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08 de febrero de 2017

Artimañas para ocultar la inflación

Sobre la “creatividad” de los CEOs macristas

 En su afán de mostrar que ha “domado” la inflación, y que el índice de precios al consumidor (IPC) se va a reducir al 17% en 2017 –como pauta también para los reclamos salariales–, el gobierno macrista recurre a distintas artimañas.

 En su afán de mostrar que ha “domado” la inflación, y que el índice de precios al consumidor (IPC) se va a reducir al 17% en 2017 –como pauta también para los reclamos salariales–, el gobierno macrista recurre a distintas artimañas.
Algunas clásicas como haber reducido el peso de la electricidad en los gastos de las familias que calcula el Indec, para que el tarifazo no sea registrado en el IPC (ver nota arriba).
Otra nueva, más sofisticada, es la que está tras el programa llamado “precios transparentes”, para diferenciarse del llamado “precios cuidados” heredado del kirchnerismo. Después de más de un año en el gobierno, el secretario de Comercio, Miguel Braun (de la familia de los supermercadistas de La Anónima, igual que el jefe de Gabinete, Marcos Peña), se ha enterado que en los precios al contado se ocultaba un recargo por lo que vendían en cuotas “sin interés”, los descuentos por una segunda o tercera unidad, etc. Y ha resuelto que todos los comercios deben publicar de manera diferenciada los precios de contado de los precios recargados por la financiación, de manera tal que los primeros sean inferiores a los segundos. ¿Y esto como afectaría el IPC?
Resulta que, según la metodología del IPC, “el precio que se releva en el negocio es el que en ese momento debe pagar el consumidor por una compra al contado…”. Por lo que, desde ahora, el índice no computará más el aumento del gasto para la familia por el costo financiero que antes estaba implícito, aunque sea en parte, en el precio de contado. Costo que va de un 28% hasta el 40% según los distintos planes u ofertas. Un porcentaje muy superior a la “pauta” del 17%, que parece no creer el propio Banco Central, pues se niega a bajar la tasa de referencia del 24,5%. Tampoco los bancos, donde los adelantos en cuenta corriente no bajan del 34,5%.
Así, con estas y otras artimañas, el gobierno macrista puede lograr que el IPC no pase del 17% anual al menos hasta las elecciones de octubre de 2017, aún cuando todavía faltan los tarifazos en el gas, el agua, los transportes, etc., y lo que eso incide sobre los precios en las industrias, comercios y servicios en general. Entretanto, las grandes empresas y bancos, aprovechando la confusión, pueden aumentar los precios con el recargo en las cuotas por los costos de financiamiento, con lo que eso implica para el bolsillo de los consumidores, sin que eso aparezca en el IPC, porque este sólo registra los precios en efectivo.