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02 de diciembre de 2010

Comisión de Organización - 30 de marzo de 1976

Algunas consideraciones sobre el trabajo del Partido en la nueva situacion creada por el golpe de Estado del 24 de marzo

Documentos del PCR / tomo 4

1.- La Comisión Política en su documento del 27 de marzo ha caracterizado la nueva situación política y señalado la posición de nuestro Partido frente a ella.

1.- La Comisión Política en su documento del 27 de marzo ha caracterizado la nueva situación política y señalado la posición de nuestro Partido frente a ella.
La dictadura videlista ha adoptado resoluciones tendientes a reprimir a la clase obrera y al pueblo y también, en forma particular, a nuestro Partido. Pretende impedir que nuestro Partido cumpla su rol histórico, lleve con audacia su línea política a las grandes masas y encabece la lucha antidictatorial y liberadora. Pretende impedir que se siga desarrollando la unidad de nuestro Partido con el peronismo y demás fuerzas patrióticas, particularmente en las grandes empresas industriales.
Como sabe del repudio popular a su política gorila, antiobrera, antidemocrática y proimperialista ha dictado una serie de decretos represivos y criminales.

2.- Nuestro Partido debe adecuar su funcionamiento a la nueva situación. Como hemos señalado reiteradamente el funcionamiento clandestino del Partido tiene como objeto asegurar que su línea política e ideológica lleguen en forma permanente a las masas obreras y populares; que la represión del enemigo no interrumpa su accionar político entre las masas. Tiene como objeto reducir al máximo la represión de sus filas y evitar su aniquilamiento.
La experiencia científica del proletariado nacional e internacional nos enseña que los partidos marxistas-leninistas pueden vencer a condición de sostener una línea política e ideológica justa, practicar una línea de masas y guiarse en su funcionamiento por las normas leninistas.
Pueden vencer la represión del enemigo por feroz y criminal que éste sea a condición de saber practicar ajustadas normas de clandestinidad en su funcionamiento que le permitan siempre apoyarse en las masas y movilizar a las masas. Esto a su vez es lo que posibilita una política de clandestinidad y los medios necesarios para ella.
Hoy atravesamos una situación favorable al avance revolucionario de las masas y de nuestro Partido. Por eso mismo el enemigo nos reprime. Al mismo tiempo una situación difícil desde el ángulo represivo. Por ello debemos ser más astutos que el enemigo en este terreno y practicar una justa política de clandestinidad que nos permita una labor permanente y eficaz y a largo alcance.
No debemos trabajar sólo con vistas a un plazo corto sino teniendo en cuenta una labor dura y prolongada, que atravesará en el futuro como señala nuestro Tercer congreso por el camino de la lucha armada hasta la conquista del poder.
El funcionamiento clandestino requiere una lucha permanente contra las ideas que lo conciben sin ubicar la política al mando y a las masas como centro. Al mismo tiempo una lucha contra las ideas que subestiman la acción del aparato estatal del enemigo, su acción permanente, multifacética y artera. Contra el liberalismo, la comodidad, y el desprecio a los detalles organizativos. Contra el democratismo.
En estos últimos tiempos hemos tenido a favor que no hemos estado ubicados como centro en la represión. Esta situación puede cambiar. Por ello no debemos confiarnos y cuando hablamos de represión debemos concebirla no sólo como un hecho corto y fulminante sino como una lucha sutil, prolongada y feroz. Como parte de la lucha por la liberación y el socialismo, de la lucha de clases.

3.- Para reducir al máximo la represión del enemigo se requiere una política de clandestinidad basada en la lucha por conocer desde adentro al enemigo, sus planes represivos y en la más rigurosa compartimentación de arriba a abajo de los organismos y en la organización celular. Esta política tiene como tarea central de todo el Partido resguardar principalmente a su Comité Central.
La experiencia enseña que el enemigo buscará golpear principalmente a su dirección. También a sus principales vínculos con las masas y en este momento sus aparatos de propaganda, distribución e impresiones. Con ayuda de las masas, y las posibilidades que nos brinda ese apoyo, debemos reforzar la compartimentación y la seguridad en el funcionar clandestino y robustecer la disciplina en ese terreno.
En tal dirección sugerimos las siguientes medidas:
a)    Preparar minuciosamente la distribución de Nueva Hora clandestina. Poniendo principal preocupación en cambiar de buzones, enlaces, distribuidores. Poner en ello los cuadros necesarios y que hagan falta. Es éste hoy el principal problema político-organizativo y exige la atención directa de las direcciones. Avanzar sobre seguro. Si no hay condiciones mínimas de seguridad es preferible demorar antes que arriesgar inútilmente compañeros y organismos. Esto desde ya en la dirección de resolver y no detener la acción política del Partido. Dar atención a todos los detalles y evitar la superficialidad en la resolución de los nuevos problemas.
    Tener en cuenta que el enemigo buscará no sólo golpear los órganos celulares y zonales sino que pretenderá llegar a los organismos y frentes centrales a través del conocimiento que llegue a tener de aquellos. Por ello es clave asegurar bien los cortes. No bajar la guardia en en cobro. Este es muy decisivo para la permanencia del periódico.
b)    Conseguir nuevos lugares de funcionamiento. Realizar reuniones pequeñas y de corta duración. Evitar al máximo las reuniones de noche. Prestar mucha atención a los mecanismos de entrada y salida. En este período tardaremos más en resolver los mismos que lo que durará seguramente la reunión. Nadie debe saber y averiguar sino lo necesario para su funcionamiento y tarea.
    Hay que eliminar al máximo el uso de teléfonos y los papeles innecesarios, las anotaciones innecesarias. Utilizar más la memoria y menos las anotaciones y papeles. Prever mecanismos de comprobación ante fallas en las citas y de aviso ante las caídas. Evitar las citas en cafés.
c)    Los camaradas conocidos deben mostrarse sólo lo indispensable. Asegurarse lugares seguros de vivienda. En éstas saber bien lo que se tiene y reducir la existencia de papeles innecesarios.
    Evitar los contactos familiares peligrosos. Esto es importante porque constituye una de las vías más fáciles del enemigo para llegar a ubicar a los camaradas.
    Tener coartadas preparadas durante las reuniones, citas, desplazamientos y respuestas precisas sobre lugar de trabajo, vivienda, etc.
    Cada camarada debe acentuar su vigilancia cuando deba tomar contacto con organismos superiores.

4.- Si se cae detenido no proporcionar información de ningún tipo al enemigo, a costa de la propia vida del camarada. No reconocer su pertenencia orgánica al Partido por ningún concepto.