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19 de abril de 2017

El 23 de abril de 1976 la dictadura de Videla secuestró al camarada César Gody Álvarez, “Antonio”, secretario del PCR en Córdoba, y miembro de la Comisión Política del Comité Central de nuestro Partido. Tras años de incesante búsqueda, en 2008 fue identificado su cuerpo, asesinado y mutilado con saña el 5 de mayo de 1976 y enterrado ocultando vilmente su identidad.

Antonio: la vida al servicio de la revolución

A 41 años del secuestro y asesinato de César Gody Álvarez

Reproducimos extractos de la charla del camarada Jacinto Roldán, al cumplirse 30 años del secuestro de Gody Álvarez, publicada originalmente en Política y Teoría N° 59, abril-julio de 2006.
 

Reproducimos extractos de la charla del camarada Jacinto Roldán, al cumplirse 30 años del secuestro de Gody Álvarez, publicada originalmente en Política y Teoría N° 59, abril-julio de 2006.
 
Hablamos con orgullo de un comunista que dedicó su vida a la lucha por la revolución y al PCR hasta el último minuto de su vida. Fue secuestrado y salvajemente torturado. Hace unos años su familia logró conocer cómo fue asesinado y masacrado por la dictadura. La autopsia del cuerpo encontrado en el río Reconquista certifica que es el cadáver de César Gody Álvarez. Fue identificado por el comando General del Ejército, el 4 de junio de 1976… 
No se puede separar la vida de Antonio de la historia de nuestro Partido. Sus méritos en los logros del PCR son imborrables.
César Gody Álvarez fue un dirigente nacional muy importante en la vida de nuestro PCR. Uno de los fundadores del Partido, miembro del Comité Central y de su Comisión Política. Fue secretario de una zona de la Capital Federal un corto tiempo y desde fines de 1968 fue secretario del Partido de Córdoba, hasta que fue secuestrado por la dictadura fascista de Videla-Viola el 23 de abril de 1976. Antonio era su nombre de guerra, su seudónimo clandestino, nombre que había tomado de su admirado tío Antonio, que fue un combatiente republicano en la Guerra Civil Española.
 
Un hombre de carne y hueso
Antonio era un hombre de carne y hueso, con virtudes y defectos como todos nosotros.
Nació en Bolívar, localidad del interior de la provincia de Buenos Aires. Hijo de un matrimonio español, con un padre con ideas socialistas, eran 6 hermanos, 4 varones y 2 mujeres… Antonio contaba que cuando era chico sentía admiración por un joven que en Bolívar hacia propaganda por el comunismo. Ese joven era José Ratzer, miembro de nuestro Comité Central fallecido en noviembre de 1978, con quien recién años después, ya en el Partido Comunista, tuvieron relación. Fueron fundadores y miembros del Comité Central del PCR.
Siendo joven salió de su Bolívar natal dispuesto a conocer el mundo… Por el año 1955/56, se afilió al Partido Comunista abrazando la causa del comunismo. Formó parte del Frente Militar del PC. En 1963 viajó a Cuba con una delegación del PC. Allí conoció al Che Guevara. Antonio tenía una profunda admiración por el Che y la Revolución Cubana…
César Gody Álvarez junto a cuadros importantes del Partido que habían sido castigados en 1964 por sus posiciones críticas, empalmaron con la rebelión de la mayoría de la Federación Juvenil Comunista contra la dirección revisionista y oportunista del Partido Comunista…
 Antonio, con una valijita con su ropa, sus libros, la línea del PCR y una infinita confianza en el potencial revolucionario del proletariado, a fines de 1968, se instaló en Córdoba. Convencido que allí iba a empezar la revolución se planteaba objetivos grandes, y no vaciló… El PCR de Córdoba, siendo pequeño, jugó un rol importante en los procesos de masa que desembocaron en mayo del 69 en el Cordobazo…
El surgimiento del PCR empalmó con una necesidad que surgía de las entrañas del movimiento obrero argentino: el clasismo. Por primera vez desde la década del 30 apareció una corriente sindical clasista. Y fue en Córdoba, en la fábrica Dinfia, donde nacieron las Agrupaciones Clasistas 1° de Mayo que se encolumnaron con un cartel en los combates del Cordobazo…
Antonio planteaba que teníamos que recuperar y ganar para una línea revolucionaria a las organizaciones sindicales. Y dio batalla política y teórica a los que planteaban la línea de organizar comandos de lucha por un sindicalismo de liberación. Antonio fue abanderado en la lucha contra el sectarismo en nuestra línea sindical.
La otra gran discusión que impulsó Antonio fue sobre los centros de concentración, una gran empresa de concentración y no varias. Cuál es la empresa en una ciudad desde donde el proletariado pueda incidir sobre las masas obreras y populares, desde donde el proletariado puede pelear la hegemonía en la lucha contra sus enemigos. En relación a estas cuestiones Antonio jugó un papel fundamental en la lucha contra la teoría del capitalismo dependiente…
 
Un partido proletario
Siendo una fuerza pequeña llegamos a dirigir un destacamento importante del proletariado industrial e incidir en todo el movimiento social y político de Córdoba… La línea general del Partido se supo integrar a la realidad de Córdoba, y esa práctica de Córdoba permitió enriquecer la línea general del PCR.
Aprendiendo de esas luchas, con la política al mando, creció y se fue conformando el PCR en Córdoba con una composición obrera muy importante, apostando a los nuevos y dándole responsabilidades orgánicas…
No se puede hablar de Gody Álvarez, y de René Salamanca, sin hablar de Otto Vargas, secretario general de nuestro Partido, cuya contribución fue clave para el proceso de Córdoba.
 Otto Vargas dirigió a nuestro Comité Central desde su origen. Y en medio de una situación nacional e internacional compleja, cambiante y difícil, jugó un rol decisivo para que el PCR siga hoy vigente…
 
Secuestro y asesinato
El golpe del 24 de marzo de 1976 fue un golpe contra la clase obrera y el pueblo argentino, miles de los mejores hijos e hijas del pueblo argentino fueron asesinados, desaparecidos, presos, torturados. 
A nosotros, al PCR, que habíamos estado a la vanguardia en la lucha contra el golpe de Estado nos golpearon duramente y en forma dirigida. El mismo 24 de marzo lo fueron a buscar a Salamanca… En abril, cae Antonio. Antonio conocía muchos secretos del Partido. Conocía la casa donde siguió funcionando la Comisión Política hasta mucho tiempo después de su secuestro, conocía la casa donde vivíamos la mayoría de nosotros.
Con su ejemplo, frente a los torturadores y asesinos graficó lo que era su principal preocupación meses antes del golpe de Estado: Cómo se formaban cuadros capaces de dar la vida por el PCR. Cómo éramos capaces de salvar al Partido manteniendo vínculos con las masas… 
Al igual que Salamanca, Ángel Manfredi, Manuel Guerra, Ana Sosa, Miguel Magnarelli y otros queridos camaradas de nuestro Partido que enfrentaron la tortura con heroísmo, Antonio no entregó ningún secreto del Partido. Y si hoy muchos de nosotros estamos vivos es porque todos ellos dieron su vida para que el PCR siga existiendo. La dictadura fascista no pudo doblegarlos. De sus ejemplos se nutre el PCR y la JCR para seguir la lucha por la revolución y el comunismo. 
El mejor homenaje a Antonio es trabajar para arraigar en el proletariado, engrandecer al Partido y templarlo. Para que las puebladas que han marcado la huella con la dirección de la clase obrera y su Partido de vanguardia puedan abrir un proceso insurreccional triunfante, como quería Antonio.