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09 de octubre de 2019

Dalinda Sánchez, dirigente de los obreros rurales de Tucumán

“Ayala es la pata sindical del macrismo”

Conversamos con Dalinda Sánchez, dirigente de obreros rurales de Juan Bautista Alberdi de Tucumán, quien habla sobre el fraude y represión impulsada por la dirección nacional de la Uatre, y sobre la situación de los trabajadores rurales.

Al comenzar la entrevista, la compañera dirigente de obreros rurales de Tucumán cuenta que el problema que hay con la Uatre, es que para las elecciones de comisión directiva no aceptó la presentación de la lista opositora, dio de baja a varios compañeros de los padrones, aprobó una junta electoral trucha: “fantasma porque ni siquiera se la hizo funcionar. No pusieron padrones, no entregaron formularios para el armado de la lista”.

El 28 de septiembre, como fue de público conocimiento, eran las elecciones para elegir la Comisión Directiva del gremio de los trabajadores rurales. Al no ser admitida la lista de los compañeros de la 8 de Octubre, armaron una protesta en la puerta de la seccional de la Uatre, “convocando a una asamblea con todos los trabajadores, para informarles que no se había votado, que el gremio deberá mandar una nueva fecha de elección, pero a las seis menos cuarto se desata una feroz represión contra los compañeros y compañeras rurales”, cuenta indignada.

La compañera agrega: “Tenemos todavía gente hospitalizada, con heridas, muy golpeados, a las compañeras les golpearon las rodillas, algo nunca visto lo que pasó. La policía, el grupo GEOP de la policía de Tucumán, policías pagados por el gremio de la Uatre”.

Con esta situación, explica Dalinda “saltaron las impugnaciones en 11 seccionales de Tucumán que tenían conflicto con la Junta Electoral por las listas. Ahora hay que ver como sigue todo esto. Se hicieron las denuncias correspondientes por el tema de la represión y los heridos hospitalizados. Estamos esperando qué resuelve el juez y el Ministerio de Trabajo. Estuvimos en Buenos Aires en el Ministerio de Trabajo, pero ahí dan otra versión, nos golpean, no quieren darnos ninguna respuesta favorable o no, porque no quieren dar ninguna respuesta apresurada”.

En la búsqueda de respuestas y de solidaridad, cuenta la compañera que tuvieron una reunión con Carlos Tomada –ex ministro de Trabajo de la Nación– quien “nos está pidiendo todas las pruebas suficientes”. Tomada “nos dice que hay que esperar a que asuman las nuevas autoridades del 10 de diciembre porque el actual secretario del gremio, Ramón Ayala, es fiel a Macri” y el gobierno actual no va a resolver, porque es parte del conflicto.

“Esperamos entonces que esto se resuelva a favor de los trabajadores, porque es una lucha que no para, que es constante, seguimos más fuertes que nunca. Esto lo está pagando la clase obrera del campo a lo largo y a lo ancho del país, porque este fraude electoral que se dio el 28 de septiembre, no sólo lo sufrió Tucumán, sino que lo sufrieron varias provincias del país, como Jujuy, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y Río Negro. Estamos juntando todas las fuerzas posibles, que se hagan visibles todos estos conflictos de la Uatre”.

Ramón Ayala se tiene que ir

La compañera Dalinda cuenta que el secretario de la Uatre no solo es fiel representaste del macrismo en el sindicalismo porque desprotege a los trabajadores, sino que “se cree dueño de la Uatre”. Cuenta la compañera que “maltrata compañeras y compañeros ejerciendo el poder como si el sindicato fuese una empresa propia, cuando la Uatre pertenece a los obreros y las obreras rurales. Por eso Ramón Ayala se tiene que ir”.

Agrega Sánchez: “Nuestra pelea es para que el gremio sea realmente de los trabajadores, porque con Ayala al frente, al gremio lo están manejando grandes empresas, socios del gobierno. Ellos se creen que por ser una pata del macrismo acá los trabajadores no van a luchar, no van a dar vuelta esta situación. Pero cada vez más obreros rurales se están dando cuenta de lo que les están haciendo. Ahora la lucha no para, se sigue. Las grandes reivindicaciones costaron un alto precio, muchas veces con la vida de los trabajadores. Es más, los compañeros que más afectados están hospitalizados, hoy dicen: esto no va a quedar impune, y vamos a seguir luchando hasta las últimas consecuencias”.

Consultada sobre las repercusiones con el gobierno de la provincia de Tucumán, Dalinda expresó: “No hemos tenido conversaciones con el gobierno de la provincia. No podemos mirar para otro lado porque sabemos que las fuerzas de seguridad de la provincia las manda el propio gobierno provincial. Por más pagados que haya habido de la mano de Ramón Ayala…

“Nosotros seguimos trabajando en conjunto con el gobierno de la provincia, estamos apoyando la fórmula Fernández-Fernández. Ramón Ayala es la pata sindical macrista, sabemos que cuando vino a Tucumán se reunió con el gobierno de la provincia, se sacó fotos con el ministro de Gobierno y con el gobernador Manzur. También entendemos que hay intereses políticos, que tanto Ayala que es un empresario, como lo es el gobernador Juan Manzur: hay negocios, sabemos que necesitan levantar grandes cosechas, son arreglos que tienen entre ellos”.

“Ramon Ayala es Macri, el Ministerio de Trabajo es Macri. Con la muerte de Venegas, la Uatre se ha convertido en un sindicato flexibilizador para los rurales, se pegó tanto al gobierno de Macri que no le importó acarrear hambre a los obreros rurales. A ellos lo único que les importa es estar bien con el gobierno y que éste no les rompa este ajuste con aval del Ministerio de Trabajo.

“Esta represión, los compañeros y compañeras no se la perdonan más a Ramón Ayala. Sabemos quién es: una persona con un currículum que conocemos todos: acusado de violación a una joven de 15 años en el departamento de Colón (provincia de Buenos Aires) en el 2005. Me acaba de mandar una carta documento para que yo deje de acusarlo de violador. Está acusado de violador desde que era candidato a diputado nacional, de la mano de Eduardo Duhalde en el 2005, estuvo preso. Le han tapado todo. Ayala tiene asco por las mujeres, por lo tanto, ese tipo no puede defender a las mujeres rurales, a los trabajadores. Y esa mancha la va a llevar siempre”.

La situación de los obreros rurales

Dalinda expresó que “los trabajadores rurales hoy están más abandonados que nunca, están trabajando como esclavos”.
Actualmente, en las fincas está la cosecha del arándano. “A toda marcha”, dice. Sin embargo, “en la semana, los grandes empresarios van a salir a dar conferencia de prensa, que salió el primer embarque a Estados Unidos, a Canadá, Inglaterra, Europa. Ese arándano que vale oro en otros países, acá los trabajadores cobran dos pesos, soportan 45 grados de calor, se bancan temperaturas bajo cero en las cámaras de arándano. Muy abandonados estamos. Está la cosecha de la papa donde le están pagando miseria a la gente, con una inflación que no para. Es terrible la situación.

A la poca paga y el maltrato, según expresa Dalinda, se suma la discriminación: “vos apoyás la lista de Sánchez, no tenés trabajo. El trabajador vive el apriete diario, lamentablemente tiene que mantener su familia en esa situación y tiene que trabajar por dos pesos”.

Las mujeres rurales se preparan para viajar al 34 ENM

Cuenta Dalinda que las mujeres rurales además de luchar se preparan con todo para viajar a la ciudad de La Plata. “Estamos organizando un colectivo de trabajadoras rurales de Juan Bautista Alberdi. Estamos vendiendo rifas para ayudar a las compañeras que no puedan pagar los pasajes para colaborar, para que cada una tenga una remera, para que todas podamos participar. Y las que no pueden viajar también están colaborando”.

Cuenta que “muchas mujeres viajan por primera vez al Encuentro, porque entusiasma ese espacio donde se discute la problemática que tenemos las mujeres: El drama de las mujeres rurales hoy es que somos discriminadas, acosadas en las fincas. El trato es desigual y cobramos menos que los hombres. Desgraciadamente, dentro de las fincas, hay muchos capataces que acosan a las compañeras. Muchas veces las mujeres no pueden ir a trabajar porque no pueden llevar el hijo al campo, la suspenden, la corren del trabajo. Porque no hay una guardería donde uno puede ir dejarlo e ir a trabajar a la finca. Es muy fea la situación que atravesamos las mujeres rurales”.

La Uatre tiene una Secretaría de Género que, lejos de luchar por resolver las necesidades y urgencias de las mujeres, a quien funciona en ese puesto “lo único que le interesa es cobrar su sueldo. Es más cuando me expulsaron del gremio de la Uatre nunca pidió que se me respete como mujer, porque es un gremio patriarcal, machista”.

Para finalizar, expresó Dalinda: “Las mujeres necesitamos más representatividad en todos los ámbitos: en las comunas, en los municipios, en los gremios, en las fincas necesitamos delegadas mujeres”.

Hoy N° 1786 09/10/2019