El gobierno hace campaña con la consigna “profundizar el modelo”. El modelo, tal como se desplegó después del Argentinazo de diciembre del año 2001 tiene como base la devaluación que impuso el bloque hegemónico de las clases dominantes en enero del 2002, para la cual trabajaron y desplazaron a De la Rua. El objetivo era y es permitir superganancias a los monopolios exportadores, a los grandes terratenientes y al capital imperialista y al mismo tiempo licuar el poder adquisitivo de los salarios, en una práctica de política económica que el pueblo argentino sufrió particularmente desde el golpe contra el general Perón en 1955. Hablan de “profundizar el modelo”, como se habló en su momento de “profundizar la convertibilidad”, lo que llevó a enormes sufrimientos a la clase obrera y demás sectores populares. Fue la lucha obrera y popular lo que permitió recuperar parcialmente el hachazo a los salarios de provocó la megadevaluación.
La inflación real
La inflación real es el más grosero, de notorio y público conocimiento, principalmente por parte de la clase obrera, el conjunto de los asalariados y sectores populares de la ciudad y el campo, que padecen el flagelo y ven como sus ingresos pierden capacidad adquisitiva. No se sabe con precisión cuál ha sido el verdadero propósito de la misión del Fondo Monetario Internacional relacionado a la medición oficial, que para el año 2010 dijo que fue del 10,9%. Lo que sí se conoce es que uno de los lugares elegidos por la delegación del FMI fue Jujuy, atraída por el dato de que la Dirección de Estadísticas de esta provincia había registrado que en el año 2010 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se había incrementado un 35,4% respecto al año 2009. La misión “sugirió” a los técnicos de Jujuy que revisaran la metodología aplicada de manera que para este año el registro no fuera tan elevado. De esta información podemos deducir la complicidad del FMI con un gobierno que dice combatir su ingerencia en los asuntos internos del país. Lo que viene por detrás de esta “apertura” está por verse, pero viene en la sintonía de pagar al Club de París.
Déficit fiscal
El otro dato oculto es que existe desequilibrio fiscal. Para hacer frente al déficit financiero el gobierno recurre a los adelantos del Tesoro Nacional, que en los dos primeros meses del 2011 superaron a todos los adelantos realizados en el año 2009. Según el informe de marzo pasado del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad del Salvador “en el año 2010 la Administración Central obtuvo la transferencia de la renta de las inversiones del Fondo del sistema previsional ($8.606 millones) y la de las reservas del Banco Central ($20.210 millones). Además, el Banco Central financió transitoriamente al Tesoro con adelantos por $19.478 millones, nivel record de toda la década”. Hasta abril del año en curso la situación en este plano se agrava, el déficit financiero acumulado fue de $459,9 millones y en el esquema Ahorro-Inversión del Sector Público recurrió a Adelantos del Tesoro por $22.703 millones y tomo de la Anses $7.874 millones y del PAMI $950,9 millones.
Importaciones
Lo relacionado con las importaciones de equipo durable de producción es otro tema. La producción nacional depende cada vez más de las importaciones y la participación de la oferta nacional de maquinarias es cada vez menos significativa en relación a la demanda. Entre el primer trimestre del 2009 y el tercero del 2010 la inversión en equipo durable de producción de origen nacional aumentó un 57,2%, mientras que la importación creció un 125,4%. El gobierno, en tanto, continúa declamando que apoya a la industria nacional y habla que con el llamado plan de Créditos del Bicentenario resuelve el problema. Los pocos empresarios nacionales que lo toman obtienen un beneficio en relación al crédito común de la banca privada, pero en relación a la magnitud de la dependencia es poca cosa.
Dólar paralelo
Por último señalamos el resurgimiento del mercado del “dólar paralelo”. En el mercado local la cotización oficial del dólar se está ajustando por debajo de la tasa de inflación real, por esta razón la demanda de esta moneda se incrementa porque tiene un precio relativo barato. Pero no son los pequeños ahorristas los que provocan el fenómeno. Con el dólar por debajo de la inflación es de suponer que los grandes monopolios exportadores están subfacturando sus embarques, con lo cual tienen en el exterior superbeneficios y si luego traen sus ganancias en dólares y los cambian en el mercado paralelo ganan mucho más. Por ahora la brecha entre el dólar oficial y el paralelo es de 4,08 a 4,40, o sea un 8%. Después de las elecciones de octubre es muy probable que la brecha se agrande.