Tratando de quitarle una bandera al movimiento obrero, como es la necesidad de un aumento inmediato, de emergencia, a los jubilados y pensionados, por la situación ya desesperante de la mayoría de los mismos, Cristina Fernández se apresuró a anunciar la actualización de los haberes que corresponderá para septiembre que, como tal, se van a empezar a pagar a partir de aquel mes.
Tratando de quitarle una bandera al movimiento obrero, como es la necesidad de un aumento inmediato, de emergencia, a los jubilados y pensionados, por la situación ya desesperante de la mayoría de los mismos, Cristina Fernández se apresuró a anunciar la actualización de los haberes que corresponderá para septiembre que, como tal, se van a empezar a pagar a partir de aquel mes.
Entretanto, quiere que se sigan sosteniendo con el devaluado haber mínimo de 2.757 pesos sobre el que calcula el aumento para septiembre, con lo que dicho mínimo quedaría recién en apenas 3.231 pesos, a partir de entonces.
Una cifra que no alcanzará siquiera a la del retrasado salario mínimo, vital y móvil, hoy en los 3.600, que debería ser actualizado a partir de este 1 de agosto, cosa de la que tampoco habló la presidenta.