Sobre la revisión de la paritaria, nos cuenta Penayo que en septiembre se hizo la revisión del acuerdo por el aumento del 59% que se firmó en mayo: “Tanto la Federación como el Sindicato Capital cerraron esta revisión muy rápido. No hubo plenario. Acordaron un 12% más, en dos tramos de 6%, para septiembre y octubre, no remunerativos hasta diciembre. Con esto el aumento llegaría al 71% hasta febrero del año que viene. Con esto quedamos muy lejos de la inflación que se dice que va a estar entre 90 y 100%. Y todos sabemos que sacarle a estas cámaras empresarias casi 30%, que es lo que vamos a quedar abajo contando lo que nos deben de paritarias anteriores, va a ser muy difícil. Por eso nos parece apurado como se cerró, y con sabor a poco”.
Cuenta Penayo que, a diferencia de otros años, la rama avícola de la FTIA cerró después de la Alimentación, y por un 89%, “una suma superior a la alimentación, si bien los básicos de ellos son inferiores a los nuestros”.
Dice el compañero que no hay claridad en una parte de las y los trabajadores sobre este acuerdo salarial, porque con relación a los aumentos inflacionarios mensuales “veníamos un poco por arriba de la inflación con el último acuerdo. Pero con esta revisión, entre noviembre y febrero no vamos a tener nuevos aumentos, y ahí perdemos con la inflación”.
Sobre la situación en Mondelez Pacheco, uno de los conflictos está en los traslados de sección de algunas compañeras y compañeros, y de manera transitoria, que la empresa plantea en función de sus necesidades de producción. Esto afecta a las secciones Elaboración y Envasamiento. En las audiencias, luego de varias reuniones, la patronal planteó que iba a hacer uso de lo que le permite el convenio colectivo de trabajo. Ahí avaló tanto el Ministerio de Trabajo como la dirección del STIA. “Fuimos a discutir con los compañeros esta situación. La empresa plantea que de 400 personas de estas secciones, tiene un sobrante de entre 35 y 40 personas por turno, que son los que plantea trasladar a Envasamiento para no cortar la línea de producción. Tuvimos varias reuniones, porque también aparecen las opiniones de otros sectores, que te dicen ‘no es indigno trabajar en Envasamiento’. Frente a esto, desde la Interna planteamos que, si bien en esto nos dejaron solos y nos acorraló la empresa, íbamos a desatar un conflicto económico”.
Frente a esto, dice el compañero, “como la empresa tiene necesidades de producción, trae una propuesta para todo el personal de la planta, de una suma no remunerativa de 30 mil pesos en tres tramos, y 23 mil pesos en productos de la Proveeduría en noviembre, que además de lo que producimos nosotros tiene aceite, fideos, yerba, etc. Entendemos que esto es un paliativo. Porque sumamos, a los aumentos de la paritaria estas sumas, que empezamos a cobrar ya en octubre. Además estamos discutiendo con la empresa el voucher por el Día de la Madre, que estamos peleando que sea de 5 mil pesos”. Agrega Penayo que “por fuera de todo esto está la discusión del bono de fin de año y las cajas navideñas, que ya estamos discutiendo y se resolverá en diciembre”.
El compañero comenta que el PTS en la fábrica, como en otras oportunidades, “miente y desinforma sobre los acuerdos. Lo hicieron en el 2016 con las recategorizaciones que conseguimos, y ahora dicen que la empresa va a aumentar los golpes de las máquinas y no va a respetar los servicios médicos. Lo que no dicen es que nosotros como delegados, con el conjunto de los compañeros, descabezamos dos gerencias del Departamento Médico y tres jefes, por el hostigamiento de la empresa hacia los compañeros. Estas mentiras fueron derrotadas en las recientes elecciones de Comisión Interna”.
En la planta, producto de toda la lucha de estos años, “tenemos una situación distinta a otras alimenticias. Nosotros tenemos premios, y eso aumenta de manera automática lo que se consigue en paritarias, y las horas extras se pagan al 200%, que era una de las peleas de los compañeros del neumático y nosotros tenemos hace años. En otras plantas lo único que van a cobrar es lo que se firmó en las paritarias”.
Jorge cuenta también que en la Planta Victoria, que era de Mondelez y ahora fue comprada por la empresa Georgalos, se desató un conflicto por maltratos de supervisores, jefes y el Departamento Médico, que venían de hace un tiempo. Fueron primero a un bloqueo, y el domingo 25 pararon la planta, hasta que salió la conciliación obligatoria el martes 27.
“Hay un malestar general en las trabajadoras y trabajadores por los aumentos de los precios. No hay plata que alcance. Nosotros con estos aumentos sólo vamos paliando la situación. Nada que tiramos manteca al techo. A esto se suma que nos sacan mucha plata con ese mal llamado impuesto a las ganancias. Con eso hay bronca. Por ejemplo, en el Turno Noche, en el sector de Elaboración, los compañeros te dicen que estos aumentos no les sirven porque les sacan mucho del impuesto a las ganancias. Por todo esto viene aumentando la bronca, en la medida que el gobierno sigue con el ajuste.
“Nosotros entendemos que el gobierno tiene que revisar esto. Sabemos que sacan plata de ahí, y con el IVA por los aumentos de precios, para pagarle al FMI. Esto es lo que está en discusión”, dice Penayo, y agrega que “en el conflicto del neumático, por un lado la primer oferta de las empresas era provocativa, y a esto se sumaron grandes empresas como Techint y Clarín que salieron a respaldarlas, como parte de ese sector de derecha más reaccionario que fogonea para que vuelva el macrismo. Y el gobierno con las medidas que tomó, el ministro Massa reuniéndose con los empresarios y amenazando con abrir las importaciones de neumáticos, es un juego muy fuerte contra los trabajadores y las paritarias. Así favorece esta grieta, y contradice lo que ellos mismos plantearon de que los salarios no pierdan contra la inflación. Pese a todo esto, los compañeros del neumático consiguieron no perder en estas paritarias, y sacaron un bono importante”.
Hoy N° 1933 05/10/2022