Cuando Thelma Fardin hizo la denuncia pública contra Juan Darthés, ante infinidad de medios, y junto a la colectiva de Actrices Argentinas, ya había denunciado en Nicaragua penalmente (lugar donde ocurrió la violación).
La historia que siguió en Nicaragua fue la de producción de pruebas. La principal prueba es la pericia psicológica, ya que ocurriendo estos hechos en la intimidad y tiempo después, son las marcas que quedan en la psiquis las que acreditan el hecho. Las y los testigos, apenas pueden dar cuenta de cómo la vieron, o en qué estado la víctima les relató el hecho. Por eso se habla de delitos cuya investigación no es la misma que aquella en la que se investiga un robo, o lesiones.
El sistema judicial ha sido adverso siempre para las víctimas de abuso sexual. A diferencia de una denuncia por robo, en los abusos se parte de la premisa que la víctima miente; que inventa, que tiene despecho y quiere plata. Por eso predomina la impunidad judicial de los abusadores. Incluso cuando se dan detenciones como la ordenada contra Darthés, por la “sospecha” atento a las pruebas recolectadas, el denunciado podrá estar detenido hasta el juicio oral, pero cuando ocurra el juicio oral, donde para una condena se requiere un grado de certeza superior a la simple sospecha requerida para la acusación -y detención en su caso- allí todas las ilusiones caen, y se absuelve al denunciado y se lo libera. Esta es la historia común.
Pero claro, el avance del movimiento de mujeres, el profundo saldo que implicó el remolino de la denuncia de Thelma en el corazón de la ola verde, trata de hacer mella en un sistema judicial. Y vamos logrando, con la Ley Micaela avanzando de a poco (garantizando incorporar la perspectiva de género en todos los poderes del Estado) que esta relación desigual de poder en la sociedad entre varones y mujeres, sea la lupa con la que miremos todo, y en especial los casos de violencia sexual.
La orden de detención contra Darthés es reparadora, contenedora para Thelma y para todas las víctimas de abuso sexual. Así pasa cuando sentís que te creen. Pero aprendimos que en estas causas, debemos hacer mucho pero mucho para que nos crean. Mucho pero mucho para que no terminen diciendo que es mentira nuestro relato, o que las pruebas no alcanzan para revertir esa presunción.
Habrá que ver cómo sigue la causa, si se logra detener a Darthés, e incluso cómo finaliza el proceso. Pero cuando de este lado le creemos a Telma, abrazar su relato es también reparador. “YoTeCreoHermana” es el nuevo lema de este movimiento en alza, que es sin dudas el movimiento que más ha crecido en los últimos tiempos.
Escribe Mariana Vargas