Lo primero que nos dice Penayo es que cerraron las paritarias para el trimestre mayo, junio y julio. “Estuvimos sacando cuentas, y no es un mal acuerdo, teniendo en cuenta cómo venía la discusión, ya que el gobierno jugó fuertemente a que no se supere el techo de un 1% de aumento. Ahí se montan las cámaras empresariales, principalmente las empresas más importantes.
Además, esta paritaria se dio en un contexto de conflictos en la alimentación. Con algunas fábricas incumpliendo los pagos de las quincenas, como en el caso de Alijor, Cachafaz y Georgalos. En esta empresa, además, despidieron a cinco compañeros, argumentando reducción de personal en el sector de Chocolate.
En Molinos Río de La Plata la empresa hizo primero una presentación diciendo que necesitaban reducir personal, y después la metió de prepo despidiendo, y dicen que tienen que despedir “para ser competitivo en el mercado”. Es decir, quieren bajar los salarios a 700 mil o a 800 mil mensuales.
En ese contexto se cierra esta paritaria. Se cerró 1,8% para el mes de mayo, 1,8% acumulativo en el mes de junio, 1,8% para el mes de julio, $85.000 dividido en tres meses: $30.000 para el mes de mayo, $30.000 para el mes de junio y $25.000 para el mes de julio. Y eso pasa en agosto al básico.
Este aumento también es con apertura de cada categoría. Por darte un ejemplo, eso te representa, entre los $30.000 y el 1,8%, un 4,6% para cada categoría. Teniendo en cuenta que el gobierno te quería dar un 1%, como dijimos en el plenario del STIA Capital, no es para tirar manteca al techo, pero vamos acompañando la inflación, que según el gobierno, te da un 1,5% en el mes de mayo.
Otra discusión es esa cifra de inflación, porque la forma como se mide, entendemos nosotros que no es lo que realmente consumimos los trabajadores, el movimiento obrero en su conjunto. Porque aumentan la prepaga, el combustible, colegios privados, vestimenta, medicamentos. El boleto aumentó casi un 7% en el AMBA sólo en estos últimos días. Eso no es el porcentaje que te pinta el gobierno nacional. Y es una discusión, porque cuando se sientan las cámaras empresarias y la federación, discuten sobre los números que da el INDEC. En agosto se vuelven a sentar las partes.
Las empresas vienen por despidos y rebaja salarial
Nosotros entendemos que llegó la motosierra de Milei a la alimentación. Hay cinco despidos en Georgalos, 10 despidos en Molinos y hay un clima muy complejo en la alimentación. En las dos fábricas los compañeros están en lucha.
Nosotros en Mondelez Pacheco estamos en alerta y movilización, con asambleas dentro de la planta, porque entendemos que la empresa no se va a quedar afuera de este contexto.
Decimos esto porque venimos de conseguir un año y medio de estabilidad laboral: todo el 2024, y hasta este 30 de junio. Venimos discutiendo con la empresa, que no lo quiere extender.
La semana que viene nos han citado para una reunión. Ellos lo que vienen manifestando que están trayendo productos de lo que nosotros fabricamos de afuera y eso nos va a afectar a nosotros, en lo que producimos.
La empresa viene diciendo que no quiere el conflicto, pero vamos a ver qué pasa, si de aquí en adelante no quieren extender la estabilidad. Porque lo que se ve en la alimentación es que las fábricas quieren achicar sectores, y que tengamos más laburo y más producción, con el mismo salario. Hay otros que se atreven más, y quieren rebajar salarios como el caso de Molinos.
Y esta situación se viene dando no sólo en Buenos Aires. Ya en la rama avícola, en Entre Ríos, rebajaron hasta casi un 18 y un 20% para mantener la fuente de trabajo. Eso mismo pretenden las empresas en el sur, donde también se están dando luchas. Por todo esto decimos que en Pacheco no estamos ajenos a esa realidad.
Estamos en alerta, en discusión permanente y nos favorecen las grandes luchas que hay en la Argentina, como se vio en la gigantesca movilización del 18 contra la condena a Cristina Fernández, de la que participamos trabajadoras y trabajadores de la alimentación, y de nuestra Agrupación Celeste y Blanca.
Nosotros entendemos que se tiene que hacer un plan de lucha en el gremio de la alimentación. Los despidos en Molinos y Georgalos son en el ámbito del STIA Capital. Los empresarios no cumplen con la conciliación obligatoria, y se niegan a que entren los despedidos. Nos tenemos que preparar, porque los empresarios creen que son ganadores con la política del gobierno.
Por eso el STIA tiene que llamar a un paro general del sector de la alimentación, y tenemos que prepararnos en las empresas. Tenemos la experiencia de nuestra fábrica en el 2009, cuando ante los despidos la Comisión Interna decidió la permanencia dentro de la planta, y desde ahí llamamos a la solidaridad de todos los sectores. Así logramos las reincorporaciones. Creemos que ese es el camino para enfrentar los despidos.
hoy N° 2065 25/06/2025