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17 de febrero de 2021

En la pelea por la igualdad de condiciones

Avance de las mujeres de Astillero Río Santiago

Charlamos con Valeria Hernández y Carolina Antognini, trabajadoras del Astillero, delegadas e integrantes de la Agrupación Celeste en la CCC, que forma parte de la conducción de ATE Ensenada en la Blanca Unidad.

Valeria es la primera mujer egresada de nuestra escuela técnica (Etars) y primera en ingresar a trabajar en producción. Hoy es delegada de Mujeres. Carolina, nieta e hija de trabajadores del ARS, es delegada del sector Comedor y delegada gremial en la Mesa de Conducción del Cuerpo de Delegados.

El Astillero Río Santiago se creó hace 65 años con el objetivo de construir buques de gran porte para la defensa nacional y la marina mercante. Nació luchando por sus necesidades y derechos, y en ese contexto las mujeres fueron encontrando el camino para avanzar y organizarse por sus propias necesidades y derechos como trabajadoras. Es una fábrica construida por hombres, para hombres, donde las mujeres estaban reducidas, exclusivamente, al área administrativa. Hoy, si bien falta mucho, vienen avanzando como parte del proceso de lucha de las mujeres que recorre la Argentina.

Nos cuentan la historia de la fábrica, el rol de las mujeres en ella y el proyecto que vienen desarrollando, único en la Argentina en cuanto a la lucha por la igualdad de condiciones y oportunidades.

-¿Cómo arranca este proyecto y en qué consiste?

-Desde las autoridades de la empresa se convocó a un grupo de compañeras para tratar la problemática de las mujeres en la fábrica. Se constituyó un equipo de trabajo con participación de la empresa, delegadas y trabajadoras. Elaboramos un proyecto a partir de realizar entrevistas a compañeras y compañeros, activas/os y jubiladas/os, Esto nos permitió conocer y valorar los avances, que los hay y muchos, y poder ver las problemáticas que viven las compañeras.

Con el ingreso de las compañeras a producción en el 2002 empiezan a surgir las primeras dificultades, como la falta de baños para mujeres. Junto con esto se empiezan a poner en discusión problemas más profundos como el maltrato, el destrato, etc. No solo tenemos por delante la lucha por avanzar en la inclusión de la mujer a los sectores de Producción, sino también por la permanencia de las compañeras en dichos sectores.

En la medida en que fueron apareciendo las dificultades vimos la necesidad de contar con delegadas de mujeres, para poder abordar nuestras problemáticas específicas. Luego de debatirlo en la organización gremial, en el 2006 se eligen por primera vez nuestras delegadas fortaleciendo al gremio, ya que es una de las pocas organizaciones de fábrica con delegadas de mujeres. Esto nos permitió empezar a organizarnos alrededor de nuestras problemáticas y avanzar en las primeras conquistas.

Primero el día femenino, luego el pago del rubro Guardería para las compañeras, y la posterior conquista para que sea extensivo a los compañeros. Esto en la lucha por conseguir el Jardín Maternal, que se conquistó en el 2013.

La conquista del Jardín y la recuperación del comedor de fábrica fueron dos hechos que permitieron un fuerte ingreso de compañeras. Hoy, de 3.180 trabajadores somos 344 mujeres.

En la actualidad, si bien falta mucho, en lo gremial logramos avanzar. De los 73 delegados/as 5 somos mujeres y una es parte de la Mesa de Conducción del Cuerpo de Delegados/as.

Esto no viene escindido de la historia de lucha del ARS y del papel de las mujeres. Desde la lucha contra la dictadura, donde tenemos a una compañera desaparecida precursora del reclamo del jardín maternal, pasando por la histórica lucha de los ’90 con la comisión de familiares y la reciente lucha contra el macrismo, que hemos dado codo a codo con los compañeros.

Las mujeres fuimos ganándonos un lugar y el respeto entre los compañeros, haciendo oír nuestra voz en las asambleas de sectores y en las masivas asambleas generales, participando activamente en las movilizaciones, donde tuvimos incluso compañeras detenidas por la policía de Macri-Vidal. Claro que esto no es al margen de la oleada de lucha de las mujeres por sus derechos en el país, sino todo lo contrario; hace años venimos participamos de los Encuentros Nacionales de Mujeres que en el 2018 adquirió gran relevancia por el apoyo recibido a nuestra lucha, y que año tras año nos fortalece en la pelea diaria. En ese contexto inauguramos dentro de la fábrica un mural en homenaje al rol de las mujeres y meses más tarde el banco rojo.

Derrotado el macrismo en las calles y en las urnas con el Frente de Todos, ya con la intervención macrista fuera de la fábrica, en medio de un agravamiento de las violencias de género en la sociedad, apenas asumida la nueva gestión (principio 2020) presentamos cuatro reclamos:

La implementación de la Ley Micaela en la fábrica y la organización gremial, Ley de licencia por violencia de género, ampliación de licencias de maternidad y paternidad, y el pedido de armado de un protocolo de actuación en casos de violencia de género.

-¿Qué medidas concretas empieza a tomar la empresa a raíz de estas presentaciones?

-A los pocos días de esta presentación explota la pandemia, pero a pesar de esto se pudo avanzar en la Ley Micaela hasta el cuerpo gerencial (falta para abajo), y la Ley de Violencia a raíz de que se empieza a implementar provincialmente. En septiembre del año pasado la empresa contrata a una mujer para abordar distintas problemáticas, entre ellas, la de mujeres. Y por primera vez en la historia la empresa cuenta en su presupuesto con dinero destinado a esta problemática.

Se armó un equipo de trabajo con el cual reconstruimos la historia de las mujeres del ARS, y tenemos propuesta de un protocolo para caso de violencia de género, que aborde todas las situaciones que vivimos las mujeres en la fábrica y fuera de ella.

Además, propuestas para desarrollar políticas para la inclusión de la mujer a la producción, que es todo un tema. Es un gran desafío no solo como se abren las puertas de los sectores a las mujeres, sino como la empresa capacita en oficio a las compañeras, generando herramientas para que puedan sumarse a la producción como los varones.

Garantizar la igualdad en el otorgamiento de categorías y cargos jerárquicos. Garantizar el funcionamiento del Jardín Maternal y su ampliación. Baños donde haga falta, etc.

-¿Cómo continúa este proyecto?

-El próximo desafío es que todas las compañeras y compañeros conozcan esta línea de trabajo y la tomen como suya, cosa bastante difícil en el marco de la pandemia. Para ello desde el equipo de Trabajo se nos ocurrió hacer de este proyecto un libro para entregarle a las compañeras en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y que además nos ayude en la difusión afuera de la fábrica.

Sabemos que es una pelea difícil, que muchas veces nos genera debate entre nosotras mismas y está bien que así sea, nos permite unificarnos y fijar objetivos que nos beneficien no solo a nosotras, sino también a los compañeros, muchos de los cuales nos acompañan en esta pelea.

Si bien somos nosotras las que nos llevamos la peor parte porque sufrimos una doble opresión (de clase y de género), los hombres llevan consigo un montón de condicionamientos y un montón de cosas establecidas contra las cuales también tienen que batallar.

De lo que estamos seguras es que hay un contingente de mujeres que ya no se calla, que es protagonista en cada instancia de debate, del trabajo, de la lucha, y que no va a parar hasta hacer realidad el Astillero que queremos y necesita una Argentina soberana, con las mujeres en igualdad de condiciones con cada uno de nuestros compañeros.

Corresponsal

Hoy N° 1852 17/02/2021