Nikita Kruschev, quien ya había iniciado la restauración del capitalismo en la URSS, mientras despedía a Chou Enlai (destacado dirigente del PC de China) tras una reunión realizada en la Unión Soviética, sostuvo con él este diálogo:
Kruschev: Yo vengo de una familia de ferroviarios, de obreros. En cambio usted es hijo de un mandarín, un noble.
Chou: Tiene razón, usted es hijo de obreros y yo de un mandarín; pero tenemos algo en común: los dos hemos renegado de nuestra clase de origen.
Hoy N° 1741 31/10/2018