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14 de enero de 2015

Antonio Berni, Juanito y Ramona es una muestra que se exhibe desde el 30 de octubre del año pasado hasta el 23 de febrero de 2015 en el Malba, producto de un acuerdo entre este museo con el Museum of Fine Arts, Houston (MFAH). 

Antonio Berni en el Malba

A los Juanitos y Ramonas de nuestro pueblo

La muestra presenta 150 obras creadas entre 1958 y 1978 (pinturas bidimensionales, grabados, xilocollages y xilocollage-relieves, ensamblajes y construcciones polimatéricas), reunidas a partir veinticinco colecciones públicas y privadas de Argentina, Uruguay, Estados Unidos, España y Bélgica y las cedidas por la familia del artista. El acuerdo de ambos museos firmado en el 2005 logró reunir por primera vez en la Argentina piezas desconocidas de Antonio Berni.

La muestra presenta 150 obras creadas entre 1958 y 1978 (pinturas bidimensionales, grabados, xilocollages y xilocollage-relieves, ensamblajes y construcciones polimatéricas), reunidas a partir veinticinco colecciones públicas y privadas de Argentina, Uruguay, Estados Unidos, España y Bélgica y las cedidas por la familia del artista. El acuerdo de ambos museos firmado en el 2005 logró reunir por primera vez en la Argentina piezas desconocidas de Antonio Berni.
El eje de la muestra está puesto en la producción artística de Berni de 1961 a 1978, en la que cobran protagonismo Juanito Laguna, Ramona Montiel y sus Monstruos. El artista retrata así la vida de los niños y mujeres humildes y trabajadoras de nuestro pueblo.
En “Incendio en la villa”: el rojo, el amarillo y el naranja copan el cuadro, las casas de chapa y cartón, oscuras y frágiles patentizan lo que sigue sucediendo hoy por la precariedad de las viviendas. En “Juanito lleva la comida a su padre, peón metalúrgico”, ensombrecido en la parte inferior se perfila la figura del niño empequeñecido ante la inmensa fábrica con sus potentes chimeneas. “El mundo prometido a Juanito Laguna”; “Juanito y su familia mirando la televisión”, “La familia de Juanito Laguna emigra” son una de las formas en las que Berni cuenta el mundo de los niños y sus familias expulsadas de su tierra, arrinconadas en un mundo en donde todo le es ajeno e inalcanzable y solo acceden a los desechos urbanos e industriales que otros usaron.
La historia de Ramona Montiel, la protagonista de la otra serie que se expone y su transformación de costurera a prostituta, puede seguirse desde su nacimiento en “Ramona bebe” hasta su momento de mayor esplendor en “L’apothéose de Ramona”, pasando por la “Comunión de Ramona”, y los personajes que pasan por su vida.
 
Quiénes son Juanito y Ramona
Como aclara el propio Berni: “Juanito es un chico pobre pero no un pobre chico. No es un vencido por las circunstancias sino un ser lleno de vida y esperanza, que supera su miseria circunstancial porque intuye vivir en un mundo cargado de porvenir”.
Juanito Laguna es el arquetipo de los niños de provincia que con sus familias migraban a las grandes urbes en busca de trabajo y la falta de vivienda las obligaba a instalarse en su periferia en construcciones precarias.
Berni recrea su entorno, el paisaje: la villa miseria y sus basurales. Lo muestra celebrando la Navidad, aprendiendo a leer, remontando un barrilete, jugando, nadando, pescando. No solo es el contenido de la obra, especialmente su composición y las diferentes técnicas que utiliza las que constituyen una unidad especial que tensiona lo rústico del material con la ternura e ingenuidad de los personajes potenciando su existencia real. En su obra, contenido y forma se retroalimentan mutuamente. Cada una hecha con los elementos que rodean a los Juanitos de las villas miserias argentinas: pedazos de tela y madera, hojas de metal, latas oxidadas, plásticos, cartones y chatarra, desechos industriales. Símbolos e imágenes populares se intercalan con aquellos que representan a las marcas de los grandes monopolios que oprimen a la Argentina.
Ramona Montiel, la otra protagonista de sus obras en este período, es una joven costurera de barrio, agobiada por las condiciones sociales y que engañada con falsas promesas de “una vida mejor” se prostituye. La figura de Ramona nace en la estadía de Berni en París, donde recolecta el material para componer la serie: lentejuelas, encajes, cordones, pasamanerías, maderas, latas. Su imagen remite a aquel ambiente prostibulario rosarino de los años 40. En el que todas las desigualdades sociales y de género quedan expuestas y a las que Antonio Berni, en esta serie, les añade las nuevas problemáticas de la década de los años 60: la influencia de los medios de comunicación, publicidad y consumismo en los sectores populares, las marcas de grandes monopolios extranjeros. La serie Ramona incluye una importante cantidad de grabados con técnicas innovadoras que no habían circulado por los salones argentinos y que muestran una delicada composición y pericia técnica.
Finalmente, la serie Los monstruos, obras bidemensional y tridimensionales, representan los miedos que el entorno cotidiano generan en Juanito y en Ramona, que Berni los bautizó “construcciones polimatéricas” y los dividió en: Monstruos cósmicos y Monstruos infernales que desafían a Ramona Montiel. 
 
Algo brevísimo sobre Berni
Antonio Berni nació en la ciudad de Rosario en 1905, hijo de un italiano y una argentina, ingresó como aprendiz en un taller de vitrales. En 1920 expuso por primera vez sus cuadros sobre paisajes suburbanos. En 1925 consiguió una beca otorgada por el Jockey Club de Rosario para estudiar en Europa.
En París se reunió con otros artistas argentinos, entre ellos , Aquiles Badi, Alfredo Bigatti, Xul Solar, Héctor Basaldúa, Spilimbergo y más tarde con Juan del Prete y Raquel Forner.
En Europa conoció a Louis Aragón y Tristán Tzara, poetas y ensayistas que lo introducirán en el dadaísmo y el surrealismo. En 1929, su amigo Henri Lefebvre lo iniciará en la lectura de Marx y, simultáneamente con Max Jacob aprenderá la técnica del grabado. Estos espacios estéticos influyen en su obra (“La muerte acecha en cada esquina”, 1932).
El golpe de Uriburu en 1930 y la crisis económica mundial lo traen nuevamente a la Argentina. Se reinstala en Rosario y comienza a trabajar como empleado municipal. En esa ciudad puerto, en la que campean el hambre, las mafias y la prostitución –durante la llamada “Década infame”– recorrerá el antiguo barrio de Pichincha, colaborando como fotógrafo en una nota periodística de Rodolfo Puiggrós. Allí en Rosario, adhirió al Partido Comunista y organizó también la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos que recibirá la atención política de Ghioldi.
En esos años 30, sus obras son eco de los conflictos sociales, Desocupados y La Manifestación serán obras emblemáticas (ambas de 1934), se pronunciaba entonces por el Nuevo Realismo, participando con Siqueiros en “Ejercicio Plástico” una obra mural realizada en los sótanos de la quinta del dueño del diario Crítica Natalio Botana, durante el gobierno conservador. 
Fines de los años 30 e inicios de los cuarenta son años de procesos intensos y complejos. Nuevamente una guerra mundial, la lucha antifascista y el surgimiento del peronismo. Momentos políticos que producen divisiones en la izquierda (tanto por cuestiones nacionales como internacionales), muchos artistas e intelectuales se alejan. Por esos años él recorre Bolivia, Perú, más tarde Santiago del Estero. En el período 1955-56 expondrá en París, Berlín, Varsovia, Bucarest y Moscú. A fines de los 50, comienza con la serie Juanito que se expone por primera vez en 1961 y un año más tarde comienza la serie Ramona, que es la que se presenta en esta muestra. 
 
Las exhibiciones plásticas en el entrame económico actual
 
Todo tiene su aspecto contradictorio. ¿Por qué? Porque lo bueno y lo malo se mezcla maliciosamente en esta muestra como en el famoso tango Cambalache de Discépolo. ¿Qué es lo bueno en la muestra “Antonio Berni, Juanito y Ramona”: acceder a su extraordinaria producción, en la que el artista ha plasmado a los trabajadores y a los despojados de la Argentina con singularidad inigualable. Otra cosa buena es que esta muestra reúne obras que nunca habían sido expuestas en Argentina y que seguramente no volveremos a ver. Una cosa buena más: los miércoles la entrada es gratis para jubilados, estudiantes y docentes. ¡Aprovechar ese día!
Lo malo: se verifica que la obra de este artista plástico que supo recrear procesos sociales en los arquetipos populares de Juanito y Ramona, lamentablemente, en su gran mayoría están en colecciones privadas; y que detrás de esta importante “curadoría”, se monta un invisible mecanismo de mercantilización de los grandes capitales extranjeros y nacionales.
Esta muestra moviliza una inversión cuyo monto no se da a conocer públicamente. Incluye grandes negocios en el seguro de las obras y sus traslados. 
En muchos casos, los préstamos de obra implican la justificación de pago de algún canon, la contratación de personal técnico y de investigación, merchandising, los catálogos y la difusión. Desde luego, la obra de Berni lo merece, pero estos capitalistas filántropos del arte latinoamericano reembolsan lo invertido por distintas vías y no lo hacen solamente “por amor al arte”, y no lo harían si fueran a pérdida. También se mueven intereses importantes en los acuerdos internacionales entre museos privados (regalías y derechos de por medio), así como los intereses turísticos y “culturales” que alegan las partes. Por otra parte, este tipo de exhibiciones al mercado mundial de obras de arte le permite ubicar y revalorizar. La compra y venta de obras de arte en casi todas partes del mundo se entrama con el lavado de dinero, la especulación financiera y con la exacción de impuestos para los compradores. 
En el caso de Argentina la diferencia cambiaria también es un importante factor que beneficia a un núcleo minúsculo de inversores, especialmente extranjeros. ¿Estarán las provincias de la Argentina en condiciones de recibir una muestra como ésta? ¿Habrán pensado llevarla a otros lugares más populares y en forma gratuita? 
La paradoja es que una obra de contenido social de las características de la de Berni, esté en manos de estos señores inversores, cuando debería ser patrimonio de nuestro pueblo que es el que inspiró al artista.