Por la mañana, en el Boulevard Pedro A. Candioti se realizó una ceremonia religioso-espiritual, de la que participaron representantes de las distintas naciones y pueblos. La misma estuvo dirigida por integrantes de la comunidad mocoví, y tuvo hondo significado, porque se realizó en el lugar donde, en 1904, comenzó la gran rebelión mocoví contra el poder oligárquico, que fue cruelmente reprimida, y luego de la cual, como dijo el anciano que oficiaba la ceremonia “nos dispersamos por los cuatro vientos, y hoy volvemos de los cuatro vientos, en esta nueva etapa de la lucha”. Luego intervinieron representantes de otros pueblos presentes.
Apertura
Tras la ceremonia, en la Escuela Manuel Belgrano se procedió a la apertura del Encuentro. Mocovíes de las distintas comunidades y ciudades de Santa Fe (San Javier, Colonia Dolores, Colonia Francesa, Comunidad 21 de abril, Rosario, Firmat, Cachaquí, Venado Tuerto, entre otros), junto a la comunidad mocoví de Berisso, provincia de Buenos Aires, dieron la bienvenida a las delegaciones. Los anfitriones hicieron referencia a la historia de la nación mocoví, a su resistencia a la explotación colonial primero y oligárquica después, y su presente de lucha en la recuperación de la tierra y la cultura. “La raíz no está seca, está viva”; “Pasó el tiempo del silencio”; “Somos un estado preexistente a la nación, y vamos a la lucha por nuestros derechos”; “Estamos vivos y de pie”; fueron algunas de las frases que se escucharon en la bienvenida, junto con las palabras de la abuela Margarita Troncoso, que desde su silla de ruedas y sus 86 años dio un caluroso saludo a los presentes.
Luego saludaron representantes de las delegaciones venidas de todo el país. Subieron al escenario guaraníes y wichis de Salta; mapuches y tehuelches de Chubut; mapuches de Río Negro; aimara-quechua de Buenos Aires; ranculches de La Pampa; qom de Chaco y de Rosario; guaraníes de La Plata; collas y guaraníes de Jujuy; comechingones de Córdoba, huarpes de San Juan; diaguitas de Tucumán; mapuches de Neuquen; quechuas de Bolivia, e integrantes de la CCC de Soldati.
En sus idiomas y lenguas, y en castellano, se mezclaron breves y emocionados saludos destacando la alegría por poder encontrarse para debatir la realidad de los originarios, con intervenciones que relataron sus luchas y necesidades. Todos los saludos hicieron hincapié en que este Encuentro debía servir para avanzar en la unidad “para mostrarle a la presidenta y a todos los gobiernos que estamos unidos defendiendo lo nuestro”. “Lo nuestro” es, además de tierra y territorio, un conjunto de necesidades en lo que hace a la salud, la educación, la vivienda, el trabajo y el respeto a las culturas originarias, como quedó explicitado en los saludos.
A lo largo de las intervenciones, apareció con crudeza el agravamiento de las condiciones de vida de los originarios, tanto del campo como de la ciudad, la alegría por las luchas y el dolor y la bronca “por tantos hermanos asesinados en los últimos tiempos”, como dijo Margarita Peñailillo, “en Roberto López y Mártires López los nombramos a todos” (Ver aparte). Era mucha la alegría de encontrarse y de compartir realidades, necesidades y experiencias de lucha. “Es bueno encontrar un camino”, sintetizó uno de los participantes.
Talleres
Luego del almuerzo, comenzaron a trabajar los talleres de: Identidad, cultura, salud, educación y producción; personería jurídica, tierra y territorio; Jóvenes originarios; Mujer originaria. En los mismos se profundizaron los problemas específicos, con mucha participación y variadas intervenciones de las distintas delegaciones, lo que permitió a cada taller conocer mejor la variada realidad de los lugares, tanto de comunidades rurales como urbanas. Particular alegría causó en todos los presentes la gran concurrencia en el taller de Jóvenes originarios, por su importancia para el futuro del Encuentro y de las luchas por venir. Tras funcionar toda la tarde del sábado, e incluso una parte de la mañana del domingo, se volcaron las conclusiones de cada taller en el plenario.
En el informe del Taller de Identidad, cultura, salud, educación y producción, se destacó la importancia de “reconocernos como lo que somos, y nuestra relación con el cosmos, la tierra y los ancestros”, como punto clave para reforzar la unidad, a la vez que se remarcó que “cuando no tengo posibilidad de trabajar, no se puede hablar de identidad”. Se abordaron en detalle una cantidad de experiencias y propuestas concretas para cada rubro, concluyendo la necesidad de avanzar hacia el objetivo de “trabajo pleno, digno y duradero para las futuras generaciones”. El taller de Mujeres Originarias, además de reafirmar cuestiones comunes como la exigencia de “la devolución de nuestras tierras ancestrales que los gobiernos provinciales con la anuencia del gobierno nacional le dan a las empresas para que las destruyan con la minería y la soja, y nos matan”, abordaron las cuestiones de violencia doméstica, laboral, denunciaron las redes de trata y de droga. “Se roban y matan a nuestros hermanos”, denunciaron. Debatieron sobre la Ley de aborto legal, seguro y gratuito. Las mujeres exigieron “los mismos derechos teniendo un trato de igual a igual” con los hombres, y ratificaron el camino de unidad y lucha para conseguir los objetivos planteados.
Los Jóvenes originarios relataron sobre el amplio debate e intercambio de experiencias dado en el taller (el que más se extendió en horario), y remarcaron, en lo específico, la necesidad de maestros idóneos originarios, educación bilingüe, becas de estudio para originarios, kits educativos. Se reclamó contra el desalojo, la persecución y muerte de originarios, destacando que muchos de los criminalizados son jóvenes. Hubo mucho intercambio de experiencias sobre los sufrimientos de los jóvenes originarios en las barriadas de las grandes ciudades, y las dificultades para acceder a tierra para la producción y vivienda, porque “planes te dan muchos, pero tierras pocas”, como dijo un joven. Además de impulsar un plan de lucha nacional, el Taller manifestó la necesidad de profundizar la realidad de los jóvenes, planteando la posibilidad de una reunión específica.
El taller de Tierra, territorio y Personería Jurídica fue el más numeroso. Allí apareció de entrada, según informaron en el plenario, el rechazo a las reformas al Código Civil que impulsa el gobierno nacional, “que igualan a una nación originaria con una asociación civil como puede ser un club deportivo”, rechazando que se aborde la problemática indígena desde el derecho privado. Hubo coincidencias en la necesidad de conocer las cuestiones jurídicas, sin abandonar el camino de la lucha. Se relataron las destacadas experiencias de lucha del último año (Salta, Jujuy, Chaco, entre otras), y la creciente represión sobre los originarios. Se denunció que el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) avanza en trabar las personerías jurídicas que reclaman las comunidades, intentando descargar esta responsabilidad en los gobiernos provinciales, lo que fue rechazado. Apareció la realidad de que los organismos que abordan las cuestiones de los originarios –sea en las provincias, municipios y a nivel nacional– mayormente están ocupados por burócratas al servicio de esos gobiernos. Una cantidad de cuestiones abordadas por el Taller quedaron sintetizadas en el Plan de Lucha propuesto y acordado, que reproducimos aparte.
Además, la delegación del Chaco informó de la jornada de lucha que realizarán el próximo 22 de julio, frente a la nueva maniobra del gobierno provincial, de entregar miles de hectáreas de El Impenetrable a empresarios árabes, esta vez vía un supuesto ente tripartito de wichis, qom y mocovíes, que en realidad son punteros del gobierno.
El sábado, al cierre de los talleres, se realizó una conmovedora marcha por las calles de la ciudad. Las distintas delegaciones, con sus banderas y trajes típicos, con una pancarta reclamando investigación del dudoso accidente en el que murió el líder de los pueblos originarios y campesinos del Chaco Mártires López, y con sus instrumentos, llegaron hasta la plaza donde se produjo la masacre de 1904. Allí, los mocovíes reclamaron que el Estado reconozca la masacre y pida disculpas a los originarios, exigencia que se hizo extensiva al genocidio de todos los pueblos y naciones originarias. Por la noche, la cantante mocoví Silvia Lanche y sus músicos brindaron un precioso recital, con canciones de su pueblo y otras, muy aplaudidas por los presentes. Para prolongar la jornada, subieron luego al escenario cantantes chaqueños y de otras localidades.
En el fin del Encuentro, tras aprobar el plan de lucha, la solidaridad con Evo Morales y la nueva sede (ver aparte), hubo muchas intervenciones que reafirmaron la necesidad que se siga peleando este espacio, para el crecimiento de una corriente de naciones y pueblos originarios que se reconoce en un camino de lucha común, y junto a los trabajadores y el pueblo argentino.
Como remarcó uno de los referentes de la nación mocoví, anfitriones del Encuentro, luego de la presentación de números musicales en los que se hermanaron ranqueles y mocovíes, y un generoso aplauso a los esforzados organizadores que estuvieron detrás de cada detalle: “Hermanos, continuemos la lucha”.