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02 de octubre de 2010

Tres millones de trabajadores y gente del pueblo estuvieron en la calle este 19 de marzo en toda Francia, 25% más que el 29 de enero. Se contaron 229 manifestaciones en todo el país.

Arde Francia

Hoy 1259 / Segunda huelga general, tomas de fábricas y escraches a empresarios

Solo en París 350.000 manifestantes desfilaron entre la Plaza de la República, y la de la Nación. En Marsella hubo 300.000, y en ciudades como Lille, Lyon, Toulouse, o Burdeos, las movilizaciones fueron masivas. Marcharon bajo las banderas de defender el empleo, el poder de compra de los salarios, los servicios públicos; contra la supresión de empleos y los despidos, la desocupación; y por un aumento general de salarios y pensiones.
A diferencia de enero, ahora no solo se movilizaron masivamente los trabajadores del sector público, sino que participaron, también en forma muy masiva, los del sector privado.
Así se pudieron ver en París gruesas columnas de trabajadores del transporte (subterráneo, ferroviarios), educación, función pública, hospitales, así como de Total (petróleo), Continental y Goodyear (neumáticos), Saint Gobain (vidrio, construcción) y Carrefour.
Salieron a las calles, entre otros, trabajadores de Caterpillar (Grenoble), Molex (Toulouse), Waterman (Nantes), Peugeot (Motbéliard), y otras ciudades del interior. Desfilaron con sus banderas y cánticos que no solo atacaban el gobierno de Sarkozy, –gobierno imperialista que avanza en acuerdos con los yanquis con su entrada definitiva en la OTAN– sino al capitalismo, y a los dirigentes de las empresas, que los emplean y los explotan. Además se pronunciaban ruidosamente contra el Medef (organización sindical patronal), un equivalente de “nuestra” UIA, calificándolos de explotadores, y recordándoles que los trabajadores no aceptan pagar la crisis que esos mismos empresarios, y el imperialismo, provocaron.
 Según los sondeos locales, más del 80% de los franceses apoyaron la huelga y las manifestaciones de este 19, así como lo habían hecho con el movimiento del 29 de enero.
En París, la manifestación terminó en la Plaza de la Nación con enfrentamientos con la policía, que reprimió con gases lacrimógenos, a la que muchos obreros hicieron frente con pedradas y la quema de recipientes de basura, que tiraban contra la policía.
Los trabajadores franceses están pasando a un nivel superior, no solo en lo que respecta a la masividad sino en la radicalización de estas luchas, que se manifiestan con las tomas de fábricas, como el caso de Sony France, donde los trabajadores retuvieron toda la noche al presidente de la empresa; en el escrache (bombardeo a huevazos) del director de la fábrica Continental en  Clairioix (unos 80 kilómetros al norte de París); y las tomas de empresas como la farmacéutica CSK de Evreux y otras, que ante el anuncio de cierre y despidos dejando legiones de despedidos, son ocupadas por sus trabajadores.

“Aquí descansan las promesas de Sarkozy”
La empresa Continental en Clairioix es un ejemplo aleccionador. Desde 2007 con el cuento de la crisis, la patronal amenazaba con cerrar el sitio industrial si los trabajadores no aceptaban un pase de 35 a 39 horas semanales de trabajo sin aumento de salario (en los hechos pasaban a 40 y 42 horas semanales).
Luego de largas negociaciones, los trabajadores aceptaron el aumento de horas de trabajo (gratis), con la condición  de que se mantuviera el sitio en producción al menos hasta 2012. Seis meses después se anuncia el cierre definitivo de la empresa, y el despido de 1.120 obreros. Esto luego de haber enriquecido aún más los bolsillos de los patrones, trabajando varias horas semanales gratis. Los sindicatos burócratas que apoyaron y orientaron este acuerdo, ahora se dicen “traicionados”.
Otro caso es el de Arcelor-Mittal, una metalúrgica Grandange (nordeste del país), donde el presidente Sarkozy fue hasta allí expresamente para darles a los obreros garantías de mantener el sitio, después que los propietarios amenazaran con su cierre. La visita de Sarkozy ocurrió en abril de 2008, cuando más de 1.000 trabajadores estaban amenazados de despido. Pese a estas promesas la fábrica se dispone a cerrar tras anunciar grandes beneficios este año, y los trabajadores hicieron colocar una piedra de granito, con la siguiente frase: “Aquí descansan las promesas de N. Sarkozy, hechas el 04/02/2008 en Grandange: ‘Con o sin Mittal, el Estado invertirá en Grandange’”. Hoy no les queda a estos trabajadores más que hablar de la “traición” de Sarkozy, y preparar la lucha.
La lista de cierres y despidos es de una amplitud tal, que ningún puesto de trabajo tiene una esperanza de vida de más de seis meses.
Pero la crisis no es igual para todos. La empresa petrolera Total, que acaba de anunciar un beneficio anual de 14.000 millones de euros, está despidiendo, ¡sí! despidiendo a 600 trabajadores. Según ellos  es para “posicionarse ante las variaciones de mercado”. A todo esto deben sumarse las fabulosas remuneraciones de los dirigentes de éstas y otras grandes empresas y bancos, que según declaraciones de conocidas voces del periodismo y hasta de la política burguesa, son “obscenas”

“Mañana afeitamos gratis”
Mientras tanto el gobierno habla de su plan de reactivación, con sus 26.000 millones de euros, que en realidad son solo ayudas para sus banqueros y empresarios, y en nada van destinados a aumentar la producción, y mucho menos a los salarios de los trabajadores. Pero tanto Sarkozy como su primer ministro François Fillon, y el resto de los ministros, declaran que su programa prepara el terreno para cuando en 2010 esta reactivación se haga efectiva, y que mientras esto ocurra el 2009 será un año “difícil”. Piden “paciencia” a los trabajadores y el pueblo, hasta 2010 o quizás 2011.
Aquí los trabajadores tienen un dicho para este tipo de promesas: “Mañana afeitamos gratis”, haciendo referencia al anuncio jocoso, que se exponía en algunas peluquerías, y que día a día estaba colgado en algún lugar del local.
Luego de las movilizaciones del 19 de marzo, los sindicatos se reúnen para programar las luchas, pues la presión desde abajo hace crujir la representación de los burócratas sindicales.
Los trabajadores se preparan para un 1° de Mayo caliente, y entre tanto abril será un mes en el que se prevén tomas de fábricas y luchas obreras en todo el país. Se perfila la posibilidad de una huelga general prolongada, lo que sería una medida acorde con la situación que atraviesan las clases populares francesas.

Crece la rivalidad EEUU-Europa 
Mientras se desarrollaban estas manifestaciones de trabajadores, Sarkozy se fue a Bruselas, a la reunión de dirigentes europeos que preparan el G-20 del 2 de abril en Londres. Allí se vislumbra un enfrentamiento EEUU-Europa. Este enfrentamiento interimperialista es debido a que los yanquis empujan a los europeos a realizar una mayor contribución a la reactivación presupuestaria mundial, mientras que los europeos, con Alemania y Francia a la cabeza, se oponen a todo programa suplementario, alegando que ya pagaron suficiente por una crisis de la cual designan como único culpable a los yanquis.
Los europeos estiman que sus planes de reactivación, que evalúan en 3,3% del PIB, de la Unión Europea, (400.000 millones de euros), para 2009 y 2010, son suficientes.
De todas maneras en Francia se habla ya una recesión de casi 3 puntos, es decir -2,9  del PIB para 2009, y la situación de los países del Este europeo es catastrófica, estando en varios casos al borde de la cesación de pagos y a la espera de la ayuda de Bruselas. Pero Alemania, Francia, y el Reino Unido no están muy dispuestos a ayudarlos, ocupados primordialmente en “salvar” a sus propias empresas monopolísticas, y bancos.
Una vez más se comprueba que los monopolios industriales y financieros sí tienen patria, y que sus Estados respectivos les dan prioridad absoluta y los medios financieros necesarios.