Noticias

26 de diciembre de 2021

Columna semanal de Arnoldo Gómez

Baja la desocupación, pero con trabajo en negro y bajos salarios

Reactivación pospandemia, precarización laboral y exigencia del FMI de reforma laboral analiza Arnoldo Gómez en su columna de los viernes en “Ayer y Hoy”, programa con la conducción de M. A. De Renzis del 24 de diciembre 2021

Hay datos que siendo públicos, si se los analizan críticamente, ayudan a desocultar temas importantes, que no aparecen sin este análisis.

Por ejemplo, la desocupación bajó al 8,2%. En primer lugar ésta es una cifra menor que la que dejó Macri en el 2019 de un 9,8%. Si la administración Macri hubiera tenido que resolver la pandemia ¿en qué cifras estaríamos hoy?

El otro dato objetivo es la reactivación económica de pospandemia, pero lo notable es  una tasa de actividad del 46,9%, la tasa de actividad es la cantidad de argentinos que trabajan y buscan trabajo. El desprecio macrista por los “choripaneros”, en el que subyace que somos un pueblo de vagos, queda desmentido por este dato. Somos un pueblo ávido de trabajo, cada vez que hay una oportunidad volcamos toda nuestra fuerza productiva para bien del conjunto. Para los cipayos Argentina es un país rico estropeado por su pueblo indolente, cuando Argentina es un país rico por generaciones  que se deslomaron en generar esa riqueza.

Veamos otro aspecto, ¿qué trabajo encuentran esos argentinos con la voluntad de transformar el país? 3.300.000 están en el empleo público, 5.900.000 están en el trabajo privado asalariado, con salarios relativamente más elevados que el resto pero un 7% abajo del 2019, 4.200.000 están con el salario en negro, 5.000.000 son cuentapropistas y 1.800.000 están desocupados, buscando trabajo en el área urbana, si lo proyectamos a todo el país serían 2.700.000. O sea, 21.000.000 de argentinos son la mano de obra que trabaja o que buscan trabajo. Pese a esto más del 40% de la población está bajo la línea de pobreza.

Los 4.200.000 de compatriotas asalariados pero en negro, más los 5.000.000 de cuentapropistas y los 1.800.000 de desocupados son la base de la población que tuvo que ser asistida por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Los 9.000.000 de IFE fueron decisivos para sortear la cuarentena, aunque como queda claro con estas cifras de hoy que aún en esa magnitud no alcanzaban para abastecer a esta mano de obra que en la cuarentena quedó fuera de juego.  A su vez explica que un presupuesto  2021 sin el IFE y con una reactivación que recién está llegando en el tercer y cuarto trimestre, explica  por qué hubo más de 5.000.000 de argentinos enojados, que habiendo votado para sacar a Macri, se retrajeron del voto del Frente de Todos.

Una parte importante de los asistidos con el IFE no  habían perdido su puesto de trabajo informal, sino suspendido temporalmente, del mismo modo que los ATP preservaron puestos de trabajo en blanco suspendidos temporalmente.

Los puestos de trabajo recuperados con la reactivación son 1.800.000; 1.000.000 son asalariados en negro, medio millón son cuentapropistas y sólo 300.000 son asalariados en blanco. Este dato de la realidad muestra el tipo de reactivación que se está produciendo, porque el dato laboral es el dato más fuerte en la economía. Es una reactivación que precariza aún más el mundo del trabajo ¿Por qué? Porque lo que se está reactivando es en base a la misma forma productiva pero más concentrada, un núcleo de grandes empresas  que concentran la producción con asalariados en blanco, pero con una cadena de proveedores y de valor de otra gran cantidad de empresas a las que imponen condiciones de abastecimiento que las empuja a contratar o pagar salarios en negro, a su vez esto mismo empuja el salario en blanco a la baja, hoy un promedio 7% más bajo que en el 2019.

De Renzis: A esto hay que sumarle que a la mayoría de las pequeñas Pymes se les hace muy costoso tener en blanco a un trabajador, cuando se pierde un puesto de trabajo después cuando lo tiene que tomar cambia las condiciones. Yo me temo otra cosa, el Presidente ha tenido que prorrogar por un año más la emergencia sanitaria por el Covid, por lo que está pasando en el mundo, y algunas consecuencias en el invierno nuestro porque estamos con una tasa de contagios muy alta, y esto siga siendo aprovechado por algunas de las grandes empresas con el trabajo llamado office donde ya no quieren que la gente vuelva a las oficinas, de manejar el trabajo a distancia y de tener menos obligaciones.

Arnoldo Gómez: Una nueva vuelta de rosca para explotar más.  Lo de las Pymes tiene que ver con una estructura impositiva que iguala a la pequeña y la empresa monopólica.

Pero el trabajo en negro todavía en nuestra legislación es ilegal. Y si se va a fondo el trabajador en negro no sólo gana en un juicio por despido o indemnizatorio sino que tendría que recaer en la empresa monopólica a la que provee su contratante. Y acá está un nudo de lo que acaba de decir el FMI. Ellos reclaman por esta situación que llaman de inseguridad jurídica, porque el trabajo en negro es ilegal, ellos quieren una reforma laboral que libere definitivamente a los monopolios de estos riesgos. Es la doctrina que tiene Macri y todo un sector de derecha en la Argentina, esto estemos claro que va más allá del Fondo, lo tienen en su ADN. Ellos van a reclamar que se legalice esta forma de trabajo en negro.

De Renzis: La flexibilización laboral se ha hecho en el mundo, lo que pasa es que la legislación laboral argentina desde la aparición de Perón es muy fuerte, no es tan simple como en otras partes.

Arnoldo Gómez: Para entender un tema oculto que está en juego hoy en el debate.

De Renzis: Y es un debate para la dirigencia sindical.

Arnoldo Gómez: Claro, y es un debate en la política porque es lo que sostiene esa derecha.

Esto solo se rompe con un plan estatal que reabra las empresas estatales. Este es el nudo.

De Renzis: Pasaste datos del empleo público, y sin embargo no tenemos un empleo público activo porque podríamos tener a los astilleros trabajando plenamente, a fabricaciones militares y tantas otras, que dieran empleo pleno.

Arnoldo Gómez: Esos grandes talleres fueron los que modelaron el mundo del trabajo y esta legislación tan avanzada del trabajo argentino. Por eso el movimiento obrero ocupado y desocupado tiene que unir sus reclamos a recuperar esas empresas del Estado. El drama es que en vez de usar nuestras reservas netas para importar los insumos para esos talleres, las agotamos pagándole el 23 de diciembre 1.900 millones de dólares al FMI, para un acuerdo en el que además nos empuja a un presupuesto sin esos gastos “deficitarios”.