Se acaba de reeditar en Asunción, Paraguay, las Memorias del general Patricio Escobar sobre la guerra contra la Triple Alianza. La primera edición fue con un prólogo de Miguel Unamuno datado en Salamanca el 4 de enero de 1910. La nueva edición, compilada por la historiadora paraguaya Noelia Quintana Villasboa, tiene el mérito de facilitar la divulgación de un testimonio de fuente directa, de uno de los militares del estado mayor del Mariscal López, uno de los pocos que salvó su vida durante la guerra grande.
No entramos a considerar si son usadas para reescribir la historia. A nosotros nos sirven: tomamos de ellas los hechos poco conocidos. Las memorias son polémicas y en ellas, el papel de los ingleses, aparece diluido, salvo que uno pueda interpretar hechos que el general cuenta en sus memorias.
Así por ejemplo, encontramos que el 24 de marzo de 1865 Mitre envió al Paraguay al ministro Anacarsis Lanús, un comerciante argentino que había hecho muchos negocios con la familia López, y era portador de la última carta que escribió Mitre al mariscal López -según el autor de las memorias- por su papel en el pacto de San José de Flores y por la caracterización que tenía López de Mitre: lo consideraba erróneamente “un enemigo del imperio del Brasil, por indicios y por intereses”. El general Escobar no cuenta qué decía esta carta, tal como ocurre en muchos momentos de sus memorias, pero por el clima del momento, es posible deducir que se trataba de un apriete, para imponer condiciones.
Luego cuenta el autor “Pocos meses después de aquellos acontecimientos me tocó traducir del inglés el Tratado Secreto, cuya copia tenía el mariscal López por gentileza de Juan Bautista Alberdi”. Pag.60 del libro del general Escobar.
Acá las memorias adquieren un valor importante, sacando a luz que el tratado secreto de la Triple Alianza existió y el Paraguay, tuvo amigos leales entre algunos intelectuales y políticos argentinos que tuvieron dignidad, y comprendieron que con la guerra genocida, en realidad se quería terminar con la experiencia de independencia absoluta, que el Paraguay había logrado implementar desde 1811.
Alberdi, en ese momento histórico, exiliado y opositor a los avances de la banca inglesa en nuestros países, comprendió que no era una guerra internacional, sino que se trataba de la vieja guerra de los puertos de Buenos Aires y Montevideo contra el interior, a lo que se sumaba el interés de los esclavistas del Brasil, de seguir robando originarios para esclavizarlos, y los ingleses, que no podían aceptar la experiencia paraguaya en la región.
El 14 de diciembre de 1857 se firmó en Paraná -en ese momento la Capital de la Confederación- un tratado secreto con Brasil, que fue el antecedente de la posterior Triple Alianza. Lo firmó Derqui pero Urquiza estaba ordenando el paso. Es el momento en que Alberdi rompe con Urquiza, los hechos posteriores demostraron que tenía razón. Por su conducta, Alberdi fue tildado de traidor a la patria… ¿De qué patria estamos hablando? ¿De la patria de Andresito, de Juana Azurduy, de los oprimidos del interior y del puerto, o la patria de los invasores de pueblos hermanos?