar el camino del Argentinazo.