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22 de junio de 2022

Hora Política Hoy N° 1918

América Latina sacudida por la lucha popular

Los pueblos de América Latina buscan caminos para su liberación. En Argentina, cientos de luchas grandes y pequeñas avanzan para confluir en la pelea por resolver las emergencias, defender la soberanía nacional y las libertades democráticas.

1. Crece la bronca y las luchas

En medio de la crisis social, económica y política, se agrava la situación que vive el pueblo argentino.

En mayo los precios mayoristas aumentaron 5,2%. La inflación se come salarios, jubilaciones y subsidios; se agrava el problema de la vivienda, los pequeños productores agrarios no pueden acceder a la tierra y pelean por poder seguir produciendo.

El movimiento obrero ocupado pelea por salarios dignos en paritarias. Los mayores pelean por jubilaciones que los saquen de la indigencia.

El congreso de Conadu Histórica rechazó la propuesta salarial y va a un nuevo paro el 23 y 24 de junio.

Las luchas docentes se hacen sentir en varias provincias.

Los movimientos sociales reclaman en la calle trabajo genuino y aumentos en los planes sociales.

Los desocupados y precarizados de la CCC realizaron su mesa nacional en la provincia de Río Negro. Discutieron la continuidad de su plan de lucha.

Este fin de semana los pobres del campo reafirmaron que están de pie. Es muy importante la realización exitosa del 5° Congreso Nacional de la Federación Nacional Campesina. Cientos de delegadas y delegados de 18 provincias hicieron balance de sus luchas, actualizaron su programa de reivindicaciones y la necesidad de coordinar para darle continuidad a su plan de lucha.

El 17 de junio se realizaron actos conmemorando la muerte del general Martín Miguel de Güemes.

Distintas centrales de trabajadores y multisectoriales por la soberanía preparan la Caravana a la Bolsa de Comercio de Rosario, el próximo 24 de junio, en defensa de la soberanía sobre el Río Paraná.

Con un gran acto en las puertas de los juzgados de Comodoro Py en la CABA, el 15 de junio se realizó la apertura del juicio del quinto tramo de la mega causa ABO (Atlético-Banco-Olimpo), juicio contra los genocidas de la dictadura. Allí hablaron un camarada del Comité Central de la JCR y Facundo Guerra, secretario del PCR en Mendoza e hijo de nuestro querido Manuel Guerra, “Quebracho”, reclamando presencialidad y celeridad en los juicios. También hicieron uso de la palabra representantes de varios organismos de derechos humanos.

En el Chaco, se constituyó la Comisión Investigadora por Verdad y Justicia para nuestro querido camarada Mártirez López.

Sigue la lucha por la unidad del 35° Encuentro Nacional de Mujeres a realizarse en San Luis.

 

2. La inflación no para y las finanzas tambalean

La invasión rusa a Ucrania provocó la inflación en los precios de alimentos, minerales y combustibles en todo el mundo y elevó los precios de nuestras principales exportaciones. Estas superganancias se las llevan los terratenientes, monopolios agroexportadores, mineras, petroleras, bancos, y demás oligarcas.

En el acto de AEA (Asociación Empresaria Argentina), el oligarca Federico Braun del supermercado “La Anónima”, sinceró que ellos “remarcan todos los días”.

Para estos oligarcas formadores de precios, la inflación no es un problema. Su posición dominante les permite pagar a 60 y 90 días a sus proveedores (pequeños productores y Pymes en muchos casos), mientras ellos cobran al contado sus ventas al público.

Encima lo que entra por impuestos y retenciones se usa para pagar la deuda infame y fraudulenta que contrajo Macri con el FMI.

El pago de deudas con el FMI y la banca financiera, el aumento de las importaciones de gas y gasoil, y la falta de una política que toque los recursos de los que se la llevan en pala, va complicando la situación económica del gobierno. Como el FMI limitó la emisión de billetes, el gobierno viene endeudándose en pesos que consigue vendiendo bonos, las Leliq (letra de liquidación) y otros, con los que los bancos y usureros vienen ganando fortunas.

Se publicó el decreto que pone en marcha un régimen de segmentación de subsidios al gas y a la electricidad. Los usuarios quedarán divididos en tres grupos, los que dejarán de tener subsidio (un 10% del total según el gobierno) pagarán un 100% de aumento, los que pagarán un 21,4% de aumento y los que pagarán un 42,7%. Estos aumentos tienen que ver con la exigencia del FMI de terminar con los subsidios.

El gobierno presentó en el Senado el proyecto del “impuesto a la renta inesperada”, que afectaría a unas 300 empresas y con el que calcula recaudar 1.000 millones de dólares.

Es impresionante la campaña de los grandes medios monopólicos y de los dirigentes de Juntos por el Cambio contra el impuesto a la “renta inesperada”, que apenas toca una mínima parte de las superganancias de esos sectores.

Por otro lado, la situación financiera es delicada. Enarsa (Energía Argentina), salió a vender bonos por el equivalente a unos 9.000 millones de pesos, sin coordinar con el Ministerio de Economía ni el Banco Central para sostener el precio del dólar.

Es imposible avanzar en resolver las emergencias que viven la clase obrera y el pueblo argentino, ni resolver la inflación, si no se tocan los intereses de los que se la siguen llevando en pala y si no se rompe el acuerdo con el FMI y los acuerdos antinacionales con todos los imperialismos.

 

3. El imperialismo y las guerras

En Ucrania el invasor ruso va avanzando en el sur y en el este. A pesar de la heroica resistencia del pueblo ucraniano, existe una brutal diferencia de recursos militares y es criminal el accionar del ejército ruso que bombardea las ciudades hasta su destrucción.

La semana pasada el Papa Francisco afirmó “Ahora, para mí, se ha declarado la Tercera Guerra mundial”. Condenó la invasión rusa y mostró su preocupación “por cómo se estaba moviendo la OTAN”.

Durante el gobierno de Trump, Estados Unidos jerarquizó su alianza con Inglaterra (que se separó de la Unión Europea) y tomó distancias de Europa y la OTAN. Con el gobierno de Biden hubo un cambio de política, jerarquizó su alianza con Europa, potenció el papel de la OTAN, encabezada por Estados Unidos. También reforzó sus alianzas con Japón, Australia, Nueva Zelandia y otros países. Aumentó su presencia militar en esa región, principalmente en el Indo Pacífico y el Mar de la China. Y busca recuperar terreno en América, al que considera su “patio trasero”, donde pasó a tener dificultades por la lucha de los pueblos y la elección de nuevos gobiernos que no le son afines, pero miran con simpatía el avance de otros imperialismos.

China, al compás de su expansionismo económico, acelera el tejido de alianzas, va estrechando su relación con el imperialismo ruso y acelerando su desarrollo militar. La semana pasada realizó la botadura de un nuevo portaviones, el más grande y moderno de la flota. Declaró que el estrecho que la separa de Taiwán es chino. Y el ministro de Defensa advirtió a Estados Unidos que lucharán “a cualquier costo y hasta el final” para impedir que Taiwán declare su independencia.

Xi Jinping, en su reciente cumpleaños le dijo a Putin: “China está dispuesta a continuar con el apoyo mutuo con Rusia en temas relacionados con la soberanía, la seguridad y los temas de mayor preocupación”. Putin le ofreció apoyo a China en Sinkiang, Taiwán y Hong Kong, y se opone a cualquier interferencia en los asuntos de China.

En esta situación mundial, en la que la inflación galopa y la economía va cursando una nueva crisis mundial, hacen fortunas los monopolios imperialistas con sus aparatos militar-industriales, los alimentos, la energía y los minerales estratégicos. Por el otro lado, el desarrollo tecnológico y el agravamiento de la dependencia de nuestras naciones, generan una enorme masa de pobreza estructural, que ya no puede encontrar trabajo.

En estas condiciones los imperialismos se van agrupando en distintas coaliciones para resolver estas crisis a través de la guerra. El peligro de una nueva guerra mundial es hoy una realidad.

Para los pueblos y naciones oprimidas la lucha por la paz mundial pasa hoy por la solidaridad con el pueblo ucraniano y se entrelaza con la lucha antiimperialista por su liberación.

¡Solidaridad con el heroico pueblo ucraniano! ¡Fuera el imperialismo ruso de Ucrania! ¡Fuera el imperialismo yanqui y la OTAN!

 

4. Crecen las luchas en América Latina

En Ecuador un reguero de luchas provocó una crisis política en el gobierno derechista de Guillermo Lasso.

Esta nueva oleada se inició el 13 de junio con un paro llamado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y otras organizaciones sindicales, políticas y estudiantiles y una marcha sobre Quito, capital del país.

Entre las peticiones está el freno a los aumentos de combustibles, precios justos para los productos del campo, detener la privatización de sectores estratégicos, políticas de control de precios, aumentar los presupuestos para salud y educación, etc.

El gobierno fracasó en su intento de ahogar la lucha declarando el estado de excepción en Pichincha (cuya capital es Quito) y sus vecinas Imbabura (norte) y Cotopaxi (sur), deteniendo al líder de la Conaie Leónidas Iza, que tuvo que ser liberado a las 24 horas. Todo el país está conmovido por movilizaciones, cortes de ruta y enfrentamientos con las fuerza represivas. El sábado 18 se mantenían rutas bloqueadas en 17 de las 24 provincias y no se sabe en qué momento ingresarán los manifestantes del interior en la capital.

En Colombia se realizó el ballotage este domingo 19, con el triunfo como presidente de Gustavo Petro. Tuvo que enfrentar en una dura campaña al candidato ultraderechista Rodolfo Hernández, que contó con el apoyo de los principales sectores de las clases dominantes de Colombia, de todos los medios de difusión, y hasta de fascistas argentinos como Javier Milei, que viajó especialmente a participar de su campaña.

El nuevo presidente fue el candidato de la coalición política de izquierda “Pacto Histórico”, este triunfo se dió al calor de las grandes luchas del pueblo colombiano que conmovieron América Latina; muchos de sus principales impulsores fueron parte de esta coalición.

El actual presidente de Colombia Iván Duque, que tiene que entregar el gobierno a Gustavo Petro en agosto, ha sido hasta ahora el principal apoyo de Estados Unidos en la región. Con este resultado el imperialismo yanqui y las derechas que lo apoyan miden la nueva situación que tienen en América Latina.

 

5. Los planes del macrismo y sus socios

En este reguero de luchas que recorre América Latina los yanquis tienen problemas. Para yanquis e ingleses es muy importante nuestro país en relación a su peso en la región y al control del Atlántico Sur.

Dentro de Juntos por el Cambio, detrás de la disputas por las candidaturas se esconden los intereses de distintos sectores de las clases dominantes y de los imperialismos.

El presidente yanqui Biden ha perdido prestigio por la inflación incontenible en Estados Unidos y eso complicará su gobierno a pocos meses de la elección de noviembre. Son elecciones de medio tiempo en las que el Partido Republicano puede ganar la mayoría en el Congreso, dejando “pato rengo” a Biden y abriendo camino a Trump.

Tanto Macri como Bolsonaro se han declarado públicamente amigos de Donald Trump y críticos de Joe Biden, por lo que ven ventajoso ese escenario.

El sector de Macri trabaja con la hipótesis de que en nuestro país puede haber un colapso antes de las elecciones de 2023.

En esa hipótesis, ante la fragilidad económica se puede dar una situación donde el FMI castigue a la Argentina por incumplimiento de las condiciones del acuerdo, lo que podría provocar una hiperinflación. En esa situación el gobierno entraría en crisis y el macrismo se ofrecería como salvador, imponiendo las “reformas de fondo”: hachazo a los salarios y jubilaciones, reforma laboral, aumento de la edad jubilatoria, devaluación, etc.

El plan de Macri es compartido por otros sectores de la coalición. Esta derecha reaccionaria que se nuclea en Juntos por el Cambio, se prepara para las elecciones del 2023 pero no descarta la posibilidad de volver al gobierno por otros medios para imponer su política reaccionaria y entreguista.

A esta rosca reaccionaria de las clases dominantes que expresa en política Juntos por el Cambio dirigimos el golpe principal de la lucha popular.

 

6. Las luchas se van uniendo y buscando caminos para avanzar

Las luchas del pueblo argentino en la política nacional buscan avanzar en resolver sus necesidades. La pelea por la unidad de las luchas no es fácil. La división política, social y cultural de nuestra sociedad es fogoneada por distintos sectores de las clases dominantes para impedir la unidad de los sectores populares.

Pero al calor del combate popular lo que van comprobando sectores importantes de las masas es que pueden avanzar cuando son protagonistas. Y en ese protagonismo van comprendiendo la necesidad de confluir con otros sectores en la lucha.

En las grandes luchas para derrotar al macrismo en las calles y en las urnas, en la primera línea frente a la pandemia y en las luchas por resolver las emergencias y en defensa de la soberanía nacional, ese protagonismo sigue creciendo día a día.

Eso es lo que avanza en la Argentina, los “ignorados” de los que los grandes medios no hablan.

El Congreso de la Federación Nacional Campesina de este fin de semana fue un ejemplo de esto. Cientos de delegadas y delegados discutiendo como avanzan en la lucha para resolver las emergencias en el camino de la reforma agraria, en la confluencia con otros sectores. Son dirigentes de su clase, de lo más explotado del campo, el principal aliado de la clase obrera para el avance de la lucha por la revolución.

En América del Sur somos países dependientes, productores de materias primas agropecuarias, donde el imperialismo subordina y asocia a los terratenientes. Desde el punto de vista de nuestra estrategia, cuando hablamos de revolución para la conquista del poder político, la cuestión campesina y originaria es clave para la lucha por la liberación nacional y social.

Desde el PCR y su JCR somos impulsores y nos sentimos parte de estos procesos. Nuestros aciertos políticos y el trabajo militante de nuestros camaradas ayudaron al avance y en esos procesos, también aprendió y avanzó el Partido.

Peleamos por recuperar los organismos de masas de los principales centros de concentración obreros, campesinos y populares para que esas luchas sigan avanzando.

Y peleamos por el crecimiento de nuestro Partido y nuestra Juventud, porque la existencia de un partido revolucionario fuerte es una condición imprescindible para que tanta lucha del pueblo argentino no termine derrotada, como tantas veces en nuestra historia, y pueda conquistar el poder político para terminar con el latifundio, la dependencia, y este Estado podrido que los sostiene.

Las formas de las revoluciones del futuro, no sabemos cómo van a ser. Lo que sí afirmamos es que hay leyes del marxismo-leninismo-maoísmo de validez universal que siguen vigentes, sobre todo las que en estos tiempos ocultan y tergiversan reaccionarios y revisionistas de todo tipo: la teoría del imperialismo, la teoría del Estado y la teoría del partido revolucionario.

 

Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro

Foto: Congreso Nacional de la Federación Nacional Campesina.