María del Carmen Squeff, embajadora en Francia designada por el gobierno de Cristina Fernández, no quiere irse de su puesto, argumentando que su designación es hasta fines de marzo.
María del Carmen Squeff, embajadora en Francia designada por el gobierno de Cristina Fernández, no quiere irse de su puesto, argumentando que su designación es hasta fines de marzo.
En medio del sainete con la cancillería macrista, que la “intimó” a dejar París, la embajadora fue acusada por un grupo de empleados por “discriminación” en recientes aumentos salariales. Dicen estos empleados -con una antigüedad de entre 12 y 35 años en la embajada- que no les aumentaron los sueldos por los mismos montos que a los empleados kirchneristas.
La respuesta de Squeff “en francés”, aclara la noticia, argumentó que “los aumentos de salario no constituyen jamás un derecho para un asalariado; el empleador, en el respecto de la ley local, ejerce a este efecto un poder soberano”. El ajuste K trasciende las fronteras.