El 8 de agosto de 1976, los camaradas Ángel Manfredi y Ana Sosa eran secuestrados por fuerzas del ejército en la Colonia 1 del Ingenio Concepción, en la provincia de Tucumán.
Ángel, obrero ferroviario despedido, era miembro del Comité Central de nuestro PCR y secretario del zonal Tucumán, y Ana, docente, pertenecía también a la dirección zonal del PCR.
A la situación de hambre y de miseria que vivía el pueblo tucumano bajo la dictadura de Videla-Bussi, se sumaba el terror fascista. Cientos de obreros de fábricas y del surco secuestrados o detenidos, torturados o amenazados. La Banda del río Salí ocupada militarmente, con un destacamento del ejército instalado en el sindicato de obreros del Ingenio Concepción, con un férreo control de rutas y caminos, en todo Cruz Alta y el resto de la provincia, operaba en Tucumán la dictadura fascista que funcionaba en nuestro país desde el 24 de marzo de 1976.
En medio de este panorama, compañeros como Angelito y Ana, que entendían la necesidad de organizar la resistencia a la dictadura explotadora y represiva, con la misma firmeza que habían luchado contra el golpe de Estado previamente, fieles a la línea del PCR y a sus principios comunistas, cayeron secuestrados por el enemigo en el combate antidictatorial.
Los restos de nuestros compañeros fueron encontrados en el Pozo de Vargas, ese tenebroso lugar donde tiraban cuerpos de los que secuestraban luego de torturarlos salvajemente. Hasta junio de 2017 en ese lugar se había podido identificar a 106 personas, por eso decimos con total convicción, fueron 30.000 los desaparecidos y fue un genocidio.
Hoy como ayer el Partido y la Juventud Comunista Revolucionaria dicen presente hasta lograr que se les dicte prisión perpetua a todos los genocidas, y se pudran en una cárcel común.
Hoy como ayer estaremos a la cabeza de las luchas de la clase obrera y el pueblo levantando las mismas banderas por las que vivieron y dieron su vida nuestros compañeros.
Camaradas Ángel Manfredi y Ana Sosa ¡Hasta la victoria siempre!
Hoy N° 1924 03/07/2022