El 26 de agosto están convocadas las elecciones provinciales y el gobernador Alperovich busca su reelección. Para lograrlo tiene funcionando a pleno un sistema de coimas y prebendas, compra de dirigentes políticos y sindicales. Cuenta para esto con el dinero provincial y el otorgado por Kirchner, a cambio de la subordinación total de nuestra provincia a los designios del gobierno nacional.
Ese dinero en lugar de ser utilizado para pagar salarios dignos a los trabajadores estatales –y no los sueldos miserables con más del 40% en negro–, otorgar el 82% móvil a los jubilados transferidos, generar trabajo genuino para los desocupados, entre otras cosas es usado con total impunidad en la campaña electoral del gobernador y los adulones –prendidos del saco de Alperovich, ley de acople mediante– que pretenden ser legisladores, intendentes o delegados comunales, para gozar de sueldos privilegiados, manejar sin control los dineros que pasan por sus manos, y acrecentar sus fortunas personales con coimas y negociados que hoy son moneda corriente en nuestra provincia.
Las mentiras del gobierno
Alperovich al igual que Kirchner, promete y miente. Dice que en los próximos 4 años blanqueará 40.000 puestos de trabajo en negro, que trabajará para reducir el analfabetismo, creará más escuelas, que atenderá la salud, que creará 20.000 puestos de trabajo, que invertirá 100 millones de pesos en redes cloacales. La pregunta es ¿por qué no lo hizo todavía, si hace casi 4 años que es gobernador?
Actualmente, de acuerdo a cifras oficiales, Tucumán es una de las 4 provincias con mayor número de desocupados y una de las más caras con una inflación del 20%. La pobreza y la indigencia castigan a decenas de miles, y ocupamos uno de los primeros lugares en el empleo de trabajo infantil, de acuerdo con las cifras publicadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Mientras el gobernador hace campaña electoral inaugurando nuevas salas en hospitales y nuevas aulas en las escuelas, en el diario La Nación, un artículo publicado el 30 de junio relataba cómo en la maternidad de nuestra ciudad tienen que compartir la misma cama mujeres que están a punto de dar a luz, y todos los que pasan por un hospital, saben que no hay personal suficiente y lo mismo pasa en las escuelas.
Pero los distintos contingentes de trabajadores y otros sectores populares han ido desnudando con su lucha las mentiras de Kirchner y de Alperovich. Se produjeron grandes movilizaciones de docentes y estatales en Santa Cruz, de docentes en Neuquen, tierra del Fuego y Salta, los petroleros de la Patagonia, los obreros de Terrabusi, etc., que desnudaron al gobierno nacional y mostraron el camino para conseguir salarios y otras reivindicaciones.
Fueron los médicos residentes en nuestra provincia los que con su lucha sacaron a luz la verdadera situación de graves falencias en los hospitales; y vivieron en carne propia cómo este gobierno puso más empeño en comprar a los dirigentes de la Asociación de Médicos Empleados (AME) que en resolver el mísero salario que perciben los trabajadores de la salud y los demás problemas que plantean. Lo mismo ocurrió con los docentes, que antes del inicio del ciclo lectivo protagonizaron una multitudinaria protesta por salarios dignos que luego fue diluida por los dirigentes sindicales comprados por Alperovich. Fueron los municipales del interior junto con los desocupados, los jubilados y los Usuarios Autoconvocados, los que tuvieron que enfrentar dos veces la dura represión para conseguir algo de los urgentes reclamos que plantean, y con seguridad deberán continuar la lucha porque cosas tan importantes como el 82% móvil para los jubilados transferidos o el blanqueo de los salarios a los estatales todavía no está resuelto; y el gobierno pese al deterioro del salario por la inflación, aprueba el excesivo aumento de la luz.
Golpear al gobierno de Alperovich y su política
El único camino que tienen los trabajadores y el pueblo para resolver sus reivindicaciones inmediatas y mediatas es el de la unidad, la organización y la lucha. Hoy, muchos candidatos intentarán desviar la rebeldía popular con nuevas y engañosas promesas electorales, por eso es preciso que los sectores populares no entren en esta trampa electoral, que no la avalen en nombre de un posible lugar en un Concejo Deliberante o en la legislatura. Este no es el camino por el que el pueblo puede lograr que se resuelvan sus problemas. Por el contrario, es un camino preparado por las clases dominantes, que invitan al pueblo a entrar en él para dividirlo y seguir ellos manteniendo sus privilegios a costa del hambre, la desocupación y la miseria.
Así como nos encontramos unidos en el reclamo exigiendo soluciones para los sectores populares, debemos unirnos para que el pueblo golpee al gobierno de Alperovich y su política de la manera más eficaz en estas elecciones, no votando, votando en blanco o anulando el voto. Rechazando la farsa electoral para avanzar por el camino del Argentinazo, hacia la liberación nacional y social en marcha al socialismo.
El 26 de agosto pegue donde más les duele: no vote, vote en blanco, o anule el voto
