Los revisionistas del marxismo han armado un Gramsci a gusto y paladar de sus teorías. Pero Gramsci, en Moscú, al conocer la Revolución Rusa, entendió que lo fundamental de ésta es la doctrina del Partido, la doctrina de la dictadura del proletariado, y no el mito de la formación de un nuevo tipo de Estado a través de la iniciativa creadora y autónoma de la clase obrera en la fábrica, como él había teorizado antes con su doctrina sobre los consejos obreros.
02 de octubre de 2010