Natacha, como miles de mujeres en la Argentina, lo primero que hace es ofrecerte algo para comer, y si se entera que andás con problemas para llegar a fin de mes, como muchas veces, saca de su propio bolsillo para dar de comer a otros hijos e hijas.
Como su salario social no le alcanza para sostener a su familia, cada vez que se da la oportunidad tiene más de un trabajo y para ir a la marcha tuvo que pedir permiso a su empleador: “por suerte me comprendieron, porque no está como para perder un trabajo así”. nos cuenta.
La persecución a la CCC es a hombres y mujeres de carne y hueso, que se han puesto al frente de la lucha contra el hambre en los momentos más difíciles como la pandemia.
En agosto del 2022 nos enteramos de una presentación en un Juzgado Federal contra la CCC de Ensenada, sin fundamento alguno y usando a compañeros/as que aún mantenían su salario social y comían en los comedores.
Utilizaron esa falsa denuncia, ayudados por medios como Crónica y La Nación +, para exponer a compañeras y compañeros que incluso ponen su propia casa para poder organizar los comedores para el barrio.
-¿Cómo surgió la idea de estar al frente de un comedor?
-En realidad, la parte social es lo que más me llama la atención y al ver que en mi barrio hay mucha necesidad e inclusive yo también la tengo, me gustó siempre la idea de ayudar y poder darle un plato de comida o un vaso de leche a los chicos que no la tenían. Es esa nada más la razón por lo que lo elegí.
-¿Cuándo empezaste a darle forma a este proyecto de brindar un plato de comida a los que menos tienen?
-Empecé hace como tres años, con la pandemia del Covid las necesidades aumentaron. Empecé con la CCC. Este movimiento social me ayudó a poder emprender lo que es el comedor hoy. Ya llevamos tres años y seguimos peleando para poder seguir, porque cada vez tiene menos recursos el comedor, o viene más gente, pero bueno, se sigue en la lucha.
-¿Tuviste algún problema desde que estás al frente del comedor?
-Tuvimos ese ataque mediático y legal muy fuerte, con cosas que no son ciertas, que no han tenido pruebas. Me están acusando de cosas que no he hecho, y creo que a la gente que lo hace la usan porque les molestan los movimientos sociales y para que se desarme un comedor en el cual estamos ayudando a gente que sí lo necesita. Algunos usan la excusa para cambiarse de movimiento social o de partido político. Pero con esa campaña están ayudando a que le saquen la ayuda que llega a la gente a través de todos los movimientos sociales.
-Tengo entendido que te hicieron una denuncia ¿Estás al tanto de qué te acusan?
-En realidad son acusaciones falsas. No hay ninguna prueba y a mí no me llegó ninguna demanda legal a mi casa. La gente que me acusó habló en el programa de televisión del pelado de Crónica, poniendo mi nombre y nombrando a la Corriente. Esos programas hacen campaña por Macri y Milei, odian a los que nos organizamos en el barrio.
-¿Esa denuncia puede tener que ver con el aporte económico que hace cada integrante en el movimiento?
-En un momento se habló que podía tener que ver. Pero cuando uno entra al movimiento se habla del trabajo, del aporte y de las marchas, y se le explica para qué son. Y el dinero del aporte es voluntario. Es un aporte mínimo para que cuando vayamos a las marchas tengamos el sanguche, las gaseosas y el viaje, para que no salga de un solo bolsillo, ya que estás ayudando a compañeros que capaz en ese momento no tienen ni para viajar. Hay compañeros que realmente no tienen para llevarse ni siquiera el agua con el mate porque no tienen yerba en la casa y de ahí sale todo lo que necesitamos.
-¿Alguna vez te obligaron a vos o a algún integrante a hacer este aporte económico?
-No. Nunca los obligamos. Se lo proponemos y le decimos para qué es, y es mínimo lo que se tiene que aportar. Muchas veces nos dan mercadería, pero no carne ni el resto de cosas que necesitamos para la olla, entonces usamos ese dinero que juntamos todos los meses. Lo decida la justicia o no, yo no voy a cambiar mi pensamiento, lo social me nace, me viene de adentro. Aprendí y me hice más fuerte con la CCC y la lucha. Ayudar a la gente que tiene menos que yo, inclusive yo tampoco tengo tanto, viene conmigo y estar en el movimiento social en que estoy hoy me ha enseñado que si lucho, gano. Así que no voy a dejar de luchar en ningún momento. Y seguiremos yendo a las marchas para poder pedir las cosas que no nos dan o para seguir luchando para tener las cosas que necesitamos. Tenemos mucho para cambiar en la Argentina.
Hoy N° 1950 15/02/2023
