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02 de octubre de 2010

Angelita

Hoy 1212 / Poesia

Fuiste de las que siempre están y de las que se quedan para siempre

Cuando se conoce a alguien como tú, la vida tiene motivos para decir
¡qué lindo es vivir!

Cuando se tiene la posibilidad de vivir con gente como vos,
no se deja de vivir cerca de ti aunque la tozuda muerte trunque tu vida.

Cuando se tiene el privilegio de luchar junto a mujeres como tú,
se siente que somos chiquitos ante
tanta fuerza revolucionaria,
ante tanta decisión de vivir para servir al pueblo.

La dictadura asesina, sacó de tu lado a nuestro angelito Manfredi,
encerró entre rejas y torturó
bárbaramente a nuestra Normita, tu hermana menor,
los quisieron borrar, aniquilar, pero la revolución que está en marcha
sabe de todo lo que ellos hicieron para que triunfe.

Angelita, nosotros que conocimos tu entrega por la revolución,
tu valor humano y tu extraordinaria valentía.
Tu práctica desafió en las calles a los fascistas asesinos, tu disciplina,
tu sagacidad en las calles alertó a los camaradas
y lograste que la traición fracasara y no cayeran camaradas muy valiosos.
Cuántas veces llegabas a las citas con tus pichones,
esos que hoy caminan esas calles que vos con tanta pasión revolucionaria caminaste,
en las que con tanta firmeza nos
hiciste ver con más agudeza al
peligroso enemigo fascista que nos acechaba, que nos perseguía,
esas calles por las que centenares de luchadores luchan
porque revolucionarias como vos
nunca aflojaron,
nunca dejaron esas calles vacías en manos del enemigo.

Seguramente que te estarán acogiendo muy solidarios
quienes nos enseñaron que a los enemigos se los enfrenta hasta el último segundo de vida,
si los ves, un abrazo de los que no dejaremos de luchar por la felicidad de los que no son felices en esta sociedad dividida en clases, y por una sociedad sin explotadores y explotados.

Angelita, hola, te esperamos el 30 de abril con el Luna Park lleno de
revolución, lleno de revolucionarios, lleno de pueblo,
lleno de consignas por la vida de todos los que quieren dejar de sufrir esta sociedad que los aplasta.

Camarada Quiroga,
hasta la victoria siempre