Con el amplio apoyo del pueblo, constituyendo multisectoriales, los trabajadores autoconvocados enfrentan los despidos y se movilizan en defensa de la salud pública.
Los Autoconvocados de la Salud Pública de Santiago del Estero nuevamente son víctimas de la necedad del gobierno de Zamora, quien responde a los reclamos escapando hacia delante con más despidos. Esta vez, el odio profundo que destila el gobernador hacia nuestro movimiento se traduce en la rescisión de los contratos de siete trabajadores y tres sumariados del Hospital de Añatuya. Ellos, para las autoridades, “no cumplen con las expectativas”, porque encontraron en los Autoconvocados y su lucha una herramienta para conquistar los derechos laborales pisoteados y una salud al servicio del pueblo.
La noticia llegó durante la asamblea general del 6 de enero, con delegados de los diferentes centros de salud -entre ellos los de Añatuya-, en el marco del paro dispuesto para esa fecha.
La indignación y la bronca fue de tal magnitud que se cruzó inmediatamente desde el Hospital Regional hacia el Ministerio de Salud, para escrachar a quienes se han convertido en verdugos y “persecutas” de los trabajadores, y fieles lacayos a las órdenes del radical K Zamora: El ministro de Salud, Martínez; el subsecretario, Flores Turk; el director de Atención Médica, Ávila; el director del Interior, León; el director de Atención Primaria, Ricardo Tevez.
Una respuesta contundente
De inmediato se realizó una asamblea que resolvió convocar a las organizaciones intermedias y denunciar por los medios lo sucedido. Se concretó el mismo 6 por la tarde una movilización por las calles de la ciudad, llamando para el viernes a un quite de colaboración y un abrazo al Hospital.
Desde muy temprano, los compañeros de la ciudad movilizados, trabajaron para llevar adelante la medida. A las 9 llegó la delegación de Autoconvocados de los centros de salud de la capital y La Banda, mientras la concentración de los vecinos en el hall de entrada del hospital creció paulatinamente. Luego se inició el combativo acto en el que hablaron los compañeros despedidos y delegados de la capital. Los discursos -cargados de bronca e indignación pero de fuerza para seguir la lucha- se sucedían mientras crecía la cantidad de vecinos que se acercaba para defender su Hospital y apoyar a quienes trabajan allí.
Luego de cantar el Himno de espaldas al Hospital dirigido por el Dr. Mujica -quien avaló esta política persecutoria a los que luchan-, se concretó el abrazo, y una posterior movilización por las calles.
Al paso de la ruidosa marcha de aproximadamente 400 personas, encabezada por el cartel de Autoconvocados y una autobomba de los bomberos voluntarios, los vecinos con sus aplausos y saludos manifestaron su apoyo a un reclamo más que justo, porque toca la fibra más sensible de un pueblo como es su salud.
Una “tradición” que comienza a cambiar
Añatuya es conocida como la ciudad de la tradición, y es la ciudad de la que proviene el actual vicegobernador de la provincia, el Dr. Ángel Niccolai. Por ello no sorprende la saña en los despidos en un pueblo en el que la “tradición” de manejarse como “patrón de estancia” no tolera que los trabajadores de la salud osen levantar su voz. Sucede que Zamora y su gobierno intentan aplastar la combatividad de los autoconvocados antes de febrero-marzo, y por eso cargan con todo en enero, con descuentos a los salarios y nuevos despidos.
La situación política provincial comienza a complicarse para los planes del gobierno, quien debe encarar en adelante las elecciones a intendentes, y por lo tanto necesita sacar de las calles a los trabajadores y terminar con los paros.
Capital, La Banda, Añatuya y Frías, constituyen los principales centros con peso electoral, y son hoy bastión de la lucha de Autoconvocados. Con el “agravante” -para el gobierno- que la misma comienza a volcar a la población en apoyo a los trabajadores y en defensa de su salud. Este es el principal acierto de los compañeros añatuyenses, quienes enfrentan las persecuciones y despidos con la unidad de los trabajadores y la movilización de su pueblo cada vez más castigado por la inflación y la miseria en la que vive.
Durante la marcha se escuchó: “Esto es histórico, es la primera vez que pasa en Añatuya”, dando cuenta de lo nuevo que sucede en este largo conflicto que lleva más de seis meses.
El avance de los Autoconvocados de Añatuya, con el apoyo de organizaciones como el Círculo de médicos, Bomberos voluntarios, sectores de la Iglesia, ATE, Atese (Docentes), partidos como el PCR, MST, PO, las FM locales, señala el camino por donde debemos transitar: el de la firmeza en la lucha y la más amplia unidad de los trabajadores y el conjunto del pueblo. El plan de lucha continuará con varios paros y movilizaciones previstos para enero y febrero.
La Multisectorial de trabajadores -que convocó a la gran movilización del 16 de diciembre pasado- constituye el antecedente que debe ser puesto en práctica en cada ciudad y en torno a cada Centro de Salud, a través de la conformación de multisectoriales en defensa de la salud y por las reivindicaciones de los trabajadores. Sólo así será posible la inmediata reincorporación de los despedidos y el cese de los traslados y amenazas, y la conquista los cinco puntos de lucha en torno a los cuales se unen los trabajadores en el movimiento.
