Fue una colecta buena y bastante pareja, alargar 9 días su finalización ayudó a superar dificultades en la masificación, y permitió emparejar para arriba.
La campaña tuvo distintos momentos: la articulación con el cierre del voto-bronca, la epidemia de gripe y buscar las formas para ir para afuera con el balance electoral, y en este curso articular con la oleada de luchas desatadas.
Junto al objetivo principal de recaudar la plata planificada, es importante balancear el número de aportes obreros y de campesinos pobres, los avances en cotizaciones y en la celularización, en el número de sostenedores permanentes del Partido y la Juventud y el desarrollo del frente de tesoreros y recursos.
Hacer un balance minucioso
El balance minucioso tiene mucha importancia. La situación es muy buena para avanzar, y debemos plantearnos con objetividad las contradicciones que tenemos a resolver para jugar el papel revolucionario que la situación nos plantea. Es fundamental fortalecer las cajas zonales, para sostener los compañeros de tiempo completo y las necesidades de funcionamiento, de nuestra preparación y las medidas concretas para el viraje en el cambio de correlación de fuerzas en el movimiento obrero y de los centros de concentración.
Por ejemplo: no podíamos hacer los lanzamientos tradicionales pues estábamos en el cierre electoral, pero ir con volantes y escarapelas a los centros de concentración y fábricas el 20 de Junio, fue una iniciativa que ayudaba en concreto a la campaña por el voto. Además introdujo el debate de la colecta y el autosostenimiento del Partido en nuestros centros. Lo mismo las alcancías y otras iniciativas en los actos de cierre de campaña electoral, con la denuncia del despilfarro de la campaña K y la oposición. Esto fue muy desparejo, pero donde lo hicimos se favoreció el carácter de masas de la colecta y su relación al momento político, y ayudó a fortalecer a los tesoreros y recursos.
Por la gripe
La situación despiadada de la epidemia de gripe, al día siguiente de la elección, fue la manifestación de cómo los K descargan la crisis sobre el pueblo. Fue necesario postergar varias charlas el 9 de Julio, bingos e iniciativas barriales que hubieran ayudado a generalizar la campaña. Nos planteamos las entrevistas casa por casa, llevando el balance electoral y pidiendo el aporte. Nos ayudó organizar reuniones y charlas de pequeños grupos, en las que se fue discutiendo con las ideas de que la derrota K era el triunfo de “la” derecha, y también con las ideas de dar tiempo con expectativas en el diálogo.
En este momento se dificultaron varias iniciativas de masas, pero en muchos lugares aprovechamos la buena situación política, para avanzar en cotizaciones, la celularización o en ampliar las relaciones con profesionales que están en buena situación económica, pequeños empresarios y otros sectores dispuestos a jugar un papel en la revolución como sostenedores del PCR.
Procesos y luchas de masa
Simultáneamente comenzaban una cantidad de procesos y luchas de masas de la magnitud de petroquímicos por aumento y piso salarial; las de la UOM por salarios y sus fuentes de trabajo; rurales y petroleros en el sur; la gran marcha del Chaco y la de la gripe en Terrabusi que derivaron en el actual acampe del Chaco y los despidos y la actual lucha de Terrabusi.
Hay muy buenas experiencias de integración, y la campaña fue masiva tanto en Terrabusi, Astillero Río Santiago y Zanon, como entre los campesinos pobres del Chaco y La Plata, en general se fue masificando, ayudó para ello la postergación y cantidad de actividades, cenas, charlas de cierre.
Un balance detallado tiene que contribuir a ver en cada zonal y frente los lados fuertes y débiles, y resolver las designaciones que nos permitan fortalecer las cotizaciones, organizar grupos de recursos y extender nuestra red de sostenedores del PCR, en perspectiva de la situación política y nuestras responsabilidades revolucionarias.
