Con este reclamo, tan metido en el corazón de los argentinos, los familiares y los compañeros de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos encabezaron las manifestaciones, denunciando “Fue el Estado”, junto a inmensas masas movilizadas en México y acompañadas por actos en decenas de ciudades del mundo, incluso en nuestro país (ver aparte).
Con este reclamo, tan metido en el corazón de los argentinos, los familiares y los compañeros de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos encabezaron las manifestaciones, denunciando “Fue el Estado”, junto a inmensas masas movilizadas en México y acompañadas por actos en decenas de ciudades del mundo, incluso en nuestro país (ver aparte).
Un verdadero río de gente cubrió 10 km de las calles del Distrito Federal. Detrás de los familiares, que enarbolaban las pancartas de los 43, venían los estudiantes de la Isidro Burgos y de las otras escuelas normalistas. Miles de mujeres y hombres de todos los sectores sociales, jóvenes, mayores y niños les cantaban “No están solos” al paso de la cabecera de la marcha.
Los estudiantes llevaban dos grandes carteles en los que se leía, en letras construidas con recortes fotográficos: “Ni perdón. Ni olvido”. “A las normales rurales las quieren desaparecer, nosotros con lucha y sangre las vamos a defender”, coreaban.
Frente a miles de personas que no se movieron pese al aguacero que se descargó, los familiares denunciaron la complicidad del gobierno de Enrique Peña Nieto con los secuestros y, volvieron a exigir, como el primer día “Vivos los llevaron, vivos los queremos”. Carmelita Cruz Mendoza, madre de Jorge Aníbal Cruz Mendoza, dijo en este sentido “Nosotros decimos que sí se vaya Peña Nieto con todo su gabinete pero antes nos tiene que entregar a nuestros hijos porque están en manos de ellos. Y desde aquí le digo que no se haga pendejo; que él sabe dónde están”.
En el mismo acto un representante de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa afirmó “Nuestra exigencia es la misma que aquel 27 de septiembre de 2014 por la mañana”.
“Pagarán nuestras lágrimas con la cárcel”
El vocero de los padres, Felipe de la Cruz, denunció que en una reciente entrevista con el presidente Peña Nieto no tuvieron resultados, y recordó que la autoridades habían dicho que la “verdad histórica” era que los estudiantes habían sido asesinados por sicarios del cartel Guerreros Unidos e incinerados en un basural, lo que fue desmentido por una investigación del Grupo de Investigación Independiente, formado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Cada una de las lágrimas de los padres las van a pagar muy pronto con cárcel”, dijo al denunciar la “complicidad del gobierno de Peña Nieto con los criminales de Iguala”.
El “Día de la indignación nacional”, como lo denominaron sus organizadores, culminó al caer la tarde con la promesa de los miles de presentes de no abandonar las luchas y las calles hasta no lograr la aparición con vida de los 43 normalistas, y la justicia por los 6 asesinados en esa noche del 26 de septiembre en la localidad de Iguala. “¡Ayotzi vive, Ayotzi vive, Ayotzi vive y vive, la lucha sigue y sigue!”