La lucha de Terrabusi se da en medio de que en Córdoba está en curso un reclamo hecho por las comisiones internas y firmado por los trabajadores de las tres plantas de reabrir las negociaciones por aumento salarial. La empresa ha venido postergando la respuesta y el jueves 25 cuando dio la respuesta dijo “no hay plata”. Se generalizó la indignación. El viernes 17 cuando se cobró la quincena aparecían cosas como: “pagué sólo una parte de las deudas y me quedé con 6 pesos” o “no me alcanzó ni para la particular de la nena”. No alcanza, no se puede vivir, hay bronca y lo de Terrabusi potencia y marca un camino.
La respuesta de la empresa el 25 dio lugar a que se masifique la idea de que hay que pelear. La impresionante represión que ordenó Kraft y cumplió Cristina, generó un sentimiento de solidaridad y apoyo que pudieron expresar los delegados al repartir un volante con su apoyo a la reincorporación de los compañeros despedidos en Terrabusi.
La empresa inició ahora la presión con intento de hacer pasar vacaciones anticipadas y reforzando las versiones de los retiros voluntarios para los compañeros que están con tareas livianas, o con carpetas, etc.
Un plenario de delegados ha lanzado este estado de alerta y movilización y hubo asambleas en las plantas donde masivamente se rechazó la respuesta de la empresa y se van unificando los compañeros. El camino de los trabajadores para conseguir conquistas no es un camino fácil, pero siempre hay ejemplos para tomar. Los trabajadores de Terrabusi han marcado un camino que es el de unirse en las líneas y en las secciones, en las familias y en la calle con otros sectores del pueblo.
También las patronales tienen su camino en las actuaciones de Kraft para acumular grandes fortunas y descargar la crisis sobre los trabajadores. Kraft es un ejemplo para Bagley.
Existe también el camino de los que se identifican con Moyano, Daer y traicionan conquistas. Los trabajadores de la alimentación de Córdoba no queremos que nuestros dirigentes sigan el camino de Daer y Moyano. Nos gustaría que, tomando el ejemplo de Terrabusi, convoquen a Congreso General de Delegados de STIA Córdoba y que de allí se pueda impulsar un plan de lucha que unifique a todos los trabajadores de la alimentación, de las grandes y pequeñas empresas, efectivos y contratados, mujeres y varones, en una lucha común contra todo despido abierto o encubierto, y por salarios igual a la canasta familiar, porque es vergonzoso tener un salario de 2.000 pesos.
Es clave prepararse para una lucha que, como en 2007 fue de menor a mayor, se plantó por aumento salarial pero también iba por la efectivización de los eventuales y los contratados. Cuando la empresa despidió se mantuvo la fortaleza por reincorporar hasta al último despedido y además se conquistó la efectivización de los contratados ese año. Eso unificó al conjunto y desde allí volvió la pulseada por el aumento salarial que se consiguió en febrero de 2008. Fue un aumento por fuera de convenio que hacía muchos años no se conseguía.
Desde arriba siempre van a tratar de dividir. Desde abajo la primera gran pelea va a ser unirnos alrededor de la lucha por el aumento salarial que es la necesidad que tenemos todos, hasta el último compañero y no dejar pasar un solo despido ni un solo retiro y ni una sola vacación anticipada. Podemos mirar a Moyano, Daer y Cía o podemos mirar el ejemplo de los trabajadores de Terrabusi.
02 de octubre de 2010