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11 de abril de 2012

Conversamos con Amancay “Chiquito” Ardura, coordinador de la CCC, para conocer los temas abordados en la reunión, realizada en La Matanza, el 5 y 6 de abril.

Ampliar la unidad de los trabajadores

Hoy 1414 / Reunión de la Mesa Federal de la Corriente Clasista y Combativa

El compañero Ardura nos decía: Realizamos una reunión de Mesa Federal de la CCC con la participación de cerca de 60 compañeros, de 17 mesas regionales de todo el país. Participaron un número importante de trabajadores ocupados, de distintas especialidades: estatales, docentes, metalúrgicos, trabajadores de fábrica de distintas ramas, telefónicos, bancarios, rurales. También estuvieron presentes compañeros del Movimiento Independiente de Jubilados, y del movimiento de Desocupados.

El compañero Ardura nos decía: Realizamos una reunión de Mesa Federal de la CCC con la participación de cerca de 60 compañeros, de 17 mesas regionales de todo el país. Participaron un número importante de trabajadores ocupados, de distintas especialidades: estatales, docentes, metalúrgicos, trabajadores de fábrica de distintas ramas, telefónicos, bancarios, rurales. También estuvieron presentes compañeros del Movimiento Independiente de Jubilados, y del movimiento de Desocupados.
Hemos abordado la discusión de un guión político que fue enriquecido en la reunión. Partimos de las elecciones de octubre, y del 54% que sacó el gobierno. Ese triunfo se da en el marco de un gobierno que dice que está piloteando la crisis y que va por más, que hay que profundizar el modelo, lo que concita el apoyo de un sector importante de la población. Se da en el marco de la más profunda crisis cíclica de sobreproducción relativa, mundial, que afectó primero a EEUU, y ahora centra en Europa, donde las burguesías imperialistas, tratan de descargarla sobre los trabajadores en distintos países europeos. Hay una gran reacción de la clase obrera en esos países, sobre todo en Grecia. Lo mismo significó la primavera árabe. Los pueblos, lejos de quedarse callados y quietos a la descarga de la crisis sobre sus espaldas están mostrando disposición a enfrentar, para que la paguen los que la produjeron.
Este marco es contradictorio con la propuesta sesgada y mentirosa de Cristina en la campaña, que en los hechos minimizaba los efectos de la crisis sobre la Argentina. Esto era parte de la estrategia electoral, además del clientelismo y el relato que hizo para ganar. La realidad emergió después del triunfo, como dice el documento: apareció la ofensiva ajustadora del gobierno. Sabiendo que las consecuencias de la crisis van a venir, fue al ajuste. Trató de hacerlo feta por feta, progresivo, no cortar ancho como hizo con el campo en el 2008. Ensoberbecidos por el 54% y el triunfo de los gobernadores, se creyeron con libertad para todo. Pero como habíamos dicho, no fue un cheque en blanco. Se votó a Cristina y a esos gobernadores desde diferentes corrientes y sectores. La gente quería ir por más, y de pronto le proponen ir por menos.
Salió Santa Cruz, se enfrentó a Peralta y en Río Negro a Soria. Las empresas mega mineras y los gobernadores pensaron “llegó la hora”, y vino Famatina. En esa lucha se los hizo retroceder. Este plan de ajuste venía combinado con nuevos acuerdos internacionales, el gobierno afianzó relaciones con Francia y Alemania, para mantener la industria automotriz, y por otro lado arregló con Obama, aceptando sus exigencias de pagar al Club de París, y las del GAFI de imponer la ley antiterrorista. Como no cumple algunos de los acuerdos con los monopolios yanquis, los yanquis la golpean, pero básicamente arregló. El gobierno creyó que con estos arreglos iba a poder capear el temporal en la Argentina, y amenazar a todos los luchadores con la ley antiterrorista. Porque está dispuesto a aplicarla, más allá que diga que no.

 

Multitud de conflictos
La realidad hizo que estallaran multitud de conflictos en la clase obrera, como los despidos en camioneros y particularmente el conflicto docente. Se produce un salto histórico. En otros momentos Yasky y los gremios traicionaron, y luego tres o cuatro provincias lucharon solas. Esta vez se produjeron hechos muy gruesos, que aborda el documento. Inmediatamente después del triunfo de Cristina se produce el acto de Moyano en Huracán, que abrió una grieta muy importante con un sector gremial que ya hemos caracterizado: tuvo la traición del 2001 con la propuesta de devaluación, estuvo colaborando con la política de este gobierno al que siempre hemos criticado -y con el que tenemos enormes diferencias-, pero frente a la crisis toma una actitud correcta que es decir que los trabajadores no tienen que pagar la crisis, y levanta los reclamos obreros.
Una actitud que en el mundo es importante, porque todos los gremios europeos se entregaron antes que la crisis se focalizara en Europa, y después fueron desbordados por las masas obreras que salieron a empujar. Esta actitud del sector de Moyano dio aire a las luchas, y particularmente a los sectores clasistas y combativos, que veníamos asediados, por ejemplo con el intento de detención del Pollo Sobrero y los ferroviarios, y los 18 muertos que este gobierno había producido en los sectores populares.
La ley antiterrorista produce resquebrajamientos entre los sectores de derechos humanos que votaron a Cristina. La lucha contra la megaminería, al nacionalizarse, pega en uno de los ejes centrales de la política del kirchnerismo. Sufren un retroceso porque no pueden con Famatina. Luego viene la represión en Catamarca y eso potencia aún más -juntando la lucha contra la megaminería y la pelea democrática-, con una enorme solidaridad del pueblo argentino.
La lucha docente trasciende. Las provincias más importantes del país no empiezan las clases, y por primera vez en seis años, la Ctera tiene que llamar a un paro, el 6 de marzo. Esto es por efecto de los agrietamientos por arriba, por la enorme presión por abajo, por lo salarial, y por los ataques de la presidenta a los docentes. Busca dividir entre los pobres, a los jubilados con los docentes, para poder hacer pasar el ajuste. Hubo otras luchas, como la de petroleros frente a los despidos en Neuquén que triunfó, los paros de ATE en varias provincias y particularmente en Buenos Aires, paros alimentados desde abajo como la lucha de Inti, Conea, etc.
La masacre de Once vuelve a poner en el centro lo que ya desnudó el asesinato de Mariano Ferreyra: los negocios del gobierno con las concesionarias y la cúpula sindical traidora. Este hecho conmovió al país, generó un enorme dolor y tristeza, y golpeó muy duro en política al gobierno. Este verano caliente, que no esperaba Cristina Kirchner cuando apretó el acelerador del ajuste, lo frenó en parte, por lo menos con los tarifazos.
También hay que ser muy claros: su política ha derivado en darle libertad a los aumentos de precios, es decir ajuste a través de la inflación. Entonces aparecen cosas contradictorias: en medio del juego que hace el gobierno con Repsol -producto del fracaso de su política energética-, tratando que Pan American o Bulgheroni entren en YPF, ha dado libertad al valor del barril de crudo interno, con lo que el aumento del precio de los combustibles no tiene techo. Pero a la paritaria sí le pone techo, para descargar la crisis sobre los trabajadores.
Se tensa aún más la situación en paritarias. El enfrentamiento no es sólo con Moyano. Los “gordos” le exigen la devolución de la plata de las obras sociales. A Cavallieri le deben 1.500 millones de pesos. Exigen que se corra la cota del mínimo no imponible, y el tema del salario familiar, tanto por los topes puestos hacia arriba, como a los que no se les paga hacia abajo. Este reclamo une a trabajadores de altos salarios con los de bajos salarios, y a los trabajadores en negro, precarizados.
Hemos analizado que esto ha tonificado a todos los sectores obreros. El enfrentamiento a la ley antiterrorista con las jornadas de diciembre y febrero, como la jornada del 14 de marzo de la CTA, la CCC y otros sectores, y la lucha de docentes y estatales, jubilados y desocupados, ha puesto a un sector del movimiento obrero en el centro de la escena, buscando que se amplíe la unidad.
No somos indiferentes en la CGT
Hemos analizado los distintos sectores de la CGT. No vamos a ser indiferentes en la elección de Consejo Directivo de la CGT. Hemos determinado que el golpe político principal está dirigido al núcleo de lo más selecto de los colaboracionistas. Golpeamos al gobierno y a los colaboracionistas, particularmente a Caló (UOM), Andrés Rodríguez (UPCN), y Pignanelli (Smata), y vamos a aprovechar todas las contradicciones, no sólo las de la CGT Moyano, sino las de los “gordos”, levantando un programa de tres puntos. Buscamos que se logre articular una jornada, que aunque sea en actos separados, pueda confluir todo el movimiento obrero; los que confluimos el 14 de marzo, con el moyanismo y otros sectores del movimiento obrero. Los puntos son: no al tope en paritarias, sacar el impuesto a los salarios, y salario familiar para todos.
Vamos en todo al país a todos los gremios, no sólo de la CGT Moyano, también a los de los “gordos” y la CGT de Barrionuevo, y por supuesto a la CTA, para lograr por abajo y en las regionales, acordar en esta jornada, para presionar a las direcciones nacionales.
Las paritarias están trabadas. Si no se corre la cuota del mínimo no imponible, cualquier aumento que se consiga se lo lleva el Estado. Es muy grave la traición de Fernández de UTA, que ha firmado por el 18%. Esto genera un hecho, por ser un gremio tan importante y miembro de la Confederación del Transporte. Estamos analizando qué cosas y qué negocios hicieron que Fernández diera un salto al núcleo del kirchnerismo, y tengamos este arreglo que banca el ajuste de Cristina y es un gol en contra para el otoño caliente que comienza.

 

Vamos por reagrupamientos más grandes
Hemos analizado la lucha política que hemos librado en todo el país alrededor de las dos visiones que hay sobre Malvinas. Los que lo vemos como una gesta del pueblo, más allá de la dictadura, y aquella que se ubica en la vereda de enfrente tomando Malvinas, pero de fondo desmalvinizando. Es una discusión que hay con el gobierno y con la línea kirchnerista. Analizamos el proceso previo y lo del 2 de abril, que ha sido un gran salto, y el debate que viene ahora, sobre el problema de la violencia.
Hemos visto las jornadas del 8 de marzo, donde la CCC y la CTA se unificaron y a partir de ahí se pudo dar una jornada muy importante en Buenos Aires y en todo el país.
En cada uno de estos hechos ha habido reagrupamientos, con componentes distintos. Esta línea de articular en cada actividad un reagrupamiento grande, es lo que buscamos. No alcanza con la unidad CCC-CTA Micheli, la situación exige buscar un reagrupamiento más grande, aprovechando todas las contradicciones que permitan al movimiento obrero seguir en el centro de la escena, dándole continuidad a la lucha por romper los topes en paritarias, y enfrentando los despidos y suspensiones, peleando el 82% móvil, el aumento de los planes sociales y la universalización del Argentina Trabaja.
Porque la reunión ha demostrado que el enfriamiento de la economía y la línea de ajuste, de buscar dólares a través de reducir importaciones, está produciendo efectos nefastos. Aún empresas que no están en crisis se paralizan, y empiezan las suspensiones y despidos. Efectos que se podían esperar para el segundo semestre, se empiezan a producir por los preparativos frente a la crisis, que está produciendo el gobierno. Hay ramas que están en crisis, como en la fruta manzanas y peras, la carne.
Vamos a buscar reagrupamientos más grandes. Algunos en unidad, otros golpeando juntos, para ir mucho más allá de lo que se logró en este verano caliente. Un reagrupamiento mucho más amplio, acotando los puntos programáticos. No vamos a ser insensibles en la lucha en la CGT. Aunque no tenemos la fuerza suficiente para incidir golpearemos a los colaboracionistas. El movimiento obrero de conjunto tiene que enfrentar a Caló, y la posibilidad que éste se erija, con el apoyo de los “gordos” y otros sectores, como la cabeza de la CGT. No nos ponemos a llorar que la CGT se divida. Objetivamente está dividida.
Tenemos en puerta y convocamos la jornada de lucha y paro del 26 de abril, y pelear un gran Primero de Mayo. No queremos que sea como el año pasado, que el gobierno jugó con Yasky en el Luna Park, Moyano juntó 300 mil personas en la 9 de Julio, y los sectores combativos quedamos arrinconados. Esta vez queremos, junto con la CTA Micheli y otros sectores, hacer un acto importante, que muestre lo que hemos acumulado en este proceso.
Hemos resuelto convocar al Plenario nacional de la CCC para noviembre, con plenarios regionales previos en julio, agosto y septiembre. Hemos convocado a reunión de la Mesa de la Juventud de la CCC para el 28 de abril en Tucumán, y se convocó a la Mesa Federal para el 7 y 8 de julio.