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02 de octubre de 2010

Los trabajadores del grupo Arcor en Córdoba están en plan de lucha por aumento salarial. Crónica del conflicto.

Arcor gana millones y sus trabajadores migajas

Córdoba: crece la bronca en la alimentación

Los trabajadores de la planta de Lía (grupo Bagley/ Arcor) venían del conflicto de octubre, cuando cuatro días antes de las elecciones nacionales donde Cristina K salió presidenta (aunque perdió en Córdoba) iniciaron la lucha por un petitorio encabezado con la exigencia de aumento salarial.
La empresa respondió con 174 despidos. Los trabajadores se mantuvieron dentro de la planta en asamblea permanente, durante 24 horas. El Ministerio de Trabajo de Córdoba dictó la conciliación obligatoria.
Luego de 25 días en los que se mantuvo la unidad de la masa junto a la Comisión Interna –que encabezó las medidas y las asambleas– lograron la reincorporación de todos los despedidos y la efectivización de 101 contratados y eventuales.
Esto tuvo para los trabajadores un doble sabor: por un lado un triunfo importante porque estos negreros de Bagley/Arcor en noviembre nunca efectivizan, al contrario suspenden hasta el año siguiente y muchas veces despiden. ¡Y esta vez tuvieron que efectivizar 101 trabajadores! Pero por el otro quedó mucha bronca porque no largaron ni un solo peso de aumento salarial, que era el primer punto por el que se fue a la lucha.

La empresa se pone dura
Quedó entonces pendiente el petitorio, votado en asamblea por los trabajadores, de $ 450 de aumento salarial. Esta lucha disparó el debate y ayudó a acumular bronca en las otras plantas del grupo en Colonia Caroya y Villa del Totoral, sobre las ganancias impresionantes de la empresa y las migajas que reciben los trabajadores y creó expectativas en la planta central de Arroyito.
Un plenario de delegados de las empresas del grupo Arcor de mediados de diciembre tomó el petitorio de $ 450, y STIA Córdoba se comprometió a llevarlo adelante. Avanzó diciembre, pasaron los días, y ni la empresa contestaba ni el gremio daba muchas señales para la pelea, así llegamos a fin de año. Ya el estado de ánimo de los trabajadores estaba muy caldeado, porque empezaron a salir de vacaciones con salarios de hambre y sin ninguna respuesta.
La empresa compromete una respuesta para el 4 de enero, cuando ya estaba el 50% de los compañeros de vacaciones. ¡Una burla! Ese día la empresa informa que decidió pasar el pedido a la Cámara de la Alimentación, que no va a negociar como empresa sino dentro de la Cámara, y que puede tener alguna respuesta para el 9 de enero. El 9 responde que no tienen nada para ofrecer y que la Cámara dice que las Pymes de la alimentación no pueden dar ese aumento.

“Hay que parar ya”
El 10 hay asambleas en distintas plantas, el clima es “hay que parar ya” y se larga quite de colaboración de hecho. “Fue una semana tétrica”, “es un desquicio la fábrica”, dicen los compañeros. Nadie se anota para las extras, la producción sale igual pero como hay mucha bronca, nadie tiene ganas de mover un dedo de más, con temperaturas de 47° de sensación térmica en algunas líneas, sin reemplazos para el baño y compañeros que están agotados y tienen que irse con carpeta médica en la mitad del turno.
 En ese marco el plenario de delegados en el Sindicato el viernes 18 decide largar el plan de lucha: desde el lunes 21 en Lía, Caroya y Totoral paro de 2 horas por turno con asambleas informativas. El martes 22 se cumple el paro también en Arroyito, la “niña bonita” del grupo, porque es la casa madre. Y según STIA Córdoba durante la semana se van incorporando al plan de lucha otras filiales del grupo como San Luis, Rosario, etc.
 Desde el boletín Nueva Horneada de la CCC se fue informando sobre la lucha de Terrabusi y las conquistas de julio luego del corte de la Panamericana, lo que fue transformando a la lucha de Terrabusi en una referencia para los trabajadores de Arcor de Córdoba. Esto tuvo mucha influencia en una masa de jóvenes que no banca más los salarios de hambre y la superexplotación en una empresa cuyas máquinas sacan hasta 125 paquetes de galletas por minutos ¡2 por segundo! que van a exportación y se venden en dólares, mientras un obrero gana $ 1.200 mensuales. Una empresa que tiene muchas simpatías con el matrimonio presidencial, los Kirchner, que tiene 35 plantas en el mundo, y una de sus oficinas más elegantes en China.
Abajo, la idea es “hay que conseguir lo más que se pueda ahora”. Al punto que la empresa ofreció 4 cuotas de $ 180 y dos cajas de enero a abril y ninguna de las asambleas por turno en las 3 plantas lo aceptó. Está planteada una lucha dura y la necesidad de unir a todos los trabajadores de la alimentación alrededor de los $ 3.200 de salario, para enfrentar la renovada alianza de los “gordos” de la CGT y CK que quieren una paritaria “mesurada”.